Comprar la Lonja de Seda costaría menos que un ático en Mestalla

Evidentemente los bienes protegidos no se pueden vender, pero llama la atención el bajo valor contabilizado de monumentos como las Torres de Serranos o la propia Lonja, que no podría competir con el inmueble más caro de la ciudad

Según el Inventario General de Bienes y Derechos Reales de la Corporación, el patrimonio de València asciende al importe total de 3.700 millones de euros

La Lonja de la Seda sin turistas, en una imagen de 2021

La Lonja de la Seda sin turistas, en una imagen de 2021 / Fernando Bustamante

Claudio Moreno

Claudio Moreno

El Ayuntamiento ha efectuado las operaciones necesarias para actualizar la situación del Inventario a 31 de diciembre de 2022 y el importe total del patrimonio municipal de la ciudad de València asciende hoy a más de 3.700 millones de euros. El dato salió ayer porque la comisión de Patrimonio acaba de dar el visto bueno al Inventario General de Bienes y Derechos Reales de la Corporación. Es una cifra que puede no decir nada, pero englobados en ella hay algunos inmuebles en los que merece la pena reparar. 

Antes, una aclaración: aunque la legislación actual obliga a indicar “el valor que correspondería en venta al inmueble”, es evidente que los monumentos históricos declarados como Bien de Interés Cultural (BIC) son edificios únicos e insustituibles, están fuera de mercado y no se pueden poner a la venta. Así sucede, por ejemplo, con la Lonja de la Seda y las Torres de Serranos y de Quart, que fueron declarados “monumentos histórico-artísticos pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional” por el gobierno español en junio de 1931.

De este modo, el inventario funciona como una fotografía detallada del patrimonio que atesora el Ayuntamiento de València, desde monumentos y edificios de un valor incalculable como las citadas torres o la joya del gótico declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, hasta parajes como la Dehesa y el real lago de l’Albufera, la colección de pesas y medidas donadas por el conde de Trénor, los Silos de Burjassot o la ermita de Sant Jordi en el término de El Puig.

La foto, por tanto, concentra un valor patrimonial de 3.700 millones de euros, pero mirada más al detalle arroja algunas curiosidades dignas de mención: por ejemplo, la Lonja de Seda tiene un valor contabilizado de 5,9 millones de euros. Si uno busca en Idealista, encuentra que el inmueble más caro de València es un ático-dúplex en Mestalla de 5 habitaciones y 680 metros cuadrados. Por él piden 8,6 millones, más de dos millones que el valor simbólico del monumento valenciano. 

Un escalón por debajo figuran las torres de Serranos y de Quart. La primera puerta de la muralla medieval está ‘tasada’ en 2,7 millones. La segunda en 3,2. Otro rastreo en la misma plataforma inmobiliaria arroja que en València hay siete pisos por lo que costaría comprarse la entrada a la ciudad. Dice más el dato de la vivienda convertida en vehículo especulativo —casi una pieza de museo— que de la estimación realizada por los técnicos del consistorio. Finalmente, los 3.700 millones también recogen el edificio del Ayuntamiento (26,9 millones), el lago de la Albufera (5,5 millones de valor contabilizado), o el Cementerio General de València (64,5 millones). 

El valor de València en 1925

El primer inventario municipal elaborado por el Ayuntamiento data del 31 de diciembre de 1925, en la época de Luis Oliag como alcalde de la ciudad. El valor del patrimonio municipal de hace un siglo era de poco más de 38 millones de pesetas. Para hacerse una idea del coste de la vida en 1925, una consulta a la prensa valenciana en la Hemeroteca Municipal revela que el precio de la entrada de butaca para disfrutar de una zarzuela en el teatro Apolo, en la Nochevieja de 1925, era de tres pesetas.

Las Torres de Serranos siguen siendo consideradas la entrada a la ciudad

Las Torres de Serranos siguen siendo consideradas la entrada a la ciudad / Loyola Pérez de Villegas

Los esforzados funcionarios que elaboraron el primer inventario municipal en 1925 se encontraron con muchas dificultades técnicas y lamentaron no haber anotado la colección de cuadros existentes en la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer y no haber valorado tampoco la colección conquiliológica municipal, entre otros elementos. Eso sí, le otorgaron un valor económico a inmuebles como la Lonja de la Seda (dos millones de pesetas), Torres de Serranos (500.000 ptas.); Palacio Municipal (450.000 ptas.); Cementerio General (300.000 ptas.); Torres de Quart (200.000 ptas.) o El Almudín (150.000 ptas.). Como se ve, comparativamente, el valor de la Lonja se habría depreciado respecto a dotaciones en uso como el cementerio o la casa consistorial. 

El inventario en la actualidad

El inventario municipal es un documento vivo que sufre cambios a través de las altas, las bajas o las modificaciones de los bienes. Tal como marca el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, el Ayuntamiento ha efectuado las operaciones necesarias para actualizar la situación del Inventario a 31 de diciembre de 2022. Para ello, el Servicio de Patrimonio cuenta con una potente aplicación informática: SIGESPA. El Sistema de Gestión Patrimonial se implantó en 1997 y permite instruir con celeridad y eficacia todos los expedientes administrativos vinculados con las variaciones del inventario. Hay que tener en cuenta que los 4.382 bienes inmuebles municipales suponen aproximadamente el 94,32% del valor total de patrimonio del Ayuntamiento de València.

El inventario municipal está distribuido en ocho epígrafes. Los más destacados son los que se corresponden con los inmuebles, un listado que está encabezado por la Lonja de la Seda, las Torres de Serranos y las de Quart, la Casa Consistorial, el Cementerio General y la Dehesa del Saler. En este apartado se incluyen también parques urbanos, jardines, edificios públicos, mercados, cementerios, fuentes y todo tipo de parcelas municipales. El valor global a 31 de diciembre de 2022 supera los 3.490 millones de euros.

Entre los parajes que figuran en el inventario destacan, sin duda, las 778 hectáreas del monte de la Dehesa del Saler y las 2.964 hectáreas del real lago de l’Albufera. Desde el punto de vista medioambiental e histórico tienen un valor, literalmente, incalculable.

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