El joven zarrino que devuelve el servicio de peluquería al Valle de Ayora

Raul Martínez dejó su trabajo en València por emprender su negocio en Zarra, que dejó de tener un centro de estética hace cuatro años

Raúl lleva 6 años ejerciendo el oficio de peluquero. En la imagen, atiende a una clienta. | LEVANTE-EMV

Raúl lleva 6 años ejerciendo el oficio de peluquero. En la imagen, atiende a una clienta. | LEVANTE-EMV / GUILLERMO SEBASTÍA. ZARRA

GUILLERMO SEBASTÍA. ZARRA

Raúl Martínez inauguró el pasado mes de diciembre, en la localidad de Zarra, la primera peluquería que abre en este municipio del Valle de Ayora desde que cerrara la última hace ahora cuatro años. Este joven de 25 años, originario de esta localidad, decidió montar su propio establecimiento tras una dilatada experiencia ejerciendo el oficio en la gran ciudad: València.

«Quería acabar con el tópico de que en el pueblo te cortan mal el pelo», explica Raúl, entre risas. Con 16 años, en 2014, decidió abandonar su pueblo para cursar un grado medio de peluquería y estética en la ciudad de València. Una formación que le llevaría dos años, junto con su correspondiente período de prácticas. Después, estaría empleado hasta en dos peluquerías. Después, en 2019, tomó la decisión de adquirir un local en desuso en Zarra. Este lugar de dos plantas, pertenecía a un antiguo espacio en el que se encontraba un pajar en el piso superior, mientras que el inferior estaba dedicado para el cuidado de caballos.

En su vuelta a Zarra, a finales de mayo de 2022, decidió reformar la propiedad. En la parte superior de la construcción estableció el servicio de peluquería, mientras que la parte inferior la destinaría a su vivienda particular. Inicialmente, su idea era emprender en la muy habitada ciudad de València, pero en 2020 (el año de la pandemia) con el incremento de los alquileres empezó a plantearse la idea de volver a su lugar de nacimiento.

«Mi peluquería destaca por ser muy cercana con los clientes y ofrecerles un buen trato personal. Creo que cuando eres así puedes conseguir fácilmente su fidelidad». De hecho, Raúl afirma que no solo recibe visitas procedentes de su propio pueblo, sino que vecinos de las localidades cercanas como Ayora, Cofrentes o Jarafuel, lugares en los que sí existen centros de este tipo, también acuden para demandar sus servicios.

En estos meses ha sido el único trabajador del centro, aunque asegura que tiene la idea a futuro de ampliar personal en el caso de un aumento de la clientela en períodos vacacionales, que es cuando se concentra un mayor número de población en Zarra. También expresa que le gustaría, como es habitual en estos establecimientos, que exista de forma paralela a los peinados un servicio de estética.

«Los sábados suelo recibir más ingresos que el resto de la semana», dice el peluquero. Lo cierto es que debido a la despoblación que se ceba especialmente con esta comarca, la población suele desplazarse a las grandes ciudades , sobre todo aquellos que trabajan o estudian, y los fines de semana vuelve a su pueblo de origen, lo que dificulta la supervivencia de estos negocios.

Lidiar con la despoblación

Eso significa que emprender en este tipo de localidades supone un reto, pero en el caso de Martínez, le ha ido más que bien, pese a que los datos de población en Zarra, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), no son del todo optimistas: el municipio tenía 529 habitantes en el año 2013 y en la actualidad ha descendido hasta los 370.

Pese a todo, el peluquero destaca que este fenómeno se ha producido de forma más ralentizada que en otros municipios porque, como él, otros vecinos han decidido volver a su lugar de origen.

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