El ‘boom’ del turismo internacional tira del negocio del ocio nocturno valenciano

Patronal y trabajadores del sector confirman la mayor afluencia de estos visitantes foráneos que «hacen más gasto y dejan mejores propinas» en enclaves como Russafa

El mayor desembolso se nota desde los bares a los clubs que visitan

Visitantes extranjeras pasean por Russafa el jueves al lado de una terraza con bebidas.

Visitantes extranjeras pasean por Russafa el jueves al lado de una terraza con bebidas. / Miguel Ángel Montesinos

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

Dar un simple paseo por alguno de los puntos más característicos de la Comunitat Valenciana sirve hoy para confirmar con facilidad una realidad: La presencia del turista internacional, el mismo que los datos de entidades como el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran cada mes que se halla en una tendencia al alza, se ha disparado en los últimos tiempos. Neerlandeses, alemanes, italianos… y un sinfín de nacionalidades más apuestan por el territorio valenciano. Una decisión cuyo impacto económico está tirando del negocio de muchos locales, con el ocio nocturno –que cada vez más pierde ese adjetivo al triunfar ya en otros momentos del día– como uno de los más beneficiados.

Lo explica así Víctor Pérez, presidente de la Federación de Ocio, Turismo, Juego, Actividades Recreativas e Industrias Afines de la Comunidad Valenciana (Fotur), que pone en valor el peso creciente que el ocio tiene para la consolidación de estos viajes desde el extranjero. «Sin él no vendría la gente», destaca el dirigente, que reconoce también que en los últimos tiempos el turista internacional «cada vez viene más y sale desde el jueves hasta el domingo». 

Esa amplia presencia, sea invierno o verano, se aprecia fácilmente en zonas con ambiente y gran oferta hostelera como la del valenciano barrio de Russafa. Entre sus cuadriculadas calles, la imagen de grupos de foráneos que transitan casi a cada hora ha dejado de ser una excepción para confirmarse como una regla. Lo mismo sucede en las terrazas, con mesas repletas de bebidas en las que los distintos acentos se entrelazan en el murmullo de conversaciones. 

Más allá de horas

«Da igual la hora, están todo el día», explica al respecto Izaskun, una de las múltiples empleadas de la hostelería que se concentran en este enclave. Desde un emblemático negocio, el Ubik Café, señala sin dudar que esta zona valenciana «se ha convertido en un barrio turístico y se nota mucho». «Está plagado de turistas, especialmente alemanes e ingleses», destaca. Es una visión que comparte Roberto, otro de los trabajadores del sector en estas calles. «Sí que veo cada vez más gente de fuera que viene a hacer turismo y que gasta», enfatiza.

Un grupo de turistas extranjeras disfrutando de Russafa, el pasado jueves.

Un grupo de turistas extranjeras disfrutando de Russafa, el pasado jueves. / Miguel ángel Montesinos

Ese punto, el del desembolso económico, es una de las realidades que ambos destacan en torno a esos clientes extranjeros. Sin ir más lejos, el último balance del INE refleja que el gasto turístico medio realizado cada día en la autonomía valenciana por estos visitantes se ha incrementado ya hasta los 125 euros, casi 20 más que lo que se dejaba antes de la pandemia. «Ocio y fiesta son las segundas palabras más buscadas y se está notando mucho el rédito en los locales. Aporta muchísimo a la Comunitat», remarca Pérez sobre un punto importante para el sector, especialmente tras un periodo como el de la covid-19 que lastró buena parte de sus cuentas de resultados. «Hacen más gasto y dejan mejores propinas» que los nacionales, confirma en esta línea Izaskun.

De la fiesta a las consumiciones

No obstante, ese mayor desembolso también se confirma desde el lado de los visitantes. Ruud, un joven turista neerlandés que camina entre bromas junto a cinco amigos más, destaca que en su viaje de cuatro días a la capital del Turia «estamos saliendo por la noche, pero también disfrutando de la ciudad y de la cultura». El mensaje recibe el rápido respaldo afirmativo de sus colegas, casi el mismo tiempo que tarda en decir cuál va a ser el plato fuerte de un variado itinerario nocturno en el que creen que van a gastar hasta 500 euros en conjunto. «Mañana vamos a ir a la zona VIP de Marina Beach. Tenemos ganas», resalta.

Según el INE, cada visitante se deja una media de 125 euros al día, casi 20 más que antes de la pandemia

Pero la mayoría del desembolso de este turismo internacional no va destinado a discotecas y sitios exclusivos, sino a consumiciones mucho más concretas. «Beben desde un botellín de agua a una copa de vino, pasando por cócteles, cubatas... de todo un poco», destaca Roberto. «El Aperol es su bebida favorita y luego el tinto de verano y cualquier cosa que ellos piensen que es ‘typical spanish’», explica por su parte Izaskun sobre la realidad que aprecia en una València en la que lleva relativamente poco tiempo trabajando.

Visitantes extranjeros pasean por Russafa el jueves al lado de una terraza.

Visitantes extranjeros pasean por Russafa el jueves al lado de una terraza. / Miguel ángel Montesinos

En su Marina Alta natal, esta camarera no duda en tildar la situación de esa afluencia de turistas internacionales como «locura». «Casi todos son franceses, alemanes e ingleses y al final en los lugares de restauración como este hablamos en inglés directamente. Entonces yo diría que van en claro aumento», concluye.

Más de 640 millones más de gasto solo en 2024

Los últimos datos recogidos en la ‘Encuesta de gasto turístico’ (Egatur) del INE reflejan que el desembolso total de los turistas extranjeros en la Comunitat Valenciana se ha disparado en el primer trimestre de 2024 en un 33 % en relación al año pasado. Ese crecimiento, equivalente a más de 640 millones de euros que en el mismo periodo de 2023, permiten que el acumulado anual llegue a los 2.587 millones de euros. Detrás de ese dato está la afluencia de turistas, que también crece un 25 % y ya supera los dos millones de visitantes foráneos.

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