El Micalet busca ayuda para poder celebrar las "Magues de Gener"

La asociación recurre al micromecenazgo para costear el acto tras perder la subvención municipal

Cabalgata del año pasado

Cabalgata del año pasado / Francisco Calabuig

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

«Necesitamos tu ayuda económica». Así de taxativamente, la Societat Cultural el Micalet ha lanzado una campaña para tratar de financiar la cabalgata de las Magues de Gener, cuya celebración dependerá en cierta medida de las aportaciones económicas que hagan sus seguidores, después de que el Ayuntamiento de València haya cerrado el grifo de ayudas a determinadas asociaciones. Por eso, el llamamiento se ha traducido en una de las habituales campañas de micromecenazgo para «preservar nuestras raíces y celebrar la cultura del País Valenciano. Juntos, lo podemos hacer posible». 

El desfile está ya agendado para el 14 de enero -siguiendo la costumbre de ser al final de la semana posterior a Navidad- pero no tienen todavía ni recorrido asignado. Por contra, sí que tiene lema. Si en años anteriores habían sido «Salvem l’Horta», «Salvem el planeta» o «Som diversitat» en esta edición lleva como lema «L’aigua es màgia», tratando de lanzar un mensaje pedagógico a los niños sobre el empleo responsable del agua. 

Necesitan 7.000 euros

El micromecenazgo, que finalizará dentro de 23 días, ha conseguido hasta elmomento los primeros 955 euros, señalando sus metas en 6.000 como mínimo y 7.000 como óptimo. 

La Cabalgata de las Reinas Magas estaba desde el primer minuto del nuevo gobierno municipal de PP y Vox en su punto de mira. El desfile fue promovido desde la llegada del equipo de Joan Ribó, rememorando un desfile realizado durante la II República para entretener a los niños huidos del frente y de las tropas franquistas. 

La entidad organizadora lo ha revestido desde el primer día de un componente cultural basado en que los niños «son los guardianes de nuestro legado. Queremos ofrecerles una oportunidad enriquecedora, proporcionándoles acceso a actividades artísticas». Las Magas , alter ego de Melchor, Gaspar y Baltasar, se bautizan como Igualdad, Libertad y Fraternidad -incorporándole posteriormente también a esta el apelativo de Sororidad- y desfilan en vehículos descapotables con sus correspondientes varitas mágicas. En los años anteriores eran recibidas por el alcalde Joan Ribó y se dirigían al público desde el balcón del Ayuntamiento, como hacen los magos de Oriente. El desfile ha estado siempre en el ojo del huracán, con defensores y detractores a partes iguales. Es falso que sea una exaltación republicana, porque no se enarbolan banderas tricolores. Pero no le han faltado los enfrentamientos: los intentos de «reventarla» de España 2000 o la réplica de alguna componente de la «muixeranga» exhibiendo una estelada. 

Guerra entre magas

También se generó polémica con la decisión del anterior ayuntamiento de incorporarla al listado de fiestas «tradicionales». E incluso el año pasado tuvo su conflicto interno, cuando la designación de la feminista Ángela Escribano para uno de los papeles de magas (Igualdad) provocó la renuncia de otra de ellas, Carmen Alonso, que consideraba que la primera atentaba difundía mensajes contra las personas trans. Y, por último, el propio festejo también es motivo de debate por ser, largo y no mostrar una línea de desarrollo, como se le presume a cualquier cabalgata, del tipo que sea. 

El pasado mes de junio, el presidente de la Societat Coral el Micalet Tonetxo Pardiñas apelaba a que «si todos nos comprometemos, habrá Magues» destacando que el festejo como tal «tiene mucho de voluntariado». Un total de 30 asociaciones se han mostrado interesadas en participar en el festejo que, sin embargo, a día de hoy no está confirmado en su totalidad.