Montan un hotel boutique frente a un conocido centro social en Benimaclet

La cadena ByPillow aterriza en València con un hotel de dos plantas habilitado en una antigua finca residencial

Al otro lado de la calle Barón de San Petrillo tiene su actividad el Terra, un local autogestionado y muy arraigado en el barrio

El nuevo hotel boutique de Benimaclet abrirá sus puertas en septiembre

El nuevo hotel boutique de Benimaclet abrirá sus puertas en septiembre / L-EMV

Claudio Moreno

Claudio Moreno

“Cuando los turistas bajen del hotel boutique y se metan en el Terra van a flipar”. La cadena ByPillow abrirá en septiembre un establecimiento en el número 12 de la calle del Barón de San Petrillo, y en Benimaclet hay quien lo asume desde la chanza. Porque justo enfrente del primer alojamiento en València de esta compañía barcelonesa mantiene su actividad un centro social autogestionado mediante un servicio de bar “con el objetivo de construir una red real de contrapoder y unidad popular en Benimaclet y los Països Catalans”, en su propia descripción.

Todo el barrio conoce el Terra. Menos familiarizado estará con ByPillow Sinfonía, el nuevo establecimiento en Barón de San Petrillo. Tras una reforma integral, la finca centenaria –originalmente residencial– conserva elementos como la fachada principal, carpinterías de madera y suelos hidráulicos. La propia firma explica que su hotel contará con 34 habitaciones dobles, twins con balcón y "un acogedor patio interior en el vibrante barrio de Benimaclet, a pocos pasos de lugares icónicos y la dinámica vida cultural y gastronómica de València”.

El edificio residencial fue comprado por el grupo Mondelair en el año 2019. Estaba habitado por okupas. Cuando estos abandonaron el lugar con un acuerdo bajo el brazo, los inversores retiraron los desechos, solicitaron un cambio de uso a terciario y presentaron un proyecto –bajo el nombre de Casas de Benimaclet S.L.– con la siguiente distribución: en la planta baja de los dos edificios unificados, puertas 10 y 12, se sitúa la recepción y un total de 13 habitaciones dobles con un patio arbolado entre ambos bloques. En la primera planta irían 11 habitaciones. Y en la segunda se ubicarían cinco apartamentos turísticos. El grupo inversor revendió el edificio en 2023. 

Recreativos Navarro

Pero los últimos años pueden no hacerle justicia al edificio –doble– de fachada marrón. En otro tiempo, recuerdan algunos vecinos veteranos en Benimaclet, perteneció a residentes estables y en sus bajos comerciales daban vida al vecindario la barbería Juanito o los míticos Recreativos Navarro con billares, futbolines y mesas de ping pong. Los negocios terminaron cerrando como cierran muchos bajos comerciales en la ciudad, llenando el paisaje de persianas metálicas a la espera de que alguien las vuelva a subir. 

Y últimamente ese alguien siempre bebe de la misma fuente. Lo dice el presidente de la asociación vecinal Paco Guardeño: “El turismo es positivo siempre que se controle, pero morir de felicidad tampoco es bueno, y es lo que está pasando en todos los barrios. Te pueden montar el hotel más lujoso del mundo y hablarán de avance, pero si nuestros hijos, nuestros nietos o nosotros mismos nos tenemos que ir de aquí porque los precios son inasumibles, es difícil que podamos considerarlo un avance”, reflexiona Guardeño. “No solo eso. El negocio turístico expulsa al pequeño comercio y atrae tiendas de souvenirs y gastrobares. ¿Dónde quedó el bocata blanco y negro?”.

Los vecinos describen de este modo una transición en el modelo: el comercio ya no se adapta al barrio, es el barrio el que se acomoda al negocio turístico a costa de perder una idiosincrasia. En el Terra confluyen grupos de sensibilidad progresista y militancia en los diferentes colectivos sociales del barrio. Y desde septiembre un hotel boutique pondrá a prueba su tolerancia a la pompa y el contraste. “Tú puedes buscar Benimaclet en Google y que te salgan rosas volando, pero nosotros no queremos ser un barrio vibrante, lo que queremos son casas donde poder vivir”, ataja Guardeño.