Recibir un órgano con más de 70 años: "Me han regalado otra vida"

El trasplante de órganos en septuagenarios casi se triplica en la última década | Chelo recibió un nuevo hígado con casi 71 años "y doy gracias cada día por ello"

Consuelo Íñigo Martínez, de 71 años, recibió un hígado nuevo hace cinco meses.

Consuelo Íñigo Martínez, de 71 años, recibió un hígado nuevo hace cinco meses. / JM Lopez

A Chelo Íñigo Martínez le faltaban huecos en la agenda para quedar a la entrevista. "Es que me pillas con mil cosas", dice esta maestra y profesional de banca jubilada. Rezuma actividad y ya está pensando en cuando pueda retomar la natación y los baños que se va a dar en la playa. Está viviendo su vida al 100 % y da gracias cada día por ello porque hace cinco meses apenas era una sombra por el daño hepático causado por una hepatitis C. Pero recibió un trasplante de hígado. "Ahora soy otra persona" y todo cuando menos lo esperaba, con los 70 cumplidos.

Chelo es una de las 696 personas que en España recibieron el año pasado un órgano pese a que ya habían cumplido los setenta, una edad impensable para proponer a alguien como candidato a trasplante hace unos décadas. El grueso de este tipo de operaciones se sigue concentrando entre las personas de 45 a 69 años pero, por encima, lo que antes era casi anecdótico está ganando terreno. Así lo atestiguan las memorias anuales de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT): si en 2013 entraron a quirófano 254 "setentones" en toda España, el año pasado fueron 696, entre ellos Chelo, un aumento del 174 % y subiendo.

"Vamos hacia eso"

"También los hay de 80 años. Muy pocos pero los hay y vamos hacia eso", corrobora Rafael Zaragoza, coordinador autonómico de Trasplantes de la C.Valenciana que explica que la mayoría de estos trasplantados "añosos" son renales pero también hay un porcentaje que como Chelo reciben un hígado o incluso un trasplante pulmonar.

Los avances como la ECMO hacen posible conservar mejor los órganos y que personas en muerte cardiorrespiratoria puedan ser también donantes

No hay un solo factor que explique este cambio de paradigma sino varios. El primero y principal es que los 70 de ahora y el estado de salud con el que se llega no es comparable con el de hace unas décadas pero además han sido necesarios varios avances médicos y farmacológicos que han revolucionado la realidad de la donación entre ellos la capacidad "para conservar mejor los órganos donados", explica Zaragoza. Ahí la técnica ECMO (de oxigenación extracorpórea a través de membrana) ha sido vital. Es lo que ha permitido sumar muchos nuevos donantes (y órganos) y no solo aquellos que fallecían de muerte encefálica.

Ahora los órganos de una persona que fallece por un paro cardiaco o un accidente cerebrovascular son candidatos a trasplante "gracias a que se conservan mejor y en estos años tenemos estudios que confirman que órganos de personas mayores funcionan muy bien en receptores de una persona de edad paralela", explica el especialista. Así, hay más donantes mayores y, por tanto, se aceptan candidatos a trasplante de más edad. Por ejemplo, el año pasado el 30 % de donantes valencianos tenían entre 60 y 70 años. Además los tratamientos con medicación inmunosupresora han mejorado.

"El médico me dijo que preparara la maleta, que me llamarían rápido"

Chelo recibió la propuesta de trasplante "muerta de miedo". "Nunca se me había pasado por la cabeza" y menos a su edad pero su equipo médico de La Fe (el hospital que más trasplantes de hígado hizo el año pasado en España) se lo planteó el pasado verano después de que su hígado llegara al límite y le provocara incluso una encefalopatía que la dejó en coma tres días. "Me recuperé pero yo ya no estaba bien", reconoce y eso que ni la hepatitis C ni los tres cánceres que ha superado en estos años le habían limitado para tener una vida activa.

"Me eché a llorar porque pensaba que el órgano no iba a llegar a tiempo pero el médico me dijo que las cosas habían cambiado mucho, que hiciera la maleta"

"Cuando me dijeron que el comité me había aceptado para ir a trasplante me puse a llorar porque pensaba que no iba a llegar a tiempo el órgano", asegura. En aquel momento, sin embargo, su médico le dijo unas palabras que Chelo dice va a recordar toda la vida: "Me dijo: 'esto ha cambiado mucho. Casi no hay lista de espera. Coja su mejor maleta, llénela y déjela detrás de la puerta porque a lo mejor en unos días, la llamamos'. Eso me dijo y eso hice", rememora. Efectivamente, fueron apenas dos semanas de espera.

No tardó mucho tiempo en darse cuenta del cambio que iba a suponer haberse trasplantado. "Me ha cambiado la vida totalmente y lo nota todo el mundo". Ahora Chelo tiene dos fechas que celebrar, la de su cumpleaños en diciembre y, por ahora, su cumplemés del trasplante: ese 16 de septiembre que le dio "una nueva vida. Pienso mucho en el donante y rezo por él y por su familia. En el peor momento, dentro de lo malo salió algo bueno. Ójala todos se hicieran donantes".