Mazón se da un homenaje en el aniversario de su triunfo

El president se da un baño de masas para celebrar el primer año de su victoria que le llevó a la Generalitat y presume de las medidas aprobadas en el arranque de su mandato

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

El PPCV celebró este martes por la noche el primer aniversario del vuelco electoral logrado por Carlos Mazón en la Comunitat Valenciana el pasado 28 de mayo. Jolgorio y llenazo en el salón Alameda de València, tradicional lugar de culto para los populares valencianos, que vuelven a tener motivos (y ganas) para el festejo tras romper hace ahora 365 días con casi una década de travesía por el desierto del partido en la autonomía.

El escenario escogido es el mismo en el que la exalcaldesa Rita Barberá pronunció su famoso 'qué hostia, qué hostia' tras ser desalojada del ayuntamiento en 2015, pero el contexto es justo el opuesto al de aquella velada de amargo recuerdo para la formación conservadora. Hace un año que Mazón consumó el ansiado cambio en la Generalitat y envió al Botànic a la oposición. Pero no fue el único. El mapa municipal también se tiñó de azul PP, que ostenta ahora todo el poder institucional en la autonomía, incluidas las tres diputaciones, las cinco ciudades más pobladas y la Federación de Municipios.

Por todo eso brindaron anoche los más de 500 invitados a la gran fiesta de cumpleaños de la victoria populares del 28M, donde se respiró casi el mismo entusiasmo de la noche electoral. Y por eso tuvieron también su espacio para el reconocimiento del público la alcaldesa de València, María José Catalá, y el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó. Pero la estrella ahora es Mazón, que se permitió el lujo de tomarse una noche libre y darse un homenaje tras la larga carrera hasta recuperar el Palau de la Generalitat.

Al ritmo de 'Sara perche ti amo', una canción fetiche durante la campaña de hace un año, Mazón hizo una entra triunfal arropado por los tres presidentes provinciales (además de Mompó, Marta Barrachina, de Castellón, y Toni Pérez, de Alicante) los alcaldes de las cinco grandes ciudades valencianas y el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca.

Antes del discurso del jefe del Consell se proyectó un vídeo en el que se combinaban imágenes de Mazón lanzando promesas electorales con otras del president anunciando la aplicación de esas medidas, en un aviso de lo que sería su intervención posterior.

Cómodo en un ambiente distendido y ya sin corbata ni americana, Mazón volvió a presentarse sin un guion. Se lo sabe de memoria. Así, no tardó en repasar esos grandes hitos de sus primeros meses de president: eliminación de la tasa turística, supresión del impuesto de Sucesiones y Donaciones, desgravaciones en IRPF, gratuidad en la educación de 0 a 3 años o reducción de gasto político fueron algunos de los momentos destacados por Mazón. "Esto está pasando hoy en la Comunitat Valenciana. Hemos contagiado la ilusión y ahora estamos cumpliendo", resumió.

El líder popular reivindicó el trabajo hecho desde su llegada a la dirección del partido, porque su triunfo del 28M "no fue solo por la campaña", y lanzó un alegato contra el conformismo. "Nos decían que no se podía con Ximo (Puig), que la Diputación de Valencia era imposible, que Elx era un bastión del PSPV, que Castelló era territorio perdido y que València estaba consolidada para la izquierda", recordó.

Aunque dijo que no era un acto para hacer campaña, el jefe del Consell no pudo evitar meter alguna cuña de cara a las europeas. Cargó contra el PSOE y contra su candidata al Europarlamento, Teresa Ribera, por "cerrar la puerta del agua de l'Albufera" o querer una Europa con "mayor presión fiscal".

Tampoco se olvidó de destacar el cambio de actitud ante el Gobierno central. "Ya está bien de bromas con la Comunitat Valenciana", dijo para contraponer sus exigencias a Moncloa con el "silencio" anterior del Botànic. "Me llaman malcriado, pero es que estaban muy malacostumbrados", dijo sobre las palabras de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, criticando sus constantes reclamaciones o quejas.

"El mejor líder"

Catalá, la encargada de romper el hielo, rebobinó hasta aquella noche del año pasado en la que "ya se intuía el cambio". Pasados 365 días, la alcaldesa de València se pone buena nota. Según dijo, encontró una "València alicaída, sucia, con poca ambición y sin proyectos. Un año después, hemos demostrado que se puede recuperar el liderazgo de València y lo hemos hecho", defendió.

Sobre el homenajeado, dijo que es el "mejor líder" que puede tener el partido y un president que "quiere a su tierra" y que "no dejará que sea pisoteada por nadie" ni que "pierda sus señas de identidad".

Por su parte, Mompó dedicó buena parte de su intervención a defender las políticas lingüísticas del Consell y de su diputación para potenciar el valenciano. Y lo hizo hablándolo. "Hasta el valenciano decían que era de izquierdas", ironizó.

Sobre el año de Mazón, reivindicó que el PPCV "no tiene que avergonzarse" de lo hecho este primer ejercicio, "porque es lo que dijimos: menos impuestos, menos burocracia y menos gasto", "Encontramos una Valencia oscura y ha vuelto la luz. Es una tierra más alegre y más libre", dijo antes de pedir llevar el "cambio" iniciado en la C. Valenciana a España y a Europa.

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