El lado oscuro de la donación de óvulos en España: «Las mujeres son tratadas como mercancía»

El cortometraje valenciano «Dona» muestra las consecuencias que genera esta industria entre las donantes

La actriz Anna Nácher protagoniza "Dona". m

La actriz Anna Nácher protagoniza "Dona". m / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

El 45 % de los tratamientos de donación de óvulos en Europa se realizan en España, según los últimos datos de la Sociedad Europea de Reproducción Humana. En este caso, las clínicas privadas gestionan el 80 % de este mercado, que todavía no está totalmente regulado como ocurre en otros países europeos, lo cual genera muchas dudas e incertidumbres. Algunas de ellas se recogen en el cortometraje "Dona", realizado por la productora valenciana Estrela Audiovisual y el cual está dirigido por Alexander Lemus y protagonizado por la actriz Anna Nácher.

La obra, basada en la historia de la coguionista Carmen Frontera, cuenta la experiencia de Carla, una joven que acude a una clínica de fertilidad para donar óvulos. Sin embargo, durante el proceso, la protagonista se debate, tras una larga investigación, entre continuar con la donación o dejarla a pesar de las consecuencias.

Nácher destaca la importancia de este cortometraje que pone el foco en "la opacidad y el secretismo que existe en torno a esta industria, en la cual, en ocasiones, las mujeres donantes son vistas y tratadas como mercancía". "Me parece un tema muy importante, ya que no sabemos que hay detrás de esta industria tan mercantilizada", indica la protagonista, quien lamenta que haya empresas que se lucren de esta donación sin mostrar las consecuencias que existen.

La legislación, que se redactó antes de que se permitiera la congelación de ovocitos, ha comportado que España se sitúe en esta posición tan elevada. Así, en 2020, el Comité de Bioética de España recomendaba "un verdadero cambio de cultura en la reproducción asistida". "Todas hemos tenido la tentación de donar óvulos para ganar algo de dinero", afirma Nácher.

Historia real

Durante todo el proceso de investigación y grabación, Nácher ha estado asesorada por la coguionista Carmen Frontera, cuya experiencia personal protagoniza el corto. "Carmen contaba que nunca se había sentido tan sola ni ninguneada. Por ejemplo, las donantes entran por una puerta distinta a las que reciben los óvulos. Hay que ser más transparentes y preguntarnos qué sucede en esta industria para situarnos a la cabeza en este tema", indica la joven actriz. Además, el cortometraje aborda otros temas actuales como la gordofobia o los problemas de peso. "La gente que ha vivido esta experiencia se va a sentir reflejada. Es importante darles voz", reivindica.

Por su parte, la productora ejecutiva, Laura Grande, reconoce que, pese a estar a favor de la donación, considera que la legislación debería estar más controlada. "Actualmente las clínicas de fertilidad privadas están proliferando en España y, sin embargo, en algunos países de Europa el proceso está prohibido porque se considera un riesgo para la salud de la mujer", afirma Grande.

Gente joven y de clase baja

En palabras de la productora ejecutiva, se "trata de una industria muy jugosa, ya que permite ganar dinero de manera fácil, por lo que el perfil de las donantes suele ser gente joven y de clase baja". Ante esta situación, reclama que "haya más control e información y que se expliquen las consecuencias, ya que, una vez se inicia el proceso, las clínicas dificultan paralizarlo".

Los anuncios de donación de óvulos proliferan en Internet y, sobre todo, en las redes sociales. "Rentabilizan el proceso porque a ellas les pagan unos mil euros independientemente del número de óvulos, mientras que se puede llegar a pagar hasta cuatro veces más", explica. En este sentido, reclama mayor investigación, ya que "nadie sabe qué va a pasar con esta industria".

Presencia femenina

El cortometraje intenta dar voz a una problemática que afecta a muchas mujeres. Por eso, el equipo cuenta con una gran presencia femenina. "Se nota que hay más mujeres en el sector audiovisual", indica. Sin embargo, todavía existen desigualdades y problemas que afectan a las mujeres. En su caso, Grande lamenta no haber podido ser madre. "No fui madre porque trabajaba en televisión y era difícil. Quería crecer como profesional y esto podía paralizar mi carrera", indica. Concluye que "es una realidad que vivimos y que nos condiciona el futuro".

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