Los socialistas aseguran que la capitalidad de la economía social es un logro del anterior gobierno

Sanjuán cree que este galardón no hubiera llegado con el actual gobierno de PP y Vox

Borja Sanjuán, concejal socialista de València.

Borja Sanjuán, concejal socialista de València. / Levante-EMV

José Parrilla

José Parrilla

La designación de València como Capital Española de la Economía Social, anunciada por la vicepresidenta Yolanda Díaz el pasado miércoles, ha generado una nueva controversia política en torno a los proyectos heredados del anterior gobierno del Rialto. El concejal socialista Borja Sanjuán ha mostrado su satisfacción con la designación de València como capital de la economía social, pero recuerda que esa candidatura la impulsó el anterior gobierno progresista desde las Concejalías de Hacienda, dirigida por él mismo, y la de Innovación, que dirigía Carlos Galiana, de Compromís. «Es una grandísima noticia que València haya sido elegida como Capital de la Economía Social y lo que viene a demostrar es que todos los éxitos que está cosechando esta ciudad son fruto del proyecto de ocho años de gobierno progresista que llevó adelante también el Partido Socialista», asegura.

Sanjuán, en este sentido, ha mostrado su sorpresa por el intento de Catalá de «arrogarse» el éxito de unas políticas «que criticó muy duramente y sobre las que, de hecho, está poniendo todo su empeño en destruirlas».

Recortes y bloqueo

El edil ha mostrado sus dudas de que el gobierno de Catalá, «con las políticas de recortes y bloqueo al diálogo social que está desplegando estos últimos seis meses en el Ayuntamiento en colaboración con sus socios de Vox», hubiese conseguido que la candidatura de la ciudad fuera la elegida.

«Me cuesta mucho pensar que le hubieran dado a València este reconocimiento si se hubiera evaluado a un gobierno, el actual con María José Catalá al frente, que está acabando con el Pacto por el Empleo, que es, precisamente, la mesa de diálogo social en la ciudad», ha apuntado.

El concejal ha recordado la «persecución» a los sindicatos que está llevando a cabo el gobierno de Catalá, retirándoles las ayudas municipales para que puedan desarrollar sus programas de formación y rompiendo el Pacto por el Empleo, una iniciativa que ha estado en vigor más de 20 años y que ha permitido coordinar y desarrollar el diálogo social con los empresarios y los sindicatos. 

«Su odio para perseguir a los sindicatos pone, por ejemplo, en riesgo que València sea conocida como lo es hoy por una capital que apuesta por una economía más humana y al servicio de los trabajadores y trabajadoras», finalizó.

La capitalidad de la economía social persigue básicamente fomentar el trabajo de las empresas cooperativas o las empresas dedicadas a la inserción.