La crisis del mar Rojo amenaza con golpear las cadenas de suministros de las firmas valencianas

La Comunitat Valenciana y su economía mira con preocupación, una vez más, al contexto internacional. La intensificación de los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen en el mar Rojo -derivada del conflicto entre Hamás e Israel- se ha convertido en una nueva amenaza después de que grandes navieras hayan decidido cambiar sus rutas marítimas y dejar de utilizar el canal de Suez. Las consecuencias de este movimiento, a falta de conocer la duración de esta situación y cómo reaccionarán los Estados para disiparla, ya se empiezan a perfilar, con las dificultades en las cadenas de suministros y el aumento de los costes como principales riesgos para las compañías.

Así lo aventura un informe elaborado por Cámara Valencia, que avisa de efectos "inmediatos" para el comercio internacional. Según los últimos datos de Cámara, el 63 % del total del comercio de la Comunitat Valenciana de este 2023, sean compras o ventas, se hace por vía marítima y, de estas, una cuarta parte ha circulado por el enclave egipcio. De ahí que cualquier inconveniente sea preocupante.

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Uno de los que ya se empieza a vislumbrarse tiene que ver con la propia decisión adoptada por gigantes como Maersk, MSC o CMA-CMG de virar sus líneas marítimas evitando el paso por Suez. Sin cruzar el canal, la alternativa para las navieras está en bordear el continente africano, pasando por el cabo de Buena Esperanza, un recorrido que implica al menos 7.000 kilómetros extra. Ese cambio, señalan desde Cámara, golpeará las cadenas de suministros, que podrían vivir un "retraso en la recepción y entrega de mercancías ya contenerizadas". Pese a ello también señalan que, en comparación con la crisis de hace dos años, las compañías llegan con mayor "diversificación" y mejor "gestión" de suministros, puntos claves para paliar el impacto de este nuevo contratiempo.

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Mayores costes

Sin embargo, este no es el único impacto. En primer lugar se avecina un encarecimiento de "los fletes entre Asia y Europa", la principal conexión marítima que utiliza Suez para comerciar y que podría ver cómo se aplican "recargos por riesgo de guerra". Eso sí, este coste más elevado que se empezaría a notar en el segundo semestre de 2024, creen que estará alejado de los máximos vividos en 2021.

En un segundo lugar, provocado por esta subida en el kilometraje de las rutas, se encuentra el alza en las emisiones carbono justo cuando se va a poner en marcha desde este enero el Europe Trading System, un nuevo sistema de tasas medioambientales en los puertos impulsado por la Unión Europea (UE) donde se cobrará a las firmas del sector naviero un derecho de emisión determinado dependiendo de cuál sea la distancia que lleven a cabo con sus buques. Y con rutas más largas, eso supondrá "costes aún más elevados a las rutas transoceánicas".

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Asimismo, destacan desde Cámara, el hecho de que en un momento de "retroceso de los intercambios comerciales de bienes a nivel mundial y de fuerte desaceleración económica", se prolongue una situación como la actual supondría para Europa y sus países "alejar en el tiempo el inicio de la senda de recuperación prevista para mediados de 2024". Al respecto, desde la organización cameral insisten en que si se produce este retraso en la recuperación, este hecho si que tendrá impacto en la evolución de las exportaciones valencianas.

Por su parte, la patronal valenciana CEV lamentó este miércoles que una vez más, «un conflicto político afecta negativamente a la actividad empresarial y dificulta y encarece las operaciones». Pese a ello, no considera que vaya a suponer un bloqueo al comercio internacional.

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