Ford Almussafes precisará otros 400 empleos en el área de baterías con los coches eléctricos

La electrificación de Ford Almussafes sigue repleta de incertezas. A día de hoy, multinacional y sindicatos se encuentran inmersos en un diálogo calendarizado que debe concretarse antes de final de año en la concreción de cuándo y cómo se dará la inversión eléctrica de la firma en la factoría. Sin embargo, mientras ese proceso se aclara, la única realidad confirmada por el momento es que el Gobierno decidió la pasada semana otorgar 37,6 millones de euros dentro de la primera línea de ayudas del Perte II del vehículo eléctrico -la destinada a las baterías- a la marca del óvalo. Todo dentro de un proyecto de Ford, dedicado a un área vital de cara al futuro eléctrico de la fábrica, que va a tener una traslación positiva en el empleo.

Porque ese dinero, según se especifica en la notificación lanzada por el Ministerio de Industria la pasada semana, se enmarca dentro de una iniciativa en la que la empresa estadounidense pretende invertir hasta 188 millones de euros para tener en los terrenos de la fábrica valenciana una planta de montaje baterías. Con ella, se pretende satisfacer toda la demanda del ensamblaje de celdas -la fabricación de este componente no se hará en sus instalaciones- que requiera los futuros vehículos eléctricos puros que fabrique Almussafes, cuyo horizonte de llegada apunta a -como mínimo- el año 2027.

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La nueva planta

Con esa visión en marcha, Ford aún no ha oficializado si su idea es llevar a cabo una ampliación del actual edificio de baterías con el que cuenta Almussafes -destinado a poner las baterías necesarias para un modelo híbrido como el Kuga- o si quiere construir o adaptar otra edificación. Sea un camino u otro el finalmente adoptado, lo que sí se puede afirmar es que se va a producir un aumento considerable del empleo vinculado a esta área en la planta, teniendo para ello en cuenta -a falta de concreciones por parte de la firma de Detroit- las previsiones efectuadas en España por otros fabricantes para plantas similares a la valenciana.

Como ejemplo, en el que caso de la que Volkswagen tiene en Landaben (Navarra) -que requerirá para el ensamblaje de baterías una inversión de 200 millones de euros, muy parecida a los 188 presupuestados para Almussafes- el volumen de trabajadores previsto es de alrededor de 500 puestos de trabajo. Según explica a este diario el presidente del comité de empresa y líder de UGT en la factoría, Carlos Faubel, actualmente el número de empleados en la sección de baterías en las instalaciones valencianas "no llega al centenar". Eso significaría, por tanto, que serían necesarios para esta área al menos cinco veces más trabajadores que los actuales.

La cifra definitiva, no obstante, no se conocerá hasta saber en detalle cómo es la inicitiva de Ford, una incognita que se suma a la de saber si serán nuevas contrataciones o la multinacional optará por redistribuir parte del excedente de personal de la planta -de hasta un 40 % según la propia compañía- propiciado por la necesidad de menor mano de obra para fabricar eléctricos respecto a la empleada para combustión.

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Incertidumbre en la fábrica

Pero para que todo esto tenga su impacto es necesario que se concreten las inversiones, algo que según explican a este diario responsables tanto de UGT como de STM-Intensidical en la factoría, se ve con preocupación. Así lo señala Daniel Portillo, portavoz de STM, destacando que la adjudicación del Perte no evita que "todos los compañeros estemos en una incertidumbre pura y dura" a la espera de unas decisiones de las que solo "hay rumores de todos los colores, pero no sabemos nada".

Por su parte, Faubel tiene claro que el anuncio del Gobierno es "positivo", aunque para el futuro de la planta "no aclara nada, no adelantará los plazos". "Necesitamos saber el cuándo se va a invertir, las fechas", resalta antes de concretar que las ayudas del Perte y la viabilidad del proyecto de baterías solo "nos da más motivos para reclamar que se resuelvan nuestras preguntas".

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