La capital de l’Horta Sud es una ciudad diversa, que creció con la llegada de decenas y decenas de familias de distintos puntos de España, especialmente en los años 60 y 70 del pasado siglo. La búsqueda de mejores condiciones de vida o de más oportunidades laborales y también la persecución política durante la dictadura franquista provocaron que Torrent se convirtiera en un mosaico, que ha convivido décadas y que incluso ha generado un asociacionismo propio como el de los centros andaluces, castellano-machegos o extremeños, que promueven actividades en la ciudad.
Y para rendir homenaje a todas aquellas gentes y la impronta que han ido dejando en Torrent, el consistorio ha promovido la creación del «Jardín de las Comunidades», un espacio verde situado en la avenida Reina Sofía, donde se han plantado 19 árboles, que son representativos de cada zona de España. Para elegir las diferentes especies, el ayuntamiento contactó con los correspondientes departamentos de cada uno de los 17 gobiernos autonómicos, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y se fueron definiendo los árboles más representativos durante meses de trabajo, desde el olivo de Andalucía al emblemático roble de Guernica de Euskadi.
El Jardín de las Comunidades se inauguraba hace unos días con una gran fiesta y un recorrido por este espacio, que ha ganado en calidad con la plantación de este arbolado de porte mediano.
Así, en la zona verde conviven el olivo (olea europea) de Andalucía, que puebla paisajes y abastece almazaras, con la encina (quercus ilex) de Aragón y también de Extremadura. Además, hay tres tipos de sabinas en el catálogo arbóreo que se ha generado. La sabina albar (juniperus thurifera) se ha elegido por ser propia de Castilla-León mientras que la sabina-ciprés de Cartagena (tetraclinis articulata) aparece como simbólica de la Ciudad Autónoma y de la Región de Murcia.
Los tejos (taxus de bacatta) de Asturias están representados en este Jardín de las Comunidades, mientras que la Haya (fagus sylvatica) se plantea como el emblema de Cantabria y de Navarra, que exhiben valiosos hayedales en sus espacios naturales, que han sido fuente de materias primas.
La viña aparece en los paisajes de media España donde se elabora vino de las distintas denominaciones de origen reconocidas en la actualidad y también caldos de autor. Pero en el caso del Jardín de las Comunidades, se ha atribuido a Castilla-la Mancha, a través de la variedad vitis vinifera.
La «garrofera» valenciana
De las distintas especies de la Comunitat Valenciana, el equipo responsable de componer el jardín ha optado por el algarrobo (ceratonia siliqua), en valenciano ‘garrofera’ que dibujaba los terrenos de secano de la mayoría de municipios de l’Horta y de la que se conservan ejemplares monumentales en algunas ciudades.
El ‘pi roig’ (pinus sylvestris) de Cataluña, el alcornoque (quercus suber) de la Ciudad de Ceuta, el madroño (arbutus unedo) de Madrid, la camelia de Galicia, el ‘ullastre’ o acebuche (olea europea sylvestris) de las islas Baleares, el drago canario (drago dracaena draco) y el roble reboyo (quercus pyrenaica) de la Rioja completan el jardín.
La camelia es uno de los árboles que aparece en este jardín como representativo de la comunidad autónoma de Galicia.
El olivo (a la izquierda) representa a Andalucía en el jardín mientras que la Ciudad Autónoma de Ceuta aparece en el espacio con un ejemplar de alcornoque.
Con la creación de esta zona, el consistorio aporta más calidad a un espacio verde existente yrefuerza su condición de ciudad que recibe premios de Viles en Flor.