La Generalitat ha incoado expediente que declara Bien de Interés Cultura (BIC) l'Elca, la casa del poeta Francisco Brines en Oliva, con la categoría de sitio histórico. La Conselleria de Educación y Cultura ha encomendado ahora la tramitación del expediente a su Dirección General de Cultura y Patrimonio y lo somete a información pública.

Según recoge el gobierno valenciano en la resolución publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado, el inmueble, zonas ajardinadas y campos de naranjos que conforman la casa Elca constituyen un espacio relevante que utilizó el poeta, "un patrimonio de vital importancia por el valor de su conjunto, tanto por el legado bibliográfico y pictórico que dejó como por el significado de su representación como paisaje escrito".

Según recoge la resolución, Elca "reúne las condiciones exigidas para ser declarada bien de interés cultural con la categoría de sitio histórico, ya que se trata de un lugar vinculado de manera indisoluble a la obra del poeta Francisco Brines, que a través de su obra mitificó el lugar como uno de los paisajes escritos más importantes de la poesía castellana del siglo XX".

Elca, subraya la Conselleria de Cultura, «constituye un patrimonio de vital importancia por el valor de su conjunto, tanto por el legado bibliográfico y pictórico que dejó, como por el significado de su representación como paisaje escrito». Es «un lugar vinculado de manera indisoluble a Francisco Brines, que a través de su obra mitificó el lugar como uno de los paisajes escritos más importantes de la poesía castellana del siglo XX».

De los Trenor a los Brines

Tal como recoge la resolución, la familia de Francisco Brines compró la finca a principios de los años 40. Unos años antes, en plena Guerra Civil, había sido confiscada a sus anteriores dueños para instalar una colonia de niños. El edificio actual, que ahora será protegido por la Generalitat, fue construido por la familia Avargues en el siglo XVII y a finales del XIX pasó a manos de la familia Trenor.

Pero los orígenes se remontan a la época romana ya que allí se asentó una villa rodeada de olivos. «Aquí detrás -recordó Brines cuando en diciembre de 2019 recibió la Alta Distinción de la Generalitat-, hay un yacimiento del cuaternario. Así que estamos aquí los vivos de siglo XXI y los que vivieron antes con muchas menos comodidades que nosotros, pero que no echaban de menos porque no las conocieron».

Además de la casa, el BIC protegerá la colección bibliográfica de Brines, cuya pasión por los libros le llevó a reunir más de 15.000 ejemplares. En los fondos se encuentran volúmenes de entre los siglos XVI y XVIII de «gran valor» y de autores como Santa Teresa de Jesús, Lope de Vega, San Juan de la Cruz o Francisco de Quevedo, o los estudios del erudito Gregorio Mayans.

La biblioteca también esta formada por una completísima colección de libros de poesía española del siglo XX, con multitud de primeras ediciones, muchas de ellas con dedicatoria autógrafa. Cuenta, además, con una colección de libros de prosa, desde los grandes creadores de la Generación del 98 hasta los autores más jóvenes del siglo XXI, y guarda una «amplia representación de las mejores revistas» literarias del siglo XX.

Por último, la resolución destaca dos conjuntos singulares: las traducciones al castellano de una inmensa cantidad de autores universales, «a menudo muy difíciles de localizar debido a su rareza», y lo libros de crítica sobre literatura. «Por todo -concluye-, podemos afirmar que la biblioteca de Francisco Brines es sin duda una de las grandes bibliotecas españolas especializada en poesía contemporánea y, debido a su singularidad excepcional, constituye un conjunto irrepetible de inmensa importancia cultural».

Limitaciones y prohibiciones

La declaración de l'Elca como "sitio histórico" establece y limita los usos tanto del edificio como de su entorno y obliga a que cualquier intervención en este ámbito requiera la previa autorización de la Conselleria de Cultura.

La declaración también establece que los jardines e inmuebles de la casa deberán ser conservados, preservando y restaurando los caracteres originarios de los mismos. También influye en la preservación de la silueta paisajística y de la imagen arquitectónica de l'Elca pues, según la resolución, "todas las actuaciones que pudiesen tener incidencia sobre la correcta percepción y la dignidad en el aprecio de la escena o paisaje del sitio histórico" deberán someterse a la autorización de la conselleria.

Así, Cultura tendrá que informar sobre posibles afecciones de los espacios libres por actuaciones de reurbanización, ajardinamiento o arbolado, provisión de mobiliario urbano, asignación de uso y ocupaciones de las vías públicas. Esto incluye la implantación de rótulos, marquesinas, toldos, instalaciones vistas o antenas, por ejemplo. La declaración también proscribe la introducción de anuncios o publicidad exterior (excepto carteles informativos de los nombres y funciones de los edificios) que irrumpa en el paisaje y silueta, "salvo las de actividades culturales o eventos festivos que, de manera ocasional, reversible y por tiempo limitado soliciten y obtengan autorización expresa de la conselleria competente en materia de cultura".