À Punt se reivindica como elemento de cohesión territorial en la Comunitat Valenciana

El municipalismo está presente de forma transversal en la programación de la radiotelevisión pública valenciana y en el contenido de redes sociales

La sede de la radiotelevisión valenciana, À Punt, en Burjassot.

La sede de la radiotelevisión valenciana, À Punt, en Burjassot. / EUROPA PRESS

Sara García

Sara García

La radiotelevisión pública valenciana vertebra el territorio autonómico con una variada programación asentada en los municipios de las tres provincias de la comunidad. «À Punt es un elemento de cohesión de toda la Comunitat Valenciana y da voz a todos los valencianos y las valencianas», afirma Benjamín Marín, Director de Comunicación y Marketing en la corporación pública. Por su misión como servicio público, la corporación estará presente en el Foro de Municipalismo que organiza Levante-EMV el próximo 4 y 5 de marzo.

Programación

«¿Cómo conseguimos vertebrar la comunidad? Ofreciendo información municipal de forma transversal en todos los espacios de la radiotelevisión pública», explica Marín. «El programa radiofónico ‘El Rall’ lo hacemos con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) y la Xarxa d’Emissores Municipals Valencianes, en el que de flunes a viernes de 12 a 14h À Punt recorre las emisoras locales para acercar la actualidad de los pueblos». Este es el programa más ‘municipalista’ de la cadena al estar hecho por las propias radios locales, en la que todas las temáticas son municipales. 

En los propios servicios informativos, también se traslada la realidad local a toda la ciudadanía. «En las escaletas del telediario matinal, cuando se invitan a personalidades relevantes, se incluyen alcaldes y alcaldesas de diferentes localidades según las temáticas del día», cuenta Benjamín Marín. «Los informativos de medio día y de noche también incluyen de forma integral información municipal, ya sea por carácter festivo, cultural, político, por la presentación de proyectos interesantes o por la propia actualidad», añade. De esta forma, de lunes a domingo puedes encontrar la información local de tu pueblo en la radiotelevisión pública.

La cadena tiene otros programas específicos en antena como ‘De mar i bancal’, que aborda el panorama del sector primario valenciano. «Se trata sobre todo las problemáticas de la despoblación, el mundo rural, la ganadería, la agricultura y la pesca. Es otra ventana que À Punt ofrece para hablar de los sectores productivos que tienen que ver con los municipios donde se sitúan», expresa. Este programa se puede ver a partir de las 12:45. 

Por su parte, el programa ‘La via verda’, se ocupa de temas de ecología, medioambiente y «está dispersado a través de las tres provincias y de todos los municipios donde hay noticias, o es la propia redacción la que busca las noticias para hablar de todo este tipo de temáticas», comenta el director de Comunicación y Marketing. El programa se puede ver de lunes a viernes a partir de las 13:30 horas.

Por las tardes y por las noches tanto en la radio como en televisión tienen lugar ventanas culturales que acercan la cultura valenciana a la casa de cada espectador. También hay numerosos espacios deportivos en los que se habla al detalle de deportes como el fútbol o el baloncesto, y también de otros deportes «considerados minoritarios» como el balonmano o el volleyball. «Hablar de cultura o de deporte también es hacer red en el municipalismo», afirma.

Además, À Punt también genera contenido web propio y sus redes sociales están en constante crecimiento con un panorama en el que la información se consume a través de diferentes canales, en especial para la población joven. «En las redes sociales de À Punt se lanzan una gran cantidad de noticias hechas exclusivamente para su difusión en línea, tanto de imágenes, vídeos como textos. La gran cantidad de iniciativas que se llevan a cabo a diario en los pueblos, las recogemos en redes sociales». Esta es la forma en la que À Punt sirve de elemento de cohesión y «transmite valores que mejoran la sociedad», concluye Marín.