El Ayuntamiento de Valencia rindió ayer homenaje a la memoria del doctor Ramón Gómez Ferrer, al descubrir una placa en la casa donde vivió sus últimos años y donde falleció el 21 de diciembre de 1924.

El doctor Gómez Ferrer nació en Valencia hace ahora 150 años, y fue catedrático de Pediatría y alcanzó los máximos rangos universitarios. Ayer, y en nombre de la alcaldesa, descubrió la lápida en la fachada del número 35 de la calle del Conde de Salvatierra la teniente de alcalde y concejal de Cultura, Mayrén Beneyto, quien en su discurso evocó la figura del ilustre profesor, hijo predilecto de Valencia, al que tanto debe la infancia de su tiempo y posterior por la labor que hizo, tanto en materia clínica como en el fomento de la educación de los niños. Asistió también el concejal Joan Calabuig, bisnieto del médico y nieto del que fue alcalde Baltasar Rull Villar.

En nombre de los familiares contestó con frases de agradecimiento el doctor y pediatra, nieto del homenajeado, Javier Enrique Gómez-Ferrer Sapiña, y asistieron numerosos descendientes del médico, tanto nietos como bisnietos y sobrinos. Los actos continuarán hoy con una misa vespertina en la iglesia de San Martín, y una ofrenda floral en marzo ante el monumento al doctor Gómez Ferrer erigido en 1920 en la Glorieta. En el verano, se presentará una exposición de recuerdos en Mora de Rubielos, de donde era la familia.