El Consell evita los recortes por la sequía pero pide a Europa más ayudas agrarias

Las reservas de agua permiten a la Comunitat Valenciana esquivar situaciones como las de Cataluña o Andalucía pero Puig habla ya de "tomar medidas" de cara a un otoño "complejo" si no llueve y el campo reclama una PAC "más flexible"

La consellera de Agricultura, Isaura Navarro, y el secretario autonómico, Roger Llanes.

La consellera de Agricultura, Isaura Navarro, y el secretario autonómico, Roger Llanes. / Levante-EMV

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

El Consell evita, por el momento, las restricciones de agua gracias a las reservas acumuladas en los embalses pero sí reclamará a Bruselas más ayudas agrarias en un contexto de sequía generalizada. La necesidad de ampliar el riego por goteo también a los cultivos de secano, así como la de adaptar los requisitos de la Política Agraria Común (PAC) a la realidad del campo valenciano, fueron algunas de las cuestiones que ayer se abordaron en la Mesa de la Sequía de la Comunitat Valenciana. «No estamos en una situación extrema», señalaba Jorge Tamayo, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología, aunque apelaba a reducir el gasto de agua.

Organizaciones agrarias y de regantes dejaron ayer palpable su preocupación por la «complicada» campaña estival, en la que ya dan por perdidas partidas enteras de cereal o de cerezos. Isaura Navarro, consellera de Agricultura y Transición Ecológica, se comprometió a que las reclamaciones se trasladarán «de manera inmediata». No solo para que se flexibilice la PAC, sino también los fondos procedentes de los PDR (Programas de Desarrollo Rural). Solo la modernización del regadío y la apuesta por la reutilización permiten ahora a la Comunitat Valenciana esquivar la situación de emergencia en la que se encuentran las cuencas de Cataluña o Andalucía.

Poco antes de que concluyera la cita, en la sede de la conselleria, Ximo Puig apostaba por anticiparse a escenarios más complejos de cara al otoño de mantenerse el actual déficit pluviométrico. El presidente de la Generalitat, tras reunirse con la Comunidad de Regantes Acequia Real del Júcar, abría la puerta a «tomar medidas ante una situación de cambio climático».

José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, apuntaba a la agencia Europa Press, que ya están regando como en pleno verano por las altas temperaturas, consumiendo así las reservas estivales. «Las frutas de verano y los cítricos pueden tener muchos problemas de cara a la campaña que viene», advertía.

En el interior de la provincia de Valencia, en la zona de Utiel-Requena, la situación es «drástica e insostenible», según Luis Fernando García. El secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) hablaba de auténtico «secarral», por lo que solicitaba medidas ya. «La sequía es total, no sé lo que va a pasar ni de qué vamos a comer, o nos ayudan o a ver qué pasa», apuntaba.

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La Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias recomendaba ayer extremar las precauciones durante los próximos días festivos en los que se prevé una subida de las temperaturas y, por tanto, un aumento del riesgo de incendios forestales. Durante estos días se mantendrán los vuelos de vigilancia programados y el Servicio de Bomberos y Bomberas Forestales de la Generalitat así como los diferentes efectivos de emergencias y seguridad coordinarán varios dispositivos preventivos por aire y por tierra en las zonas de más riesgo. El Gobierno, además, adelantó ayer mes y medio el inicio de la campaña de incendios dado el elevado riesgo por las altas temperaturas y la falta de lluvias.

Trasvase urgente

En esa línea se expresaban también desde la Junta Central de Usuarios de Vinalopó, Alicante y el consorio de la Marina Baixa, que hace unos días pidieron al Gobierno un trasvase «urgente». En la reunión, además de la consellera Navarro, intervino el secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, parte del sector empresarial, de las Confederaciones Hidrográficas del Júcar y el Segura, así como expertos de Aemet, el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) y el Centro de Estudios sobre Desertificación (CIDE), que expusieron las previsiones que afectan a la zona mediterránea, frente al descenso de los índices de lluvias y el incremento de las temperaturas.

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La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica vuelve a permitir las quemas agrícolas que prohibió el pasado 28 de marzo en plena ola de calor y con riesgo extremo de incendios. La restricción se mantiene, eso sí, en aquellos puntos situados a menos de 100 metros de terrenos forestales y hasta el 31 de mayo. El departamento que dirige Isaura Navarro argumenta que tras un mes sin poder eliminar los residuos de la poda con el fuego, el gran volumen de biomasa acumulado supone un potencial riesgo. La resolución oficial incide en la necesidad de gestionar los restos generados tras dos meses de poda en gran parte de los cultivos leñosos. Los titulares de explotaciones agrarias y las organizaciones del campo habían advertido de que la acumulación prolongada de estas operaciones de cultivo pueden tener consecuencias sanitarias graves para las propias plantaciones y las colindantes

«Para evitar la propagación de plagas, reducir sus poblaciones, mitigar sus efectos o conseguir la erradicación de los organismos nocivos, en la mayoría de ocasiones solo puede ser a través de las quemas», apunta el documento. La instrucción remarca que se actuará con «prudencia y seguridad para minimizar las negligencias que puedan derivar en un incendio forestal y por este motivo se considera necesario, durante este mes de mayo, evitar las quemas en la franja más cercana al terreno forestal». La Generalitat activó la prohibición durante el incendio que calcinó más de 4.600 hectáreas en el Alto Mijares, cuyo origen se investiga y que todo apunta a los trabajos de una desbrozadora.

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