El campo valenciano dice "basta ya"

Cientos de agricultores protestan en València junto a las organizaciones del sector contra las políticas de Bruselas o las importaciones desleales desde terceros países

El choque entre policía y un grupo de los concentrados que marchaban rumbo a la entrada sur del puerto deja imágenes de tensión y un representante de La Unió detenido

Tras semanas de protestas y tractoradas, dentro y fuera de la Comunitat, el campo valenciano ha gritado este jueves un “basta ya” unánime en el corazón de València. Cientos de agricultores, tras haber accedido con sus tractores por las distintas entradas de la ciudad de buena mañana, han inundado los alrededores del Edificio del Reloj del puerto para lanzar un mensaje claro, de hastío e indignación, contra una difícil situación que pone en peligro su supervivencia.

Una concentración, marcada por las consignas críticas de las distintas organizaciones agrarias, la quema de paja o el vaciado de productos valencianos en el suelo en señal de protesta, que durante horas ha trascurrido con tranquilidad. Sin embargo, se ha cerrado con momentos de tensión después de que una parte de los manifestantes -encabezados por los dirigentes de La Unió Llauradora y que bajaban rumbo a la entrada sur del Puerto de Valencia- se topara con el dispositivo policial que allí había desplegado. Tras cortarles el paso, se han producido choques entre los agentes y los agricultores que se ha saldado con la detención del secretario general de la organización en la Plana Baixa, David Esteban, que pasadas las 19.30 horas era liberado sin medidas cautelares tras su paso por el juzgado de guardia.

Inicio tranquilo

Ha sido el momento de mayor nervisiosismo dentro de una concentración que había comenzado desde primera hora de la mañana tranquila, con la entrada pacifica de los vehículos agrarios por distintos puntos de la ciudad. Las distintas columnas de tractores, que han acabado llegando al puerto, solo han ralentizado el tráfico en varios puntos del 'cap i casal', siendo la Avenida del Puerto la más afectada con un corte policial que ha durado hasta aproximadamente las diez de la mañana.

Concentrados en el Edifico del Reloj, esta mañana.

Concentrados en el Edifico del Reloj, esta mañana. / Miguel ángel Montesinos

Sobre esa hora, decenas de agricultores ya comenzaban a aglutinarse en el punto de encuentro escoltados por sus vehículos, que habían salido desde diversos puntos de la geografía valenciana. Junto a ellos, compañeros del gremio llegados desde Albacete, Cuenca, Guadalajara o Soria compartían su apoyo en una protesta que combinaba la veteranía de aquellos que han trabajado la tierra durante toda su vida con la de quienes, en centros de formación, quieren aspirar a poder hacerlo algún día. Cientos ya de personas, unidas, bajo un sol impropio para un mes de febrero.

Discursos

En ese clima, los máximos representantes de las distintas organizaciones agrarias presentes -La Unió Llauradora i Ramadera, la Coordinadora Campesina del País Valenciano (CCPV-COAG), la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-PV), la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Asaja Albacete o Asaja Alicante- han comenzado sus discursos en una tarima improvisada desde la que ha resonado una misma visión: Que el campo valenciano ya no aguanta más y que lo que desea, simplemente, "es vivir dignamente de nuestro trabajo", como ha apuntado el secretario general de COAG CV, Luis Fernando García.

Quema de la paja en la concentración agraria.

Quema de la paja en la concentración agraria. / Miguel ángel Montesinos

"Parece que los que nos representan no entienden que estamos hartos ya de que las políticas se hagan a espaldas de este sector", ha exclamado por su parte Ricardo Bayo, secretario general de UPA en la Comunitat, compartiendo unas consignas que han resonado durante toda la jornada contra las políticas de Bruselas -pero también contra las del Gobierno de España y el Consell-, la reforma de la PAC o las importaciones desleales desde terceros países, que también han secundado tanto el secretario general de La Unió, Carles Peris, como el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado.

"Queremos que los ministros de Europa escuchen que no estamos de acuerdo con sus políticas", ha enfatizado Aguado, antes de dejar un contundente aviso a las tiendas de aquellos "que importan naranjas o arroz de otros lugares", en una clara referencia a los supermercados. Peris, mientras, apelaba en sus palabras a que se pongan medidas que de verdad garanticen el futuro del sector y apuntaba, entre otros, a los puertos que "bonifican con sus tasas la llegada de productos de fuera".

Choques con la policía en los alrededores del puerto de Valencia.

Choques con la policía en los alrededores del puerto de Valencia. / Miguel ángel Montesinos

Vaciado de producto y manifestación

Y, una vez terminadas las palabras, llegaban los hechos. Los representantes agrarios comenzaban a vaciar vino y cajas con las banderas de Egipto o Marruecos repletas de naranjas, acciones a las que seguían un volcado de la paja que llevaba un camión para posteriormente incendiarla y crear una gran humareda. La imagen contrastaba con el movimiento de los primeros concentrados que, pasadas las 11.30 horas, comenzaban a marchar rumbo a la entrada sur del puerto.

La comitiva agraria -encabezada por Carles Peris y La Unió pero escoltada por el resto de organizaciones y sus dirigentes- se ha acabado deteniendo en los alrededores del Tinglado 5, donde una fila de siete furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) bloqueaban el paso de los manifestantes. Ha sido allí donde se han vivido las mayores escenas de tensión, con varios choques entre los agentes y los agricultores que querían seguir avanzando. Sin éxito finalmente en su cometido, sobre las 13 horas los manifestantes han comenzado a dispersarse y iniciado el retorno hacia sus casas. Eso sí, no sin antes bloquear entre las 14.30 y las 15.15 horas tanto la Pista de Silla como la V-30. Mientras, un grupo de socios de la Unió arropó a su compañero detenido en la puerta de la comisaría de Zapadores de València.

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