Ontinyent asume el derribo de un edificio de cuatro plantas del siglo XIX para salvar los inmuebles colindantes

El consistorio contrata por 115.000 € la demolición del bloque de cuatro plantas de Tomàs Valls, cuyo colapso amenaza al patio de la biblioteca municipal

Parte de la edificación es propiedad de un fondo buitre que se negó a su declaración de ruina pese a que no se atendieron las órdenes municipales de rehabilitación

Fachada posterior del edificio recayente al patio de la biblioteca.

Fachada posterior del edificio recayente al patio de la biblioteca. / Proyecto de ejecución

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Después de muchos intentos infructuosos para que los siete propietarios del inmueble subsanaran los graves desperfectos estructurales que arrastra, el Ayuntamiento de Ontinyent ha decidido activar la vía de la ejecución subsidiaria y va a proceder de manera urgente al derribo del edificio de cuatro plantas de la calle Tomàs Valls que amenaza con desplomarse por su precario estado de conservación. La inversión requerida por los trabajos de demolición asciende a 115.000 euros que saldrán de fondos municipales.

La fachada posterior del bloque de viviendas, levantado en 1880, recae al espacio del actual patio de la Biblioteca Central Municipal de la Casa Velázquez, situada entre la calle Tomàs Valls y el carrer d'Enmig. Además, la edificación se encuentra entre medianeras de otros dos inmuebles contiguos, por lo que se considera que su colapso podría entrañar múltiples riesgos y arrastrar a otras propiedades adyacentes.

La propiedad del edificio se divide entre particulares que se encuentran en paradero desconocido, la sociedad de inversiones Criteria Caixa, SAU o el fondo buitre Global Pantelaria, SA, que hace justo un año se opuso a la declaración de ruina del inmueble por parte del consistorio de Ontinyent. En noviembre de 2022, los titulares de los pisos fueron instados a intervenir, ya fuera rehabilitando el bien o echándolo abajo.

El edificio de la calle Tomàs Valls en el que se va a intervenir.

El edificio de la calle Tomàs Valls en el que se va a intervenir. / Proyecto de ejecución

Pero el requerimiento no se ha cumplido y el ayuntamiento ha sacado a concurso la contratación de las obras para demoler completamente el bloque y consolidar las medianeras, con tal de mantener la estabilidad de los edificios colindantes. Lo único que se conservará serán dos fachadas: la recayente a la calle Tomàs Valls en sus tres primeras plantas, para cerrar el solar y dar cumplimiento al Plan de Reforma Interior del centro histórico Raval-Poble Nou, y la que da al patio de la biblioteca.

El ayuntamiento ya redactó un primer proyecto en 2019 para el derribo parcial del inmueble, pero luego se comprobó que su estado era peor de lo que se esperaba y se declaró en ruina

La parcela en la que va de actuarse es de planta irregular, con forma de L, y cuenta con una superficie construida de 365 metros cuadrados. Una vez demolida, se cubrirá el solar con una chapa metálica como protección frente a las filtraciones de agua, con tal de evitar el deterioro de la edificación aledaña. Según expone el proyecto de ejecución, dichos trabajos serán provisionales hasta que se proceda a la completa sustitución del inmueble, sin que de momento se plantee el uso del solar.

En riesgo la estabilidad de los edificios adyacentes

En 2019, el Ayuntamiento de Ontinyent ya promovió un primer proyecto de ejecución de derribo parcial de la edificación de Tomàs Valls, nº20 y sustitución de la cubierta, pero posteriormente se determinó que toda la construcción se encontraba en estado de ruina, por lo que se modificó el planteamiento inicial.

Aunque los técnicos municipales no han podido acceder al bloque de cuatro alturas (una planta baja comercial y tres dedicadas a viviendas) por su mal estado, las inspecciones visuales desde el exterior permitieron observar que parte de la cubierta en el tramo dela tercera crujía ya había colapsado, y como consecuencia de ello también el forjado bajo la cubierta, cuyos escombros se estima que se encuentran sobre el forjado de la tercera planta, tal como describe el arquitecto de la obra.

Una vez adjudicadas, las obras se alargarán durante como mucho 4 meses

Según el redactor del proyecto de intervención, el colapso de los volúmenes posteriores recayentes al patio de la biblioteca, la cubierta y el forjado de la última planta pone en riesgo la estabilidad del conjunto y los edificios adyacentes.

Las empresas interesadas en hacerse cargo de la obra tienen hasta el 7 de diciembre para presentar sus ofertas. Una vez adjudicado el contrato, los trabajos previstos deberían completarse en un plazo de 4 meses.