'Apostar por renovables nos va a dar prosperidad, industria e independencia'

El sector fotovoltaico pide «ritmo» y «recursos» para desbloquear los 450 expedientes de instalaciones paralizados, una legislación «clara» y mayor «labor didáctica» con los ayuntamientos

Foro "El Futuro de la energía en la Comunitat Valenciana": Energía fotovoltaica

Foto: F. Calabuig | Vídeo: dG - Levante TV

Cintillo Foro ODS 7 ok

Cintillo Foro ODS 7 ok / ED

La trascendencia de apostar por la energía fotovoltaica dentro de las renovables está fuera de cualquier duda. Sin embargo, en la Comunitat Valenciana esa importancia aún se topa con unos obstáculos que lastran su recorrido, barreras que van desde los centenares de expedientes paralizados a las diferencias de criterios valorando los proyectos dependiendo de la Administración.

Esa fue la denuncia sobre la que se debatió en la tercera mesa redonda del Foro ODS 7 sobre «Energía asequible y no contaminante» centrada en la energía fotovoltaica, un debate organizado por Levante-EMV y celebrado el pasado miércoles 13 de diciembre en Las Naves de València que contó con la participación del CEO de Valfortec, Fidel Roig; el director general de Avaesen, Pedro Fresco; la directora de Desarrollo de Ibox Energy, Clara Fernández, y el CEO de Grupotec, César Moreyra.

De ellos, fue Roig el primero en tomar la palabra asegurando que para firmas que trabajan dentro y fuera de la autonomía, pero «que queremos crecer desde la Comunitat Valenciana» se necesita que el avance fotovoltaico «vaya mucho más rápido, porque tenemos unas estructuras empresariales grandes» que necesitan ese impulso. «Van a un ritmo que a veces no es el que nos gustaría», enfatizó. Es una visión que compartió también Pedro Fresco, quien señaló que hay «más de 400 expedientes en cola de autorización», mientras que en noviembre «solo se autorizaron cuatro». Ante este contexto y las exigencias climáticas globales, el dirigente remarcó que para 2030 «tendremos que multiplicar por diez o por quince» el despliegue de renovables y para ello pidió a la Generalitat que «las palabras se conviertan en hechos a la mayor brevedad».

No en vano, como destacó Clara Fernández, «todos los promotores queremos que la Comunitat Valenciana no esté a la cola de la inversión en renovables sino a la cabeza». Y, dentro de ese horizonte, puso el foco en la «inseguridad jurídica» que se vive en el sector. «Falta una legislación clara y con criterios que se aplique de la misma manera en todas las consellerias y servicios territoriales», aseguró la dirigente de Ibox Energy, que destacó que la Comunitat «tiene mucho poder a nivel solar y tenemos que aprovecharlo». 

Más recursos

Porque como señaló Moreyra a continuación «no puede ser que la Comunitat Valenciana esté por debajo de los 500 megavatios cuando Andalucía o Extremadura tienen 5.000». «Tenemos la capacidad de avanzar entre todos, está en nuestra mano», resaltó.

Pero para que este desarrollo se consume, es necesario que el bloqueo de iniciativas fotovoltaicas vaya disipándose. «Hay que coger los expedientes más limpios y que salgan», sugirió Moreyra, una línea que compartió Fresco, ya que de los cerca de 450 expedientes pendientes, alrededor de la mitad son plantas pequeñas que «tienen que salir de forma rápida con los mecanismos jurídicos que sean necesarios».

Asimismo, con la fecha límite para muchas aprobaciones de proyectos más grandes en el 25 de enero, el dirigente de Avaesen destacó que la Conselleria de Industria debe poner «más recursos en el área de Energía» porque no «tenemos técnicos, ni tiempo, ni la mejor estructura jurídica». «Esto no solucionará todos los problemas, pero nos ayudará a sobrevivir sobre la marcha», afirmó. Eso sí, una vez se tengan estos recursos, Clara Fernández avisó de que debe haber «continuidad» en los mismos, «porque hay más proyectos y debemos seguir avanzando».

Otros horizontes

Asimismo, junto a esta mayor cantidad de recursos, los ponentes coincidieron en que también se necesita avanzar en otros puntos. El primero de ellos, enfatizó la responsable de Ibox Energy, el de no variar de criterio dependiendo de si la autoridad con la que se dialoga es la Generalitat o, por ejemplo, un ayuntamiento. «Dentro de una misma conselleria o en función de los técnicos valoran el mismo expediente con criterios diferentes», remarcó sobre una situación que «genera conflicto continuo porque no sabes qué puedes hacer y qué no». «Si no se puede no se puede, pero que la legislación no dé lugar a interpretaciones», argumentó. 

En un plano paralelo, César Moreyra también destacó la importancia de que, una vez se tengan las autorizaciones necesarias, se haga «una labor didáctica» en las administraciones locales para que «podamos tener esas licencias de obra». «Muchos municipios, de partida, nos dicen que no quieren esa instalación fotovoltaica, aunque hayamos pasado el trámite medioambiental. Necesitamos más apoyo», reclamó.

Ese mayor amparo institucional también fue reclamado por Fidel Roig, señalando que en empresas como la suya se trabaja «para que los recursos que se tienen en la Comunitat Valenciana se queden aquí y eso lo tienen que saber los políticos». Además, el CEO de Valfortec también enfatizó la necesidad de estar preparados una vez se tienen todos los requisitos para «construir», porque la descarbonización «es una realidad». «Hay que repotencializar la industrialización del sector y aportar así valor a la Comunitat», defendió.

Papel estratégico

Porque, como explicó Pedro Fresco, «tenemos un ecosistema –fotovoltaico– suficientemente potente para esta reindustrialización europea», una ventaja «competitiva» que se combina con un país «con mucho recurso natural solar en un continente que no tiene en exceso». Por eso, llamó a apostar por las energías renovables «que es lo que nos va a dar prosperidad, industria e independencia geopolítica».  

En esta visión de futuro, Clara Fernández también valoró «las posibilidades» de la Comunitat Valenciana para seguir invirtiendo, que llevarán en el caso de Ibox Energy a seguir «fomentando el talento, el empleo y la riqueza» en la autonomía. En este sentido, Roig también enfatizó que en la Comunitat Valenciana hay «voluntad política» y «masa empresarial para poder acometer todo lo que venga», argumento al que añadió que en un territorio que tenemos «mucho consumo» la gente va a ver «las virtudes de una energía barata» como la fotovoltaica. 

No en vano, señaló César Moreyra, con la caída del precio del silicio, el coste de las inversiones se «va a reducir», lo que va a permitir que esta energía «sea más competitiva» y, con ello, también se «abarate para el consumidor». No obstante, eso no evitará en palabras del CEO de Grupotec que haya que trabajar en otras dos «palancas» mirando a ese 2030. La primera, más «presión a nivel de red eléctrica para tener una mayor capacidad». Y, la segunda, el almacenamiento, un pilar «básico» en una energía renovable que «tenemos que gestionar».