El secreto para acabar con arrugas y líneas de expresión

La obsesión del ser humano por conservar la juventud de la piel es un fenómeno que ha existido a lo largo de la historia y que sigue siendo relevante en la actualidad. Esta obsesión se deriva de una combinación de factores culturales, sociales y psicológicos.

Y, dentro de esta intención de mantener la juventud de la piel contra viento y marea, no es de extrañar que se hagan experimentos en busca de la 'eterna juventud' y que algunos de ellos, den resultado o no, resulten cuanto menos curiosos y extravagantes. Es lo que ocurre con uno de los trucos compartidos recientemente en redes sociales para recuperar la juventud perdida de la piel y que, según afirman, asegura la recuperación de la tersura de la epidermis incluso en personas de más de 70 años.

Un truco para eliminar las arrugas

La obsesión por conservarse joven no es nueva, puesto que es algo que se ha visto a lo largo de la Historia y que se ha repetido durante siglos.

Este interés desaforado por la belleza y la juventud se explica socialmente por una variedad de motivos entre los que se pueden señalar los estándares de belleza culturalmente definidos, la presión social, el miedo al envejecimiento, la influencia de la industria cosmética y médica, o el bienestar emocional y la autoestima.

Y es que una piel radiante y sin arrugas puede hacer que las personas se sientan más seguras y felices consigo mismas, lo que refuerza la búsqueda de métodos para conservar la juventud de la piel. Uno de los últimos puede parecer extravagante, pero promete unos resultados excepcionales. Y todo con ingredientes habituales prácticamente en todas las casas.

Este truco para recuperar la suavidad y juventud de la piel utiliza Coca-Cola, jabon de belleza, vinagre de manzana y crema facial o corporal. Nada más. A cambio, asegura recuperar la elasticidad de la epidermis incluso en personas de 75 años.

El método es sencillo. Lo primero es rallar media pastilla de jabón (en el vídeo utilizan una de jabón Dove, que contiene crema hidratante) y disolver las escamas en un vaso de Coca-Cola.

Luego, esta mezcla hay que llevarla al fuego y removerla hasta que el jabón se disuelva y se integre con la Coca-Cola. El resultado será un líquido denso y de color tostado al que se le añade una cucharada sopera de vinagre de sidra de manzana.

Una vez fría, la pasta se puede guardar en la nevera incluso durante dos semanas sin que pierda sus propiedades. Ya fría, se puede aplicar esta pasta sobre la piel. Es posible hacerlo con la ayuda de un pincel para repartirla de manera uniforme por toda la superficie de la epidermis.

A continuación, hay que dejarla secar por un tiempo de entre 30 y 40 minutos y, luego, enjuagar bien la zona. Una vez seca, hay que hidratar la superficie con la crema habitual que se utilice. El resultado, aseguran, "es una piel firme y limpia", puesto que este método para recuperar la tersura y elasticidad de la epidermis "ayuda a deshacerse de las células muertas y combate la flacidez, además de tener también propiedades depilatorias".

Si el sistema se repite al menos dos veces por semana, en breve tiempo "las arrugas desaparecerán desde la primera semana". Pero éste no es el único beneficio, puesto que esta mezcla de jabón y Coca-Cola también favorece "lucir una piel radiante, libre de líneas de expresión".

El resultado después de un mes de uso "es sensacional sorprendente e instantáneo", garantizan.

Pese a las imágenes, hay que subrayar que el paso del tiempo es inevitable y que, aunque conservar la juventud es un deseo fácilmente comprensible, es muy importante reconocer los límites de esa obsesión y aceptar lo que conlleva el transcurrir de los años.

La belleza y la valía personal van más allá de la apariencia física y están influenciadas por una variedad de factores, incluidas las cualidades interiores, el carácter y los logros personales. Así que aceptar y abrazar el proceso natural de envejecimiento puede ser una parte importante del desarrollo personal y el bienestar emocional, antes que obsesionarse e intentar un método tras otro para intentar recuperar la juventud.