"El coste ambiental de no hacer nada y dejar perder l'Albufera es mucho mayor de lo que vale dragarla"

Expertos de la comisión científica del Parque Natural sostienen que la supervivencia del lago pasa por retirar los lodos contaminantes que se acumulan en su lecho

Sondeos puntuales han detectado acumulaciones de 1,5 metros de sedimentos que llegan a los 1,80 en la desembocadura del barranco de Chiva

Embarcadero del lago de l'Albufera.

Embarcadero del lago de l'Albufera. / J. M. López

Rafel Montaner

Rafel Montaner

Miembros de la Comisión Científica de la Junta Rectora del Parc Natural de l'Albufera consideran que la supervivencia del lago y su regeneración pasa sí o sí por el dragado de su fondo con el fin de retirar los lodos contaminantes que se acumulan en su lecho. "El dragado de la l'Albufera supone una inversión importante, pero el coste ambiental de no hacer nada y dejar perder el lago es mucho mayor", afirma con contundencia el profesor e investigador del departamento de Ingeniería Cartográfica Geodesia y Fotogrametría de la Universitat Politècnica de València (UPV), Luis Blanch.

Este comité científico, formado por más de 40 expertos de diferentes universidades, abordará en las próximas semanas los pros y los contras de un posible dragado de l'Albufera, una medida solicitada por activa y por pasiva por las comunidades de pescadores y agricultores del Parque Natural pero que genera controversia cada vez que se propone. De hecho, la comisión científica ya tiene sobre la mesa un informe del Servicio Devesa-Albufera que alerta de que el dragado total del lago, además de ser una actuación de "incierto resultado y con un coste exorbitante", aceleraría la salinización de las aguas".

Hasta 1,8 metros de sedimentos

El propio Blanch, y también otro miembro del comité científico del Parque Natural, el catedrático de Ciencia Animal de la UPV, Miguel Jover, no comparten dicho informe al subrayar que dragar l'Albufera tendrá más ventajas que inconvenientes. Ambos sostienen que los lodos acumulados en el fondo, que en algunos puntos llegan hasta los 1,8 metros de altura según los sondeos puntuales que han realizado, ponen en jaque la regeneración del agua y de la vida en el lago.

Una barca con turistas navegando por el lago de l'Albufera.

Una barca con turistas navegando por el lago de l'Albufera. / J.M. López

Para Blanch el primer problema es que "no existen datos fiables sobre la realidad del fondo de un lago cuya superficie ocupa 25 km2, ya que el último estudio que se hizo tiene casi 20 años". Por ello propondrá a la comisión científica la realización de un amplio estudio batimétrico de l'Albufera "con el fin de establecer las zonas más afectadas por la acumulación de sedimentos, ya que en los sondeos puntuales que hemos realizado hemos detectado acumulaciones de 1,5 metros de lodos que llegan a los 1,80 m en la zona norte del lago, junto a la desembocadura del barranco de Chiva".

Fangos con fósforo, hidrocarburos, plásticos, metales y plaguicidas

Esta batimetría, insiste, "debe estar acompañada por un estudio geofísico que permita establecer la columna estratigráfica de los lodos con el objetivo de identificar sus componentes y determinar si son contaminantes o no". El investigador de la UPV explica que en los últimos 60 años, los vertidos de aguas residuales urbanas e industriales sin depurar han afectado gravemente al lago. "Sabemos que en los sedimentos se acumula fósforo, de ahí su color verdoso, procedente de los detergentes fosfatados que se utilizan en las lavadoras de los hogares e hidrocarburos de los polígonos industriales, plásticos, metales y plaguicidas", alerta.

Estos fangos contaminantes de origen antrópico, según el profesor de la UPV, "están disueltos o en suspensión en el agua formando una especie de papilla no compactada, que sería necesario retirar para regenerar la vida en el lago". El dragado, subraya, "en ningún caso supondría excavar el lecho consolidado de l'Albufera y debería hacerse con todos los datos en la mano, lo que nos permitirá delimitar las zonas prioritarias para actuar y dado que el coste económico es muy elevado trazar un plan a 10 o 20 años". Eso sí, añade, "monitorizando los resultados del dragado con análisis del agua que permitan determinar si la retirada de los lodos incrementa la salinidad del lago". En l'Albufera, concluye Blanch, "no podemos cometer errores, y sería igual de equivocado dragar sin ton ni son como no hacer nada".

"En l'Albufera no podemos cometer errores; sería igual de equivocado dragar sin ton ni son como no hacer nada"

Luis Blanch

— Profesor del departamento de Ingeniería Cartográfica Geodesia y Fotogrametría de la UPV

Praderas de charas

Jover, por su parte, afirma con rotundidad que "sin el dragado de l'Albufera es imposible salvar el lago". "La cadena ecológica de l'Albufera está rota y la única forma de recomponerla es retirando los sedimentos acumulados que impiden que crezcan las praderas de charas que desaparecieron en los años 70 del pasado siglo por los vertidos de aguas urbanas e industriales sin depurar".

Suelta de anguilas en l'Albufera en una imagen de archivo.

Suelta de anguilas en l'Albufera en una imagen de archivo. / Levante-EMV

Estas praderas sumergidas de carófitos (Chara vulgaris) , a la que los paisanos de l’Albufera llamaban asprella, son ecológicamente importantes en los ecosistemas acuáticos de agua dulce ya que ayudan a controlar los ciclos de nutrientes, mejoran la claridad del agua, y son importantes fuentes de alimento para las aves acuáticas y los peces y, por tanto, sirven como bioindicadores de un estado óptimo de los ecosistemas.

"La cadena ecológica de l'Albufera está rota y la única forma de recomponerla es retirando los sedimentos que impiden que crezcan las praderas de charas"

Miguel Jover

— Catedrático de Ciencia Animal de la UPV

"Si queremos una Albufera llena de vida, que vuelvan las anguilas, los llobarros y las lubinas, necesitamos que crezcan de nuevo las praderas de charas que es donde viven las gambetas y peces que están en la base de la cadena alimentaria de estas especies", detalla el catedrático. "Si no se retiran los sedimentos acumulados, cada vez que hay tormentas ese fango entra en suspensión y resta transparencia al agua, con lo que la luz no llega al fondo y, sin luz, no hay charas", añade. "L'Albufera necesita agua limpia, por eso es clave acabar con los vertidos sin depurar, pero de nada sirve esa agua de calidad si el fondo del lago está sucio", concluye Jover.

Reforzar 'tancants' y motas

Sobre el destino de los lodos extraidos si finalmente se opta por dragar l'Albufera, tanto Blanch como Jover, defienden que si una vez analizados "no son peligrosos, se podrían destinar a reforzar los tancats y las motas del lago", o incluso verterlos al mar "pues ese sería su destino final si no existieran las compuertas del lago".

Panorámica del lago de l'Albufera.

Panorámica del lago de l'Albufera. / J. M. López

Sin agua l'Albufera "en 100 o 200 años no será más que una pinada"

Otro miembro del comité científico de l'Albufera, el catedrático de Botánica emérito de la UPV, el profesor Herminio Boira, no es contrario al dragado aunque a su juicio los sedimentos no son el principal problema del lago. "Tengo una visión pesimista realista sobre el futuro de l'Albufera, que en mi opinión está muerta por la falta de agua", advierte. "Si pregunta a un pescador o a un labrador, le dirán que hay que dragar sí o sí... No dudo que retirar los sedimentos contaminantes sería positivo, aunque es difícil dragar todo el lago, además de muy costoso y se abriría un debate sobre dónde depositar esos lodos. No obstante, lo que condena a desaparecer a l'Albufera es que ya no le llega agua", añade.

"Tengo una visión pesimista realista sobre el futuro de l'Albufera, que en mi opinión está muerta por la falta de agua"

Herminio Boira

— Catedrático de Botánica emérito de la UPV

"En los años 60 del pasado siglo a l'Albufera llegaban 640 hectómetros cúbicos de agua y ahora solo entran 50 y de mala calidad, porque hay polígonos industriales que siguen vertiendo agua sin depurar", asevera Boira. Sin agua, advierte, "l'Albufera se irá colmatando y en 100 o 200 años no será más que una pinada".

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