"Los flamencos son un cáncer para el arrozal de l'Albufera"

Las bandadas de ‘Phoenicopterus’ vuelven al parque natural y en "cuatro días" destrozan más de 100 hanegadas recién sembradas

Los agricultores tachan a estas aves nómadas de "plaga dañina" y reclaman compensaciones al Consell por los daños en sus campos

Una bandada con centenares de flamencos en un arrozal de l'Albufera a finales del pasado enero.

Una bandada con centenares de flamencos en un arrozal de l'Albufera a finales del pasado enero. / J. M. López

Rafel Montaner

Rafel Montaner

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denunció ayer los primeros daños de esta campaña en los arrozales del Parque Natural de l’Albufera causados por los flamencos (Phoenicopterus roseus). Desde hace unos días la población de flamencos se ha disparado, coincidiendo con la inundación y la siembra de los campos, y sus ataques ya han destrozado más de 100 hanegadas, por lo que los agricultores afectados "van a verse obligados a replantar, con los sobrecostes que esa labor extra supone", alerta.

Los primeros daños de la campaña

Por ello, AVA-ASAJA solicita a las Administraciones que establezcan una partida presupuestaria destinada a compensar los perjuicios económicos que provocan los flamencos y otras aves en el cultivo del arroz. La gestión del parque natural depende de la Conselleria de Medio Ambiente. El responsable de la sectorial del arroz, José Pascual Fortea, advierte de que "tenemos una fauna muy bonita, pero se ha convertido en una plaga dañina, y no es justo que beneficiándose toda la sociedad tengamos que soportarla unos pocos, los agricultores. Si de verdad queremos una Albufera viva, con flamencos y arrozales, la Administración debe proporcionar unas compensaciones dignas".

Una bandada de flamencos sobre un arrozal recién sembrado, en una imagen distribuida por AVA-Asaja.

Una bandada de flamencos sobre un arrozal recién sembrado, en una imagen distribuida por AVA-Asaja. / AVA-Asaja

El sector arrocero está utilizando prácticas aisladas para prevenir los ataques de flamencos, como la iluminación nocturna mediante señalizaciones similares a las empleadas en obras o la colocación de objetos que, mecidos por el viento, pueden ahuyentar a las aves, e incluso utilizan como espantapájaros a hinchables que reproducen un cocodrilo.

"Cocodrilos" hinchables en l'Albufera

Levante-EMV

Sin embargo, la organización agraria reitera la necesidad de poner en marcha una estrategia integral que compatibilice la presencia de los flamencos con la sostenibilidad del cultivo del arroz, que desempeña una labor fundamental en la preservación de este espacio protegido.

Casi 30.000 flamencos inundan l'Albufera de València

AVA-Asaja

"Patean la tierra, escarban con el pico, sacan las raíces..."

El asociado de Pinedo, Isidro Navarro, es uno de los arroceros afectados por los nuevos ataques de flamencos. En su campo situado en el Racó de l’Olla, cerca de la reserva donde las bandadas suelen reunirse durante el año, los flamencos han causado estragos: "Los animales acuden en gran número a arrozales cuando están inundados y todavía no se observa claramente el verde de las plantas. Patean la tierra, escarban con el pico, sacan las raíces e impiden el desarrollo del cultivo. Ahora tendré que replantar mi campo si quiero tener cosecha. Yo entiendo y respeto a los ciudadanos que disfrutan con los flamencos, pero no debería ser a costa del bolsillo de los arroceros".

Hinchable en forma de cocodrilo utilizado como espantapájaros en un arrozal de l'Albufera.

Hinchable en forma de cocodrilo utilizado como espantapájaros en un arrozal de l'Albufera. / Loyola Pérez de Villegas Muñiz

El delegado de AVA-ASAJA en Sollana, José Felip, estima que en este término esta ave nómada ha destrozado "en cuatro días más de 100 hanegadas". Cuenta que los flamencos, "llegan al atardecer y se posan sobre el ‘lluent’", en referencia a las parcelas donde las matas de arroz aún no han cubierto de verde la lámina de agua. Por tanto, los campos más afectados son los que se han sembrado más tarde, como es el caso de la partida de la Punta Seca de Sollana.

"Lo destrozan todo"

"Van en grupos de 300 o 400 y si entran en tu campo lo destrozan todo... los flamencos son un cáncer para el arrozal", critica. Calcula que resembrar una hanegada cuesta 600 euros en semillas, abonos y preparar la tierra, "y nada te garantiza que no vuelvan a entrar de nuevo". Explica que ayer un agricultor de Sollana "tuvo que resembrar 90 hanegadas" y que el mismo fue uno de los agricultores más afectados el año pasado: "me echaron a perder más de 200 hectáreas, lo que me generó 70.000 euros en pérdidas y ahora me he visto obligado a pedir un crédito para poder sembrar".

Caos en l'Albufera para ver los flamencos

J.M. López

El jueves pasado no habían llegado aún las grandes bandadas de flamencos al parque natural; la última gran presencia de esta especia se registró durante el pasado mes de diciembre, cuando casi 30.000 ejemplares anidaron en el humedal, convirtiéndose en un gran atractivo visual y fotográfico para miles de personas y los consiguientes atascos de tráfico para verlos.

Suscríbete para seguir leyendo