La defensa se refugia en que El Tuvi mató a Wafaa porque tiene "baja tolerancia a la frustración"

El abogado de David S. O. pide la absolución y dice, al mismo tiemp,o que no hay delito en lo que sufrió la joven, ni, por tanto, autor, y que su cliente está exento de responsabilidad penal por "alteración psíquica" y "abuso de tóxicos", algo que los psiquiatras forenses del IML desmontan en su informe

David S. O., El Tuvi, en una comparecencia en los juzgados de Xàtiva por el asesinato de Isabell. | I. CABANES

David S. O., El Tuvi, en una comparecencia en los juzgados de Xàtiva por el asesinato de Isabell. | I. CABANES / I. Cabanes

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

La estrategia de defensa prevista. Desde el mismo instante, el 16 de junio de 2021, en que la Guardia Civil detuvo a David S. O.alias El Tuvi, por el asesinato de Wafaa Sebbah, 19 meses después del crimen, su estrategia de defensa –que ya había empezado incluso antes de su arresto, en cuanto se supo investigado por el otro asesinato que se le imputa, el de la embarazada de Xàtiva estrangulada y cosida a puñaladas cinco meses antes de que matara a Wafaa– ha sido buscar su inimputabilidad. En otras palabras, ser absuelto por la vía penal y quedarse con un mero internamiento.

Ahora, esa estrategia se confirma en el escrito provisional que su abogado ha presentado al juzgado y que se resume en que solicita su absolución esgrimiendo, por un lado, que es inimputable porque sufre, a su criterio, «un grave trastorno orgánico de la personalidad» y por otro, que tiene un problema de adicción a la cocaína, al alcohol y a los anabolizantes. Y lo afirma haciendo caso omiso del informe realizado por dos médicos psiquiatras del Instituto de Medicina Legal (IML) de València.

Es más, su abogado llega a decir en ese escrito que los hechos que narran la Fiscalía y las acusaciones particulares -basados en la autopsia y en la investigación de la Guardia Civil, que certifican que la joven fue vejada, violada, torturada, golpeada, acuchillada, estrangulada y tiroteada antes de ser arrojada, maniatada, con la cabeza totalmente tapada con cinta americana y lastrada con una azada, a un pozo de 16 metros de profundidad, no se sabe si muerta o aún agonizante– «no son constitutivos de delito».

En el mismo escrito y en párrafos consecutivos asegura que, «no habiendo delito, no cabe hablar de autoría», para, a continuación, aseverar que «mi mandante no responde, por cuanto no es autor de los hechos por los que se le acusa» y concluir, al mismo tiempo, que «está exento de responsabilidad».

David S.O. 'El Tuvi', tras ser detenido por la Guardia Civil.

David S.O. 'El Tuvi', tras ser detenido por la Guardia Civil. / P.Iborra

En su opinión, David S. O. «presenta un grave trastorno orgánico de la personalidad con clínica psicótica, de origen en un accidente de automóvil ocurrido en diciembre de 2015, en el que sufrió un traumatismo craneoencefálico grave. También sufría trastorno de control de impulsos y de abuso de THC [se refiere a cannabis], cocaína y alcohol».

Se escuda en que es "impulsivo"

Y prosigue: «Estas patologías generan en mi representado, una disminución de la capacidad de raciocinio, baja tolerancia a la frustración y reaccionar de manera impulsiva, sobre todo en situaciones de gran componente emocional. Estas enfermedades mentales», como las tilda la defensa pese a que no están recogidas en ningún manual médico, «sumadas al consumo de tóxicos, anabolizantes y esteroides, anularon sus capacidades cognitivas y volitivas en el momento de los hechos, sin poder percatarse de las consecuencias de sus actos, ni tener capacidad de autocontrol sobre los mismos», concluye.

La táctica de la defensa es buscar, como mínimo, eludir la prisión permanente revisable (PPR), pena que le piden todas las acusaciones, tanto la pública como las dos particulares, ejercidas por los letrados Jesús Ruiz de Valbuena, Juan Carlos Navarro e Isabel Carricondo en nombre de la familia de Wafaa

Y la piden porque todos coinciden en que se da el supuesto legal para ello, ya que asesinó a la chica después de haberla violado (para evitar que lo denunciara), agresión sexual que se produjo cuando la joven se negó a mantener relaciones sexuales con David S. O., algo que pretendía desde hacía años. Es justo ahí donde se enmarcaría esa «baja tolerancia a la frustración» que la defensa intenta esgrimir como un argumento a su favor cuando, en la práctica, supone culpar a Wafaa de las acciones criminales en su contra.

En todo caso, la defensa se sustenta únicamente en el informe psiquiátrico pagado por la familia de El Tuvi poco después de que supiese que lo investigaban por el asesinato de Isabell Raducanu y desmontado punto por punto por los psiquiatras del IML, que no solo dejan constancia de que no hay ningún dato médico objetivo de que Tuvi consumiera tóxicos, más allá de lo que él les contó a lo largo de cinco entrevistas (en todas las cuales se contradijo), sino que remachan que, si bien es cierto que existe un trastorno orgánico de personalidad derivado del accidente, la afectación de las bases de imputabilidad, si la hubo (varias veces dudan de la sinceridad del acusado y consideran que busca exculparse), sería «parcial» y «de grado claramente leve».