Los vecinos y visitantes de València, disponen de, por lo menos, cuatro días más para contemplar el manto que han confeccionado los vestidores de la Virgen con los ramos de claveles aportados por las falleras de las comisiones. Y la verdad es que la Patrona ha quedado guapa con el nuevo diseño. No solo luce en la espalda una alegoría al dibujo del espolín «fallera mayor de València». Es que también lleva elementos que recuerdan los pendientes y los pinchos que luce una fallera.

La sabia combinación es, como decía el vicepresidente de la Junta Central Fallera, Josep García Bosch, «un trabajo en equipo de todos nosotros» en alusión al equipo de vestidores. «Vemos que cada año crece el interés porque haya un elemento, una alegoría y estuvimos pensando qué hacer en esta ocasión». También lleva este año unos adornos florales que hacen las veces de rosario y los «bouquets» de las falleras mayores, que no se rigen por la disciplina del clavel, se han unido formando parte de la base del «cadafal» dejando un especie de tapiz multicolor.

Pero el manto esconde más historias. Este año, una muy especial. Mezclados entre los ramos se esconden muchas figuras de peces. Ha calado hondo el mensaje y el recuerdo a los acontecimientos de Almería.

Caras conocidas

La Ofrenda se ha convertido en un escenario con protagonistas políticos. Que no dejan de ser personas que siempre habían desfilado pero que ahora lo hacen con una nueva condición de personajes públicos. Si el primer día la protagonista fue Mónica Oltra, ayer fue Sandra Gómez, quien desfiló con la falla Rosario-Plaza Calabuig. Hasta el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, acudió a cumplimentarla en plena plaza. La primera teniente de alcalde, todo sea dicho, lucía un espectacular traje del siglo XVIII.

Concejales de todo el arco municipal han participado en el festejo, empezando por el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, que también es un veterano en estas lides.