Los vecinos de las 'Casitas Rosas' piden un plan para dignificar el barrio y advierten del riesgo de turistificación

Catalá encarga otro estudio social para esta zona de la Malva-rosa antes de concretar si habrá derribos

Catalá en la visita de esta mañana a las Casitas Rosas de la Malva-rosa

Catalá en la visita de esta mañana a las Casitas Rosas de la Malva-rosa / MAO

La alcaldesa de València, María José Catalá, visitó en la mañana de este viernes las obras ya concluidas de la calle del Pare Francisco Camacho en la Malva-rosa, una intervención de mejora de esta degradada y conflictiva barriada, punto negro de la venta de droga, más conocida como las "Casitas rosas". Se trata de una actuación impulsada por el gobierno municipal el pasado mes de enero, dirigida a eliminar la degradación e insalubridad que presentaba la zona, así como los focos de delincuencia detectados, y generar a la vez un espacio diáfano, manteniendo el arbolado protegido. La intervención, como viene informando Levante-EMV, ha consistido en eliminar la plataforma ajardinada central y reasfaltar el espacio, evitando así la concentración de toxicómanos en este punto.

Se trata, ha subrayado Catalá, “de uno de los puntos con mayor conflictividad social en los que llevamos meses trabajando”. Esta es la tercera visita que la alcaldesa ha realizado a la zona desde su toma de posesión el pasado mes de junio, acompañada por las entidades vecinales. Tal como ha recordado, en el primer encuentro, el vecindario expuso la necesidad de una intervención para eliminar problemas de convivencia, “y tomamos la decisión de invertir 250.000 euros en rehacer esta plaza y tener una mayor vigilancia policial; y, además, en darle salida y que no fuera un tapón, de manera que los coches pudieran transitar tranquilamente”. La intervención, ha asegurado la alcaldesa, se ha hecho con mucha diligencia, y ha finalizado dos meses antes de lo previsto.

“Es necesario un informe social hecho por especialistas”

Catalá ha anunciado que la siguiente actuación en la zona será una intervención de tipo social. “En la siguiente reunión que tuvimos con la asociación de vecinos tomamos la decisión de trabajar en el segundo paso, que era un plan de análisis social de los de los distintos bloques de las casitas rosas”. “Ya estamos trabajando en cómo vamos a hacer esa fotografía de la realidad que tenemos, que es diversa en los diferentes bloques”. “Por tanto –ha continuado- lo que queremos es tener un análisis de cómo están las viviendas, de quién está en ellas, cuáles son los contextos familiares económico-sociales de las personas que viven en estas viviendas... para ir tomando decisiones”.

No será el primer estudio social que lleve a cabo el Ayuntamiento de València en los últimos años. La anterior concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, encargó en junio de 2022 al urbanista Juan del Val, director del Observatorio Ciudad 3R, un estudio con un presupuesto de 14.000 euros sobre la situación de las Casitas Rosas, en el que participó la Universidad Politécnica de València, que debía fijar la "hoja de ruta" para actuar a corto y medio plazo en este conjunto de viviendas sociales. El nuevo gobierno del PP y Vox decidió, sin embargo, empezar de cero en las Casitas Rosas.

Sobre el anterior plan para las casitas rosas que impulsó el gobierno de Compromís y PSPV y que contemplaba nuevos derribos en este conjunto de viviendas sociales de los años 50, Catalá ha apuntado que la prioridad ahora es realizar el estudio de la realidad social porque "hay que evitar la especulación" urbanística. La alcaldesa, aunque varios vecinos se lo han preguntado, no ha querido concretar si su apuesta es derribar los bloques más conflictivos y degradados o llevar a cabo otro tipo de actuación urbanística. Como sea los representantes de Amics de la Malva que han estado en la visita, junto con otros colectivos vecinales y sociales del barrio, han apuntado que seguirán reclamando un plan integral para conseguir un barrio digno, seguro y con servicios suficientes al tiempo que han advertido del riesgo de turistificación del barrio.

La alcaldesa ha puesto en valor que “en ocho meses ya hemos venido tres veces”, y se ha comprometido a "seguir trabajando con los vecinos y seguir tomando decisiones, no solo con palabras sino con hechos: con mayor presencia policial, con intervenciones como esta, con iniciativas sociales...". "Es un compromiso desde el primer día, que yo asumo, de trabajar para mejorar el contexto”, ha añadido.

No será de un día para otro

Además, Catalá ha destacado que esta actuación “no será de un día para otro, ya que llevamos muchos años de retraso en esta cuestión, pero vamos a ir de la mano de los centros educativos, de las asociaciones de vecinos, de servicios sociales, del centro de juventud, de otras administraciones como el Estado y la Generalitat... trabajando en una solución a este problema”

Catalá ha emplazado a las entidades vecinales a un nuevo encuentro en el que se concretará la intervención social, con plazos, presupuestos y personal específico. “El trabajo de campo que había hecho la Policía nos puede servir –ha explicado- pero sobre todo es necesario un informe hecho por trabajadores sociales y entidades que conozcan bien la zona y el contexto”. “Yo no voy a hacer un estudio para decir que hace falta un estudio –ha afirmado- yo voy a ir directamente a actuar y a tomar decisiones”.

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