Carlos Mazón, elegido president de la Generalitat con los votos de PP y Vox

El nuevo jefe del Consell defiende el pacto de gobierno pero marca distancias con la ultraderecha y promete diálogo también con PSPV y Compromís

Es el primer barón en alcanzar un gobierno autonómico gracias a los radicales tras el 28M 

Carlos Mazón, elegido nuevo president de la Generalitat

EP

El Botànic ya es historia. Carlos Mazón fue investido ayer como nuevo president de la Generalitat -el séptimo de la democracia-, poniendo fin a ocho años de gobierno de la izquierda en la Comunitat Valenciana y recuperando el poder para el PP en una plaza clave. En un pleno rápido y sin sorpresas, el candidato del PP obtuvo la confianza de las Corts gracias a los votos de sus 40 diputados y de los 13 de Vox, con quien el próximo jefe del Consell firmó un acuerdo de coalición hace justo un mes. Populares y ultras sumaron de esta forma 53 síes frente a los 46 noes de PSPV y Compromís. El BOE oficializará de forma inminente el nombramiento y el lunes se celebrará la toma de posesión, tras lo que se espera que se anuncie el nuevo Ejecutivo de forma inminente.

Mazón se convierte de esta manera en el primer barón popular en alcanzar una presidencia autonómica con el apoyo de Vox tras las elecciones del 28M. Lo hace además a diez días de las elecciones generales. La ultraderecha le agradeció expresamente ayer su «valentía» y la contrapuso con la de «otros de su partido en otros lugares de España». También es la primera ocasión en la era de Alberto Núñez Feijóo como presidente nacional en la que el PP abre la puerta de un Gobierno a la extrema derecha. 

El hasta el miércoles presidente de la Diputación de Alicante mantuvo a lo largo de casi todo el pleno de investidura un tono conciliador, tendiendo una y otra vez la mano a la oposición para alcanzar consensos en asuntos estratégicos y evitando ir al choque con los encargados de replicarle desde la bancada opuesta, Ximo Puig  -que pese a no ser síndic será el encargado de intervenir por el PSPV ante este tipo de días señalados- y Joan Baldoví, portavoz de Compromís.

En su discurso inicial, de unos 50 minutos de duración y con pinceladas en valenciano pese a no ser un hablante habitual de la lengua cooficial de la autonomía, Mazón buscó exhibir un perfil centrista y negociador, dirigiéndose mucho más a la izquierda que a sus socios, hacia quien no dejó ningún guiño. Anticipó «discrepancias» pero pidió resolverlas «siendo un gobierno y no un mal espectáculo». 

Sí que agradeció a sus 13 diputados el apoyo a su investidura y defendió el acuerdo como el único posible tras las negativas de PSPV y Compromís a apoyar su candidatura. También elogió a quien será su vicepresidente primero, el torero Vicente Barrera, de quien dijo que «hará una cultura libre y para todos».

Para marcar distancias con la ultraderecha y de modo preventivo ante la polvareda levantada tras la cesión de eliminar la violencia machista, que Vox niega, por «violencia intrafamiliar», Mazón trató de ser tajante al respecto y anunció, a modo de prueba de vida, que la Conselleria de Igualdad tendrá rango de vicepresidencia en su futuro Ejecutivo, algo que ya sucedía con el Botànic.

El nuevo Consell, a punto: «Lo tengo casi todo claro»

Con la investidura resuelta, el siguiente escalón es conocer el nuevo Consell de Carlos Mazón. El propio dirigente aseguró al término del pleno, en un corrillo con periodistas, que lo tiene «casi todo claro» y que anunciará las conselleries y sus titulares de forma inminente tras la toma de posesión, que se celebrará el lunes en las Corts. De momento solo se conocen las tres carteras de Vox (Cultura, Justicia y Agricultura). El PP gestionará siete, que engloban el 95 % del presupuesto total.

Además de pronunciar expresamente el término «violencia machista», el popular condenó «cualquier tipo de violencia que se produzca en cualquier ámbito laboral, machista, intrafamiliar, de género o de identidad sexual, racial y en cualquiera de sus formas». Igualmente, rechazó que «nadie se pueda sentir amenazado por elegir a quién ama», en un guiño al colectivo LGTBI, también señalado por la ultraderecha.

Estuvo más tibio, sin embargo, para corregir a la síndica de Vox, Ana Vega, tras una intervención en la que la alicantina sacó toda la artillería negacionista de su formación para disparar contra la violencia machista, el cambio climático, la memoria histórica o el valenciano, entre otras dianas habituales de los radicales.

Vega calificó el compromiso de luchar contra la «violencia intrafamiliar» recogido en el acuerdo de gobierno como un «importante paso» para «proteger por igual a las víctimas de cualquier violencia» y que «todos tengan exactamente la misma protección». Mazón no contradijo estos argumentos en su turno de réplica, el cual dedicó a incidir en los puntos en común con Vox, entre los que enumeró la «libertad educativa», la reducción de la «grasa política» en la administración, la financiación o el trasvase.

Tono constructivo con Puig

El candidato popular arrancó la sesión algo encorsetado pero fue ganando en soltura conforme avanzó el pleno y fue liberando tensiones con las réplicas de Puig y Baldoví. President saliente y president entrante mantuvieron un enfrentamiento poco habitual en el que hubo más propuestas que reproches. Estos últimos llegaron a cuenta de la violencia machista, sobre la que el socialista avisó que estará vigilante. El popular le pidió «no infundir miedo» sobre su futuro Consell. En el lado propositivo, Puig le ofreció pactos en violencia machista, valenciano y calidad democrática y Mazón dobló la oferta con financiación y agua.

Con Baldoví tuvo tal vez el momento de mayor inspiración. Tras una intervención dura, aunque con giros cómicos, del valencianista, Mazón ironizó con el acuerdo alcanzado con la coalición en la Mesa de las Corts. «No me riña tanto, que tan mal no me porté con usted en el único pleno que he tenido», bromeó. Más duro fue para replicar las acusaciones de Compromís sobre su postura ante la violencia machista. Rescató el caso Oltra y exigió que la coalición pida perdón a la víctima de los abusos.