La exposición "Orígenes" inaugura el Año Sorolla

A falta de conocer exactamente cuántas y cuáles serán las actividades del Año Sorolla, el museo del pintor en Madrid ha presentado este lunes la primera de las exposiciones que conmemoran el centenario de la muerte del maestro de la luz, que se celebra en 2023 y cuyo programa se prolongará hasta 2024. La muestra, que tras su paso por Madrid llegará al Museo de Bellas Artes de València el próximo 30 de marzo, explora por primera vez y a través de casi un centenar de obras el camino que condujo a Sorolla «a convertirse en el pintor de mayor éxito nacional e internacional de la España de entre siglos, en el pintor inmortal de la luz y del Mediterráneo que sigue hoy cautivando al público que contempla su pintura», señalan desde el Museo Sorolla.

Se trata de «una exposición sobre los inicios del pintor en su València natal, sobre su formación en las Escuelas de Artesanos y en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, que nos habla de un joven que compagina las clases de dibujo con el trabajo en el taller de cerrajería de su tío y que va abriéndose camino hacia el éxito con trabajo y mucho esfuerzo». La exposición profundiza en esos orígenes mediante cuadros, dibujos o fotografías, que «termina donde se inicia la carrera que todos conocemos de él. Nos revela un Sorolla antes de Sorolla. Es por tanto una muestra muy novedosa, en la que la mayoría de las obras son inéditas para el público», explican las mismas fuentes.

El Museo de Bellas Artes se vuelca con Sorolla

De estudiante a los premios

Organizada en colaboración con el Museo de Bellas Artes de València, donde luego se exhibirá, ha sido comisariada por el conservador del Museo Sorolla Luis Alberto Pérez Velarde. La selección que ha hecho ahonda en el Sorolla estudiante, que da los primeros pasos en el gran mundo del arte; presenta al Sorolla que destaca en sus clases de dibujo, paisaje y anatomía, primero en las Escuelas de Artesanos, después en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, en València; habla del joven ambicioso que se presenta a sus primeras exposiciones de Bellas Artes: a la Regional de València, a la Nacional de Madrid; que copia en el Museo del Prado al gran Velázquez; que vende sus primeras obras en los comercios de València y que conoce al fotógrafo Antonio García Peris, quien luego se convertiría en su suegro. Un camino, el de sus orígenes, que termina cuando gana la pensión que la Diputación de València concede para estudiar en Roma.

La exposición se divide en cuatro apartados: «Entre València y Madrid», «La Exposición Regional de 1883», «Los grandes premios» y «El arte de retratar». La muestra inicia su recorrido con obras de un periodo de aprendizaje, en el que Sorolla practica el cuadro amable, de género, con temática orientalista y también vistas de la ciudad, bodegones y floreros. Especialmente importante será para su carrera el Bodegón datado en 1878, pues será la obra que le ligue a su primer mecenas y futuro suegro, el fotógrafo Antonio García Peris. Entonces, realiza también sus primeros viajes a Madrid, donde copia en El Prado a Ribera y, sobre todo, a Velázquez.

En València, Sorolla concurrió a numerosos certámenes como la Exposición Regional de 1883. Sorolla participó con seis obras. A través de las fotografías de las salas del certamen se han identificado todas las obras que pintó para la ocasión excepto un paisaje. La exposición muestra cuatro de estas obras: El oferente. Desnudo masculino, Caballero con banda, La esclava y la paloma. Desnudo y Monja en oración, con la que obtuvo su primera medalla de oro.

La beca en Roma y retratos

La muestra continúa su recorrido entre los años 1883 y 1884, dos años en los que Sorolla cosechó grandes triunfos que quedarán marcados por dos grandes cuadros de historia: El dos de mayo y El grito del Palleter. Tras estos éxitos se presenta al concurso que la Diputación de València organiza para conceder la pensión o beca de estudios en Roma. Llega al examen final para el que el jurado propone como tema una pintura que represente El grito del Palleter. De nuevo un hecho ocurrido durante la Guerra de la Independencia trae grandes éxitos al valenciano que unánimemente es elegido para continuar sus estudios en la ciudad eterna.

El último apartado de «Orígenes» pone de relieve al Sorolla retratista. En la València de finales de siglo XIX Sorolla inició su carrera como retratista, una faceta que sería fundamental en su carrera. Aunque la muestra no recoge sus retratos más célebres, reúne muchos que hoy se presentan como anónimos, pero que plasma a gente cercana al pintor como el Retrato  de  hombre, tal vez un compañero de aulas. En otros, se reconoce a su hermana Concha Sorolla Bastida.