"Lo primero que hay que evitar es que lleguen aguas contaminadas a l'Albufera"

El profesor de la UPV, Luis Blanch, propone una seria de medidas que debe abordar la Administración ante la falta de agua del lago

Los agricultores ya han aportado todo el agua y "lo que se envíe de más pondrá en riesgo la campaña agrícola del año que viene, si no llueve"

La falta de agua es evidente en el embarcadero.

La falta de agua es evidente en el embarcadero. / J.M. López

Mónica Ros

Mónica Ros

L'Albufera precisa de una serie de acciones que debe llevar a cabo la Administración para mantener y preservar el lago, a largo plazo. Así lo aseguran los expertos consultados por este diario. Ahora bien, son medidas que necesitan una importante inversión económica. Y no llegan. Nunca parece ser el momento adecuado para realizar un desembolso económico de tal envergadura con consecuencias a futuro. Mientras tanto, las acciones se adoptan por la vía de la urgencia o emergencia. Tal como publicó este diario, el lago necesitaba desde hace un mes la llegada de agua limpia ante unos niveles muy bajos que ponen en peligro la biodiversidad de l'Albufera.

Los regantes ya han cumplido con su parte del acuerdo anual al desviar al lago el caudal de agua pactado en el Plan Hidrológico. Ese caudal sale de la concesión de aguas que necesitan para regar sus campos y cultivos y por la que le pagan al Estado. Ese caudal extraordinario estaba previsto enviarlo durante la primavera del 2024, pero el pasado viernes se acordó adelantar el desvío de 6,5 hectómetros cúbicos desde la Acequia Real del Júcar, ante la situación del lago. Los técnicos autonómicos y municipales consideran este desvío de agua "útil pero insuficiente". Días antes habían solicitado 20 hectómetros cúbicos -10 del sistema Júcar y otros 10 del sistema Turia- sin éxito.

Todo apunta a que l'Albufera precisará más agua pero, si no llueve, "tendremos un problema porque no hay agua para todos. Los regantes sacrifican parte de su concesión para llevar agua al lago. Todo el mundo está involucrado en este tema pero hay que tener en cuenta que el agua que 'gastemos' de más ahora pone en riesgo, o compromete, la campaña agrícola del año que viene", explica el profesor e investigador del departamento de Ingeniería Cartográfica Geodesia y Fotogrametría de la Universitat Politècnica de València (UPV), Luis Blanch.

¿Y qué opciones hay? Para el profesor Blanch existen varias alternativas o actuaciones que se deben llevar a cabo ante esta situación. "Lo primero que hay que evitar es la llegada de aguas contaminadas a l'Albufera. Porque aunque llenemos 50 veces el lago de agua no solucionaremos el problema. La Administración debe seguir invirtiendo en los sistema de depuración de las estaciones de aguas residuales, porque aún hay 8 o 9 estaciones con un nivel secundario de depuración que vierten agua a l'Albufera y ese agua no está en condiciones. Incluso hay que mejorar el sistema de la depuradora de Pinedo ya que casi 80 hectómetros cúbicos van directos al mar que ya que esas aguas depuradas hay niveles de fósforo y nitrógeno que no son óptimos para el medio ambiente, según afirman expertos en biología. Pues entonces hay que mejorar esos sistemas de depuración porque ese agua se podría aprovechar para l'Albufera. El agua que llega al lago debe ser limpia y hay que cortar los vertidos ya", explica Blanch.

La acequia olvidada

Cuando el lago precisa de aportes "extra" de agua, esos caudales llegan de la Acequia Real del Júcar, principalmente, y de los usuarios del río Turia, que cada vez aportan más agua. Aún así, "el Turia necesita mejorar sus infraestructuras para aportar agua a l'Albufera porque el problema es que el caudal llega desde la acequia de Favara, que atraviesa numerosas poblaciones, y llega contaminada, con aguas residuales. Una propueta muy interesante es que el agua del Turia llegue por la acequia del Oro, que va desde el Azud del Repartiment de Quart de Poblet directo a l'Albufera. Esa sería una de las soluciones más sencillas auqnue el verdadero problema es que no hay agua para todos. Y no es que los regantes no quieran, ni mucho menos. Han mostrado su solidaridad. Es que ellos también necesitan el agua para sus campos y cultivos".

El profesor Blanch recuerda que l'Albufera "tiene una presión brutal ya que más de un millón de personas vivimos a su alrededor. Hay que tener presente que era una laguna salada abierta al mar y la hemos convertido en una laguna de agua dulce. Si queremos ver y disfrutar de l'Albufera debemos mejorar nuestras prácticas cuando entramos en contacto con el parque natural y recordar que los municipios deben hacer la separativa ente aguas sucias y limpias".

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