Una de cada tres depuradoras detecta vertidos industriales muy contaminantes

La Generalitat llevó a cabo 2.357 inspecciones a 1.435 empresas en las que analizó 15.322 parámetros

Una de cada tres depuradoras detecta vertidos industriales muy contaminantes

Una de cada tres depuradoras detecta vertidos industriales muy contaminantes

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Una de cada tres depuradoras sufre vertidos de alta carga contaminante en la Comunitat Valenciana. Durante el año pasado se registraron más de seis incidentes cada día en algunas de ellas, con diez entre las más afectadas por la llegada de aguas en muy mal estado. La Generalitat llevó a cabo un total de 2.357 inspecciones a 1.435 industrias valencianas, con un total de 15.322 parámetros. Esos controles continuos han permitido reducir un 92,5 % la presencia de metales pesados a la red de saneamiento en los últimos dieciocho años.

La Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) tiene constancia de 2.470 incidentes en 167 estaciones depuradoras valencianas. Así se desprende de la memoria de gestión de 2023. En los 7.403 controles en 653 puntos de muestreo se efectuaron un total de 61.957 análisis. De las averiguaciones realizadas a raiz de ello se localizaron 63 focos de contaminación con 275 incidencias que correspondían a empresas con afectación directa a 27 depuradoras y otras 49 cuyo origen se identificó en 19 polígonos industriales.

El ente público dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio da cuenta de este tipo de actuaciones a las firmas responsables, al restro de las Administraciones implicadas, así como al confederaciones hidrográficas del Júcar y el Segura, al Servicio de Inspección Ambiental de la Generalitat y el Seprona. En la mayoría de los casos, sin embargo, no se pudo determinar el origen de la contaminación ya que pasan más de 24 horas desde que entra el vertido hasta que se dispone de los resultados de las muestras.

De los 11.985 parámetros examinados, en 4.922 se incumplieron los límites máximos establecidos. Es decir, un 41,07 %. Un volumen que según la Epsar se explica porque se centralizan las inspecciones sobre las actividades con un mayor potencial contaminante. En hasta 990 de los procesos abiertos se pudo determinar al menos el sector productivo causante del problema: el agroalimentario en casi la mitad, seguido por el de la metalmecánica, textil, industria química, curtido de pieles, cerámica y vidrio, así como del papel y cartón.

Entre las EDAR más golpeadas se encuentran la de la Vila-Joiosa, Dénia-Ondara-Pedreguer, Font de la Pedra, Aspe, Sistema de Callosa, Carlet, Chiva, Santa Polla, Bétera y la de la Mancomunitat del Marquesat.

Para proteger las depuradoras frente a la entrada de aguas residuales con alta carga contaminante hay que garantizar que las actividades industriales efectúen sus vertidos con unas características fisicoquímicas asimilables a las de naturaleza doméstica. Para ello, desde la Epsar se realizan dos tipos de inspección. Por un parte la comprobación de los datos reflejados en la Declaración de Producción de Aguas Residuales para establecer el coeficiente corrector a aplicar en cada caso.

Un programa que cambia

Otra alternativa es la inspección de los vertidos en sí para certificar la calidad, aunque también hay controles sobre redes de saneamiento o polígonos industriales para determinar la posible presencia de focos contaminantes aguas arriba. El programa de inspección se adapta mes a mes, e incluso día a día, a los problemas y circunstancias particulares de cada momento en cada una de las depuradoras de la Comunitat Valenciana. Una flexibilidad que permite disponer el personal de las asistencias técnicas en puntos concretos y que las actuaciones «se lleven a cabo de manera particularizada para cada problemática», según la Epsar.

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