La contaminación por ozono ‘malo’ baja este año pese a las olas de calor

La combinación de temperaturas elevadas con las emisiones incrementa los niveles en las tres grandes áreas metropolitanas, pero también en puntos como Torrevieja, Gandia, Zarra y Villena

Numeroso tráfico 
en la Avenida del Cid 
de València.  m.a.montesinos

Numeroso tráfico en la Avenida del Cid de València. m.a.montesinos / minerva mínguez. valència

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

La población valenciana ha respirado en lo que va de 2023 aire contaminado por ozono troposférico, el ‘malo’. Sin embargo, los valores registrados han sido más bajos que en años anteriores ,pese a las elevadas temperaturas y las olas de calor del verano que se mantienen aún en octubre. Eso sí, los niveles suben en las tres grandes áreas metropolitanas, pero también en cuatro zonas geográficas más. De las sesenta estaciones de control de la red de vigilancia de la Generalitat Valenciana, la de Zarra ha sobrepasado durante más de 25 días los parámetros recomendables para la salud, según el último informe de Ecologistas en Acción.

La mejoría de la situación ha sido relevante en las zonas Cérvol-Els Ports, Mijares-Penyagolosa, Palancia-Javalambre y Túria, con una reducción del número de días con mala calidad del aire superior al 60 %. A cambio, se ha incrementado en la aglomeración de Alicante y en algunas estaciones de Castelló ciudad (Patronat d’Esports) y València (Avenida de Francia, Boulevard Sud y Pista de Silla), además de en los centros turísticos de Gandia y Torrevieja. Dos tercios de los medidores han seguido por encima de lo marcado por la Organización Mundial de la Salud.

La caída más drástica se ha dado en las estaciones del interior de Castellón y Valencia que hasta la pandemia incumplían sistemáticamente el estándar legal. En concreto se trataba de Coratxar, Morella, Benigànim, Ontinyent, Vilamarxant y Villar del Arzobispo. En cualquier caso, el cuadro general de la Comunitat Valenciana es el de unos elevados niveles de ozono troposférico que afectan a todo el territorio. Su procedencia, en gran medida, hay que buscarla en los óxidos de nitrógeno emitidos por el tráfico motorizado de grandes concentraciones de población como Valencia, Alicante, Castellón y Elx, además de por las carreteras interurbanas.

Efectos sobre la salud

El ozono no es un contaminante emitido directamente a la atmósfera por una fuente, sino formado a partir de reacciones entre los óxidos de nitrógeno (NOx), los compuestos orgánicos volátiles (COVs) y una radiación solar intensa a lo largo de un periodo de tiempo largo. Los efectos que puede provocar sobre la salud son dificultades respiratorias que pueden ser graves en caso de enfermedades previas.

Los niveles elevados de ozono pueden causar un incremento de la mortalidad diaria. Diecisiete zonas de Andalucía, Illes Balears, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunitat Valenciana, Extremadura y Comunidad de Madrid, con 11,8 millones de habitantes, han seguido incumpliendo el objetivo legal en el trienio 2021-2023, al excederlo en al menos una de las estaciones de medición ubicadas en su interior, según el grupo ambientalista.

Durante el verano de 2023, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III ha identificado en la Comunitat Valenciana 316 muertes atribuibes a las elevadas temperaturas, similares las registradas en 2022 y por encima de las estimaciones en años anteriores, situación agravada por la exposición al ozono con el incremento de la radiación solar.