El exceso de metales en la depuradora de Canals genera un sobrecoste de 600.000 €

La Epsar emitió en 2023 un total de 12 alertas por la contaminación excesiva de los lodos de la Edar que la localidad comparte con l'Alcúdia de Crespins

La estación de la Costera vuelve a ser la que más gastos genera por el tratamiento de residuos de toda la Comunitat Valenciana

La depuradora que comparten Canals y l'Alcúdia de Crespins.

La depuradora que comparten Canals y l'Alcúdia de Crespins. / Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La reiterada presencia de metales pesados en concentraciones superiores a las permitidas volvió a ocasionar en 2023 unos sobrecostes de 602.335 euros en la estación depuradora (EDAR) que comparten Canals y l'Alcúdia de Crespins por el tratamiento de sus lodos contaminantes, fundamentalmente como consecuencia de los vertidos de las industrias de pieles y encurtidos de la zona.

A lo largo del año pasado, la entidad autonómica encargada de vigilar el saneamiento de las aguas residuales (la Epsar) emitió hasta 12 alertas relacionadas con la presencia excesiva de estos materiales en la instalación gestionada por la Comunidad de Usuarios de la Partida de Sagres, que integra a los ayuntamientos de ambos municipios de la Costera.

La Epsar controla periódicamente los elementos químicos contenidos en los residuos que generan las depuradoras como el plomo, el cadmio, el zinc, el cobre, el cromo o el mercurio. La presencia de alguno de estos metales por encima del umbral establecido por ley impide la reutilización de los lodos en la agricultura y obliga a someterlos a un tratamiento posterior y a un destino que suponen un gasto extraordinario en la explotación de la planta.

En 2023, la depuradora de Canals y l'Alcúdia de Crespins concentró el 66 % de los sobrecostes generados por la gestión de lodos contaminantes en toda la red de Edar de la Comunitat Valenciana. La segunda estación con un mayor desembolso adicional derivado de esta problemática fue la de Ibi, que registró unos sobrecostes de 283.945 euros.

En total, la Epsar detectó la presencia de metales pesados en los lodos de cinco depuradoras, que se tradujo en 36 comunicaciones a los titulares de las autorizaciones de vertido y en unos sobrecostes globales de 906.249 euros. Las otras instalaciones incluidas en el listado fueron las ubicadas en Cabanes, Higueruelas y Salinas. De esta lista roja ha desaparecido la depuradora de Alfarrasí, que fue incluida en 2022.

En 2022, los ayuntamientos de Canals y l'Alcúdia de Crespins diseñaron una respuesta común con el punto de mira puesto en reforzar los controles y sanciones para buscar soluciones a la carga contaminante que llega a la instalación y que acaba generando gastos extraordinarios que afectan a ambos municipios. L'Alcúdia de Crespins endureció hace años su ordenanza de vertidos para castigar a los infractores y paliar los vertidos contaminantes. Canals hizo lo propio con la aprobación de una nueva normativa en agosto de 2023 que también persigue atajar los malos olores que periódicamente denuncian los vecinos.

Pese a ello, el año pasado la depuradora compartida por ambas poblaciones contabilizó un aviso más de la Epsar que en 2022 por la excesiva presencia de metales pesados. Y el sobrecoste generado por el tratamiento de lodos apenas se redujo en 723 euros respecto al ejercicio anterior, cuando el gasto extraordinario se cifró en 603.059 euros, según se refleja en las distintas memorias de gestión publicadas por la entidad de saneamiento.

Sanciones a los productores

La Epsar informa periódicamente a los consistorios sobre la detección de concentraciones excesivas para que extremen la vigilancia y obliguen a adoptar las medidas correctoras pertinentes, sancionando si fuera necesario a los productores de los residuos de acuerdo con sus ordenanzas de vertidos y la normativa autonómica. Las depuradoras que fueron objeto de más comunicaciones y alertas relacionadas con esta cuestión en 2023 fueron las de Canals-l'Alcúdia de Crespins e Ibi, ambas con 12 avisos.

En 2023, la entidad de saneamiento ejecutó obras de mejora del sistema Albaida con la sustitución de las tres celdas modulares del centro de transformación de la Edar de Aielo de Malferit y la optimización energética de las Edar de Albaida y Aielo de Malferit mediante la instalación de placas solares fotovoltaicas. Además, se construyeron dos nuevas depuradoras en Playamonte (Navarrés) y Ràfol de Salem con un desembolso total de 282.000 euros, mientras que las obras de una nueva estación en Beniatjar, presupuestadas en 644.000 euros permanecían paralizadas al finalizar 2023. En proyecto o en fase de ejecución figuran las depuradoras de Navalón, Estubeny y Barxeta.

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