Santiago Grisolía, un científico imperecedero

El bioquímico valenciano, fallecido en agosto, hubiera cumplido hoy 100 años - Deja en herencia a la C.Valenciana los prestigiosos Premios Rei Jaume I

Santiago Grisolía, en la lectura de las actas de los Premios Jaume I en el Palau de la Generalitat, el año pasado.

Santiago Grisolía, en la lectura de las actas de los Premios Jaume I en el Palau de la Generalitat, el año pasado. / Germán Caballero

Colegios, calles y unos nuevos premios anuales impulsados por la Generalitat Valenciana llevan el nombre de Santiago Grisolía que, tal día como hoy, hubiera cumplido 100 años. Pero, más allá de esto, el científico valenciano fallecido el pasado 4 de agosto será siempre recordado por su mayor legado a la Comunitat Valenciana: los premios Rei Jaume I que, año tras año, visten de gala la Lonja de València uniendo al sector empresarial y a la ciencia por el impulso a la investigación.

La Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, fundada por Grisolía y que impulsa los premios, ya preparaba en 2022 la celebración conmemorativa de los 100 años del bioquímico valenciano, con toda una vida dedicada a la ciencia y que, tan solo una semana antes de su fallecimiento seguía participando en actos . 

Cabe recordar que uno de sus principales lemas de vida era «si no pedaleas, te caes», por lo que siempre mantuvo activo su compromiso con la investigación en general, y con el impulso de esta en la C.Valenciana, en particular. Fue además, el presidente que más tiempo ha estado al frente Consell Valencià de Cultura (CVC), 25 años.

En presencia de los reyes de España y otras autoridades y representantes de la sociedad civil, en noviembre se celebraron los primeros Jaume I sin su presencia, una cita que se convirtió en un homenaje póstumo a Grisolía.

El rey Felipe VI afirmó que el científico era y será «un valenciano universal que dedicó su vida, su pasión y su talento a mejorar la sociedad a través de la ciencia», además de «un visionario» por su trabajo con el genoma humano. El monarca también destacó el «tesón» y «la asombrosa energía y actividad hasta sus 99 años», y calificó su legado de «imperecedero». 

Influencia materna

Santiago Grisolía (València, 1923-2022), pasó su infancia en Dénia, Xàtiva y Cuenca, y se licenció en Medicina en la Universitat de València (UV) de la que fue nombrado honoris causa en 1973 (también lo fue después por la Universitat Politècnica de València, en 1991). No obstante, de joven, quiso ser marino, y fue su madre la que le incitó a estudiar Medicina.

Como recuerdan desde la fundación, ejerció la mayor parte de su carrera investigadora en EE UU, donde aprendió como discípulo de Severo Ochoa en Nueva York y, además, conoció a su mujer, Frances Lena Thompson, doctora en Bioquímica, fallecida en 2017, también con 99 años. Su matrimonio duró 68 años, tuvieron dos hijos y la pareja compartía el marquesado de Grisolía. Durante más de 40 años, Thompson también respaldó a la ciencia valenciana. 

Publicó más de 400 trabajos científicos y una treintena de artículos. En su tarea docente e investigadora pasó por la Universitat de Chicago (1946), Wisconsin (1948) y Kansas (1954), donde se convirtió en catedrático. Investigó sobre el ciclo de la urea y el papel de la citrulina.

En 1976 volvió con parte de su equipo a València, donde dirigió el Instituto Valenciano de Investigaciones Citológicas y luego creó, junto a los empresarios, la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados. En su trayectoria, destacó como presidente del Comité Científico de Coordinación del Proyecto Genoma Humano por la Unesco y fue vicepresidente de Fisabio, además de asesor de diferentes instituciones. Recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1990 y acarició el Nobel. 

Gran compromiso ambiental

Grisolía siempre será el fundador de los Premios Rei Jaume I —creados en 1989— y presidente fundador y secretario sine die de la fundación, pero desde 2022 hay una nueva cita anual en València. La Generalitat ha creado los Premios de la Ciencia Valenciana «Santiago Grisolía», cuya primera edición se celebró el 10 de noviembre, Dia Mundial de la Ciencia.

Se trata de otra manera de recordar al profesor y su labor, ya que estos nuevos galardones —para investigadores jóvenes y consolidados—, «reconocen y distinguen las actividades de investigación y de impulso al desarrollo de la ciencia y sus aplicaciones que se lleven a cabo en la Comunitat Valenciana». Además, se entregan en el Auditorio Santiago Grisolía del Museu de les Ciències.

Preocupación por el cambio climático

Pero no se puede hablar de Grisolía sin mencionar una de sus preocupaciones más recurrentes: los incendios forestales; la huella de los seres humanos en el medio ambiente; y la amenaza del cambio climático, una urgencia de la que ya hablaba hace más de una década y no ha hecho más que evidenciarse.

«En la lucha contra el cambio climático, y ante las evidentes manifestaciones de sus nefastas consecuencias medioambientales, la protección de nuestros bosques es cuestión prioritaria en la sostenibilidad del planeta. Pensar de forma global y actuar de manera local y efectiva, sigue siendo estrategia irrenunciable», pedía.

Vicente Boluda, presidente de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, apuntaba en los últimos Jaume I que el legado de Grisolía «es tan grande que siempre estará presente, estamos comprometidos a mantenerlo y aumentarlo».

Durante las 34 ediciones de los premios, se ha reconocido a 170 científicos, con premios de un valor total de 12 millones de euros y más de 1.000 personalidades han formado parte del jurado, entre ellos más de 60 premios Nobel. 

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