1.200 días de espera para reparar el muro que dejó sin uso la guardería de Enguera

La Conselleria de Agricultura vuelve a licitar las obras para garantizar la seguridad del centro con una inversión de 844.000 euros tras declararse desierto el primer procedimiento de contratación, en 2022

El barranco de la Mota con el muro sobre la guardería derruido.

El barranco de la Mota con el muro sobre la guardería derruido. / Julián Aparicio

Sergio Gómez

Sergio Gómez

El 4 de diciembre de 2019, un corrimiento de tierras en el Barranco de la Mota de Enguera destruyó el muro de contención que lo separa de la guardería Nuestra Señora de la Merced y provocó el derrumbe de parte del patio del centro educativo, obligando a trasladar su actividad a la Escuela de Adultos de manera provisional. Cuarenta meses después, sin embargo, la imagen de la tapia defensiva contra avenidas echa pedazos se mantiene intacta y el edificio de la escuela infantil continúa vacío, por el peligro que sigue existiendo en la zona.

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural y Transición Ecológica acaba de volver a licitar las obras para reponer el muro del camino de San Rafael a su estado original con una inversión que asciende a 843.882 euros. La intervención, demandada con urgencia desde el principio por el municipio, se ha demorado más de la cuenta después de que en octubre de 2022 la Generalitat declarara desierto el primer concurso público iniciado un mes antes por falta de empresas interesadas en ejecutar los trabajos, en un contexto de incremento de precios.

Pese al traspiés durante el anterior procedimiento público de contratación, la conselleria no ha variado al alza el presupuesto de la obra ni ha reformulado los pliegos de manera significativa. El plazo para presentar ofertas comenzó el 23 de marzo y se extiende hasta el 12 de abril, con la Semana Santa de por medio.

La previsión es que las obras se alarguen durante al menos 18 meses, por lo que la normalidad aún tardará en llegar al centro educativo. 

148 litros en un día

El muro de contención derruido sobre el barranco de la Mota se construyó con mampuestos en la década de los 60. En 2019 se vio socavado como consecuencia de una fuerte tormenta que dejó una precipitación de 148 litros por metro cuadrado en un día. El patio de la escuela infantil tiene una pendiente acusada hacia el barranco, donde confluyen todas las escorrentías que recibe.

El barranco de la Mota con el muro sobre la guardería derruido.

El barranco de la Mota con el muro sobre la guardería derruido.

Las obras programadas entrañan una elevada complejidad que justifica su elevado coste, debido entre otras cosas a las dificultades para acceder y trabajar en esta parte del Barranco de la Mota, muy estrecho. El proyecto contempla el desvío de la línea aérea de alta tensión que cruza el patio de la escuela infantil, que se transformará en una línea subterránea. Antes de reponer el muro mediante la técnica de micropilote para asegurar la integridad del terreno, también se ejecutarán unos trabajos para mantener las escorrentías en el cauce, facilitando una transición entre el ancho del cauce bajo el puente y el previsto provisional de 1,50 metros, de forma gradual.

De manera complementaria también se limpiará y adecuará la rasante del cauce para dar uniformidad a la nueva estructura, con la realización de muros antierosión y de un terraplén de acceso al cauce por su margen izquierda para evitar el paso de vehículos pesados sobre el puente de los Ángeles, que se ensanchará como el cauce, entre otras intervenciones.

Si por motivos de accesibilidad la máquina de ejecutar los micropilotes mediante una armadura tubular con la longitud total prevista no pudiera acceder al emplazamiento donde se deben ejecutar, el director de la obra podrá autorizar el empleo de manguitos exteriores para conectar armaduras tubulares de distintas longitudes.

El proyecto de actuación al que ha tenido acceso este diario advierte también de la necesidad de intervenir en un futuro sobre los puentes existentes en la zona, puesto que presentan algunas fisuras y su cimentación muestra signos incipientes de socavación. Además, la capacidad de los dos puentes situados aguas arriba es insuficiente en caso de caudales medios y altos, lo que ocasiona que la pradera abancalada ubicada entre las dos construcciones se anegue totalmente y no se descartan desbordamientos en este tramo.

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