Asoc. Familiares Alzhéimer (AFAV): Los guardianes de la memoria

Les diferencia su especialización terapéutica. Su sello de calidad es la innovación en terapias no farmacológicas para ralentizar la temida enfermedad del alzhéimer. Ese es uno de los motivos de su larga lista de espera y también de haber sido galardonada con el Premio Levante-EMV en la categoría de Acción Social, con el patrocinio de Grupo Gimeno. Se trata de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Valencia (AFAV), una entidad que cumple 30 años de trabajo y lucha con tres objetivos: mejorar el día a día de los enfermos de alzhéimer, ayudar a los familiares y visibilizar y sensibilizar a la sociedad frente a una enfermedad que es mucho más que el olvido.

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La presidenta de AFAV, Ana María Ruiz Cano, atiende a Levante-EMV tras una de las actuaciones de «Les Veus de la Memòria», el primer y único coro formado por personas enfermas de alzhéimer y otras demencias de España que es embajador de excepción de la asociación. Ellos son la cara visible de la entidad y son, además, infalibles en cuanto a sensibilización se refiere. Acaban de actuar en un homenaje a Nino Bravo y la actuación les sirve, además, de terapia. «Han actuado en el homenaje a Nino Bravo y es increíble escucharles recordar facetas de su vida, anécdotas... La musicoterapia funciona. Tiene mil efectos positivos para los enfermos pero es que, además, con el coro se ha demostrado que los enfermos, además de recordar, también aprenden cosas nuevas. Con ‘Les veus de la memòria’ los enfermos de alzhéimer han aprendido a cantar en inglés, en italiano... en lenguas que no son las suyas y con las que no habían tenido contacto. Es algo increíble», explica la presidenta de AVAF.

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El coro de la AVAF es una de las terapias que trabajan en la entidad, pero no la única, ni mucho menos. La Casita del Ayer, la Sala Multisensorial o Snoezelen, la Terapia Píxels XL, Robótica terapéutica, la Doll Therapy o Terapia con muñecos, los denominados Juegos serios o las Plataformas de estimulación cognitiva y física son algunas de las terapias que hacen de AVAF un centro diferente. Todo adaptado y personalizado al usuario (a sus gustos y a sus capacidades cognitivas pero también de socialización), ya que ahí reside la importancia y efectividad de las actividades que se realizan.

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Una enfermedad sin cura

Las terapias funcionan y consiguen el principal objetivo de una enfermedad que, de momento, no tiene cura y que se centra en demorar el avance del deterioro cognitivo. Por eso, AFAV es un centro pionero y de referencia porque es un centro terapéutico. Y ese es el motivo por el que los usuarios deben «poder trabajar»; es decir, si la enfermedad está muy avanzada, el enfermo necesitará otro tipo de recurso.

Cada día, AVAF atiende en el centro ubicado en Benicalap a 70 usuarios, pero cada día son diagnosticadas con alzhéimer 30 personas en la Comunitat Valenciana. La entidad cuenta con 2.850 socios y ofrece servicios a más de 8.000 personas al año. Son de los pocos centros terapéuticos de alzhéimer (y otras enfermedades similares) que hay y hace años que colgó el cartel de «completo». «Ojalá poder atender a todas las personas que tenemos en lista de espera», explica Ana María Ruiz Cano, satisfecha por recibir un premio «que para nosotros tiene un valor inmenso». Y es que visibilizar y «normalizar» la enfermedad forma parte de una asociación que trabaja, cada día, para mejorar la vida de las familias que viven y conviven con esta enfermedad.