Las visitas a urgencias se disparan tras la pandemia a niveles no vistos en nueve años

Los 2,45 millones de pacientes atendidos en 2022 marcan un nuevo récord y supone recibir a una media de 577 pacientes al día en La Fe o 500 en el Hospital Clínico

Los retrasos en Primaria explican en parte esta subida, que alimenta los episodios de colapso

Sala de espera de las Urgencias de La Fe, abarrotada, una tarde de mediados de enero.

Sala de espera de las Urgencias de La Fe, abarrotada, una tarde de mediados de enero. / Germán Caballero

Se sabía que el año pasado, el de la vuelta a la normalidad tras dos años de covid-19, había sido difícil en la sanidad valenciana: muchos más pacientes a los que visitar y un retraso acumulado a muchos niveles, ya sea en los centros de salud, pruebas diagnósticas, consultas con los especialistas o para operarse. Ahora las cifras vienen a confirmar esa sensación de que, tras la pandemia, la tensión sobre el sistema sanitario aumentó de forma significativa. En toda la C. Valenciana se superaron los 2,45 millones de visitas a las urgencias de los hospitales. Fueron más que las registradas en 2021 pero también más que las del último año antes de la pandemia (2019) y marcan un récord en los últimos nueve años.

Así lo certifican las cifras del avance de la Memoria de Gestión 2022 que la Conselleria de Sanidad acaba de publicar y que refleja la presión que soportaron los hospitales valencianos el año pasado en las puertas de urgencias: 6.714 pacientes al día de media a los que atender en los 27 hospitales de la red y con una tasa de ingresos del 12 %. De cada 100 personas que entran de urgencia, ocho se quedan hospitalizadas. En grandes hospitales como La Fe esto supone atender a una media de 577 pacientes en las urgencias al día, 500 en el Hospital Clínico o 469 en el General de Alicante.

J. Millán: «Desde la segunda mitad del año notamos un aumento importante que se mantiene este año»

El aumento de un año para otro llega al 18 % aunque era algo de esperar teniendo en cuenta que en 2021 aún en plena pandemia, el acceso a los hospitales estaba bastante restringido y los problemas que no fueran covid llegaban con cuentagotas, sobre todo en el primer semestre cuando se vivió la peor ola de infecciones y muertes en la C. Valenciana. Lo que no se esperaba era que el volumen de visitas superara a las de 2019 "que ya fue un año malo", apunta el jefe del Servicio de Urgencias del Hospital La Fe de Valencia y presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en la C.Valenciana, Javier Millán.

Los porqués del aumento

A Millán no les sorprenden las cifras ya que era algo que venían notando. "Sobre todo desde la segunda mitad del año, notamos un incremento importante con esa nueva normalidad que se aceleró en el último trimestre del año". Para Millán el año se cerró con departamentos especialmente estresados con "un 20 o un 25 % más de visitas a urgencias que el año anterior" pero también muy por encima a lo que era normal en prepandemia.

Para Millán no hay una sola respuesta cuando se trata de buscar un porqué. "Es un problema complejo a múltiples niveles", concede. Es cierto que, tal como había detectado desde la administración, la sensación de vulnerabilidad que se extendió entre la población tras la pandemia tuvo que ver en que las salas de urgencias estuvieran más llenas pero también y de forma importante, esa tensión "en todo el sistema", con problemas y demoras importantes para ver al médico de Familia ("los problemas en Atención Primaria repercuten una mayor presión en los hospitales", recuerda Millán), la demora en las consultas externas o la paralización y retrasos en las listas de prueba o para operarse. "Todo eso repercute en que haya más urgencias".

Faltan camas

Y a más urgencias, más personas ingresadas. El año pasado tuvieron que quedarse hospitalizadas ocho de cada 100 personas que entraron por urgencias, un 12,08 %, tasa que sí es menor a la del año anterior. Esto sí tiene una explicación directa en la pandemia. A mayor apertura de los hospitales, más urgencias de todo tipo que entran, también las de menor gravedad sobre todo cuando otros niveles asistenciales tienen problemas. Si no se puede ver al médico de Familia en un tiempo prudencial, es más habitual que el paciente vaya al hospital.

De cada 100 personas que llegan a urgencias, ocho tienen que ingresar y no siempre hay camas disponibles

Aunque el porcentaje ha bajado, el volumen de ingresados también fue en 2022 el mayor en nueve años lo que ha favorecido que se reprodujeran los momentos de colapso en los hospitales. "Aunque el porcentaje haya bajado, hubo más ingresos y competimos con la actividad programada del hospital (que se ha recuperado), lo que nos lleva a momentos de colapso y a que los pacientes tengan que esperar muchas veces demasiado tiempo en condiciones que no son las adecuadas", reconoce Millán. Ahí están los episodios sostenidos en hospitales como el Clínico, el General de Valencia o La Fe que además no se han ceñido solo a esas épocas de repunte de gripe a finales de enero como era habitual. "Tampoco los virus han tenido esa estacionalidad tan marcada, apunta Millán. .

¿Y 2023?

Después de que 2022 haya roto todas las estadísticas, parece que la presión se mantiene este año. Al menos por la sensación que están teniendo los profesionales de Urgencias y que resume Millán. "En estos primeros cinco meses del año ya estamos con otro aumento de las visitas con respecto al año pasado de entre un 5 y un 7%. Si lo sumamos al aumento que hubo de 2019 a 2022, estaremos en una tensión considerable", apunta el especialista.

Si se mantiene esta presión en Urgencias, es inevitable que se reproduzcan los problemas de saturación -en el Clínico no han dejado de producirse retrasos durante todo el principio de año- y la solución no es fácil. "O abordamos el problema, ya sea con más recursos, potenciando la Atención Primaria o con más educación sanitaria para los pacientes o entramos en una espiral que compromete los recursos sanitarios yal propio sistema", advierte el responsable de La Fe.