El futuro político de la vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, es una incógnita, incluso para ella misma. «De momento, para 2023 espero estar físicamente viva: esa es mi aspiración. No hago planes a largo plazo», respondió ayer cuando fue preguntada sobre su porvenir, después de que Vicent Marzà (Bloc) haya dejado esta semana la puerta entreabierta a la posibilidad de optar a liderar la coalición valencianista. Oltra dijo que le parece «bien» que «otros compañeros» tomen posiciones y se postulen, porque «eso quiere decir que somos una organización viva, con personas que se comprometen».

La dirigente afirmó que, en los próximo cuatro años, únicamente está centrada en «llevar a cabo el mandato de los ciudadanos» como vicepresidenta y consellera de Igualdad.

Oltra también se pronunció sobre el mensaje trasladado a los feligreses por el cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares, en el que el prelado muestra su preocupación porque el acuerdo de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos podría «poner en peligro a España». Preguntada en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, la portavoz dijo que Cañizares «puede estar tranquilo» porque «conoce de primera mano las políticas del Gobierno valenciano y coincidimos en muchos aspectos». Oltra incidió en que el Consell «no deja de aplicar el mensaje evangélico de atención a las personas invisibilizadas y vulnerables».