Denuncian el robo de puertas en la zona "más caliente" de Benicalap

Los vecinos llevan años pidiendo el desalojo de las personas que habitan dos amplios bajos de un banco y suponen un foco de conflictividad

Finca sin puerta tras ser sustraída en una calle aledaña al foco de conflictividad

Finca sin puerta tras ser sustraída en una calle aledaña al foco de conflictividad / L-EMV

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Vecinos de la calle Picayo en el cruce con Loriguilla, en Benicalap, han denunciado que esta zona del barrio en los últimos años se ha vuelto sucia e insegura, y atribuyen la degradación a las personas que están okupando varios bajos en la citada calle. 

En concreto, los residentes de este sector sur del barrio cuentan que desde 2018 la okupación de antiguos bajos comerciales se ha convertido en un fenómeno creciente, con particiones y subarrendamientos de los espacios a personas no del todo cívicas, y que dicha tendencia se traduce en “peleas diarias y constante sensación de inseguridad”. 

“Algunas de estas personas además buscan en los contenedores y sacan todo lo que hay dentro, dejando la calle hecha un asco. Yo he hecho un montón de reclamaciones en el Ayuntamiento de València a través del registro de entrada, pero su respuesta es que ellos ni pueden hacer nada, que si hay suciedad llamemos a la Policía para que comprueben ellos qué está ocurriendo”, narra una vecina de 29 años que prefiere no dar su nombre por miedo a represalias. 

Pero la acumulación de residuos no es la única preocupación de los vecinos y vecinas de la zona. En los últimos meses han destrozado tres telefonillos de fincas aledañas y, más preocupante aún, varias puertas a la calle han sido arrancadas de sus goznes. 

La suciedad se acumula fuera de los contenedores en Benicalap

La suciedad se acumula fuera de los contenedores en Benicalap / L-EMV

“En nuestra vida diaria nos afecta mucho. Nosotros vivíamos aquí y tras pasar una pandemia durísima decidimos comprar una casa e irnos fuera”, cuenta la misma vecina. “Por circunstancias de la vida tuvimos que volver, pero la idea es que sea temporal, porque la situación es insostenible. Hay más vecinos que se están yendo del barrio por culpa de todo esto, cosa que ayuda a la degradación de la zona”, lamenta.  

Lo cierto es que estos bajos okupados llevan años siendo el mayor foco de conflictividad de este barrio obrero, tal como explica Chelo Polo, presidenta de la asociación vecinal de Benicalap, y de hecho el anterior equipo de gobierno ya trabajó para darle una solución. “Llevamos mucho tiempo de reuniones con las concejalías correspondientes para que desalojen. Hace años conseguimos que la entidad bancaria propietaria de los bajos denunciara, pero el juez la desestimó por defecto de forma. Ahora se ha vuelto a denunciar y estamos esperando a que el juez resuelva”, resume la responsable de la asociación vecinal. 

En todo caso, Polo explica que la Policía Local está al tanto de toda la actividad de la zona y defiende que, en todo caso, el robo de puertas y el destrozo de telefonillos no es necesariamente achacable a las personas que viven en los citados bajos. “El problema es que es gente que no hace mucho por la convivencia con el resto de vecinos, incluso a veces interactúan con cierta hostilidad; y ahí poco se puede hacer. Ahora mismo es la zona más caliente del barrio”, asevera la vecina de Benicalap.