La moción de censura de Albaida enreda aún más la Mancomunitat

La institución comarcal sigue sin gobierno dos meses después de constituirse mientras su presidente se enfrenta al intento del PP de desplazarle de la alcaldía con la predisposición del PSPV, una operación que añade incertidumbre al futuro de la entidad

Pleno de elección de la presidencia de la Mancomunitat de la Vall d'Albaida

Pleno de elección de la presidencia de la Mancomunitat de la Vall d'Albaida / Perales Iborra

S. Gómez

La operación activada por el PP en Albaida para intentar desplazar a Compromís a través de una moción de censura añade un plus de complejidad a las negociaciones para formar gobierno en la Mancomunitat de la Vall. El presidente de la institución comarcal, Alejandro Quilis (Compromís), se enfrenta a una crisis de consecuencias inciertas en el municipio en el que es alcalde que podría condicionar el futuro del organismo comarcal, todavía a la espera de un acuerdo entre partidos para poner en marcha sus órganos de dirección dos meses después de constituirse oficialmente con la investidura de Quilis.

La aritmética complica el consenso tan demandado por todas las formaciones políticas en la Mancomunitat, entidad donde el PP cuenta con el mayor número de representantes. A finales de septiembre, Ens Uneix posibilitó con sus votos la llegada de Compromís a la presidencia, pero al mismo tiempo situó como contrapeso a un alcalde popular en la vicepresidencia primera. Los dos partidos más antagónicos del espectro comarcal están condenados a entenderse. Pasados 64 días, sin embargo, el motor del organismo continúa sin arrancar y las diversas opciones políticas permanecen alejadas.

El pleno de organización sigue de momento sin fecha. La coalición valencianista propuso hace una semana una composición "equitativa" de la nueva Junta de Gobierno que repartiría tres consejerías para Compromís, PP, Ens Uneix y PSPV y una para cada una de las dos formaciones locales independientes que gobiernan en Terrateig y Montitxelvo.

El PSPV comarcal se pronunció de forma favorable al planteamiento, tachado sin embargo de "burla" por Ens Uneix, que ya advirtió hace unos días de que su confianza en Quilis podía tener "fecha de caducidad". Desde el PP de la Vall d'Albaida sostienen que la oferta puede ser negociable, pero aseguran que todavía están esperando la llamada del presidente, a tiempo que vienen advirtiendo reiteradamente de una "paralización" de la Mancomunitat que ponen en contraste con la actividad normal del resto de órganos hermanos de otras comarcas. Ambas fuerzas temen que la crisis en Albaida -donde el PSPV se muestra dispuesto a negociar la moción de censura con el PP tras abandonar el gobierno bipartito local- dilate y enrede todavía más la configuración de la institución.

"La parálisis es preocupante"

"Es muy preocupante la parálisis que estamos viendo: mientras las otras mancomunidades ya estan tomando decisiones en esta no hay reuniones", señala el alcalde de l'Olleria, Ramón Vidal. El popular recuerda que su formación planteó al comienzo la propuesta de repartirse la presidencia de la Mancomunitat durante la mitad de legislatura con Compromís, "pero no quisieron porque dijeron que querían un gobierno de progreso". "Ahora dicen que no quieren hacer política. Si el presidente actual no puede seguir, Compromís tiene otros alcaldes", apunta Vidal, que asegura que la puesta en marcha de los órganos de la Mancomunitat "no puede estar pendiente más tiempo" porque "afecta sobre todo a los pueblos pequeños".

Para el alcalde del Palomar y secretario de organización de Ens Uneix, Jordi Vila, "Compromís tiene que pensar en qué institución está, para qué sirve y qué ofrece", que en el caso de la Mancomunitat son servicios de índole comarcal. "Los veo fuera de la realidad", apostilla después de una semana en la que tampoco ha habido contactos con la coalición valencianista. Vila sostiene que la propuesta del presidente no es "proporcional a los votos y alcaldías de cada partido" y cuestiona que se introduzca en la ecuación de la junta de gobierno a dos plataformas independientes de dos pueblos concretos "porque al parecer consideran que son de una tendencia más favorable a la suya y creen que así tendrán mayoría".

"El presidente tiene problemas extra en su municipio, pero aquí se viene a trabajar no a figurar", incide Vila, que observa una "inacción" porque "han pasado dos meses y seguimos igual, pensando en cómo hacer la junta de gobierno, algo falla". Para Ens Uneix, el reparto de consejerías debería ser de 4 para el PP y tres para el resto.

Por su parte, Alejandro Quilis defendía hace unos días que la coyuntura actual representa un reto de estabilidad, "pero también supone una oportunidad positiva de establecer una manera de trabajar más consensuada, donde nos centramos en solucionar conjuntamente los problemas que la Mancomunidad tiene pendientes desde hace años”. Por ello, considera ajustada a esta visión la propuesta de reparto de consejerías.

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