Por un capricho del destino, la «plantà» de las Fallas más extrañas de la historia, en pleno mes de agosto, empezó con la salida de Feria València de una falla que lleva por título «Fa un fred que pela!!!». Rematada por un esquimal. Y además, realizada por un artista que se apellida Marzo. Fernando. Fue el primero en llegar, hace 523 días, a un recinto que ha estado custodiando las obras artísticas teóricamente en buenas condiciones ambinetales de frío y sequedad.

Salen con destino no se sabe a qué. Porque lo que va a pasar en las calles hay que etiquetarlo con mucho cuidado. El virus persiste, la gente se sigue muriendo y que haya fallas en la calle no es fácil de entender o digerir fuera de València, entre los propios vecinos de la ciudad e incluso entre los propios falleros, donde también hay una importante corriente de escepticismo, duda y hasta objeción de conciencia.

Por eso, el alcalde Joan Ribó y el concejal Carlos Galiana comparecieron a primera hora y trataron de acuñar la terminología al uso para lo que ha de venir: «Esto no son Fallas. Son actos falleros. Es importante diferenciarlo. No voy a utilizar la palabra Fallas para que nadie piense que vamos a tener algo normal. Porque no lo va a ser. Pero las Fallas tienen un ciclo y es imprescindible que, de alguna forma, se planten, se quemen y se celebren los actos permisibles. Para eso nos hemos puesto en contacto con Sanidad. Y empezaremos un nuevo ciclo fallero. Las Fallas han de continuar y necesitamos esto. Yo celebro que con la salida de los monumentos, se materializa. Es un momento importante para la ciudad y fundamental para le movimiento fallero».

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Las Fallas 2021 ya están en la calle. Germán Caballero

Responsabilidad y normalidad

Ribó, además, agradeció «la actitud responsable y positiva del mundo fallero desde el primer momento. Han estado siempre al lado de Sanidad». Y, en ese sentido, Galiana recordaba, casi hasta la saciedad, que «salvo quemar, todo lo que está programado son cosas que se pueden realizar ahora mismo con normalidad. No se va a haer ningún acto que no se esté haciendo ya con la normativa autonómica. Como hemos hecho en la Gran Fira».

Artistas, operarios y colaboradores trabajan de firme.

Ser «monumento», ayuda

Incluso el concepto de falla como monumento, eso que a veces da grima a algunos artistas falleros, es una ventaja: «plantar una falla es como poner un monumento en la calle e ir a verlo».

Todo ello, rebozado de esas proclamas en favor de la conducta de los protagonistas de la fiesta y de que cuantas calamidades han sucedido ha ocurrido sin que la sociedad festiva haya sido arte o parte. Galiana fue, para eso, muy contundente: «Ahora hay aglomeraciones y no hay Fallas, hay rebrotes y no hay Fallas, hay pandemia y no hay Fallas. Por consiguiente, las Fallas no son responsables de la pandemia, de las aglomeraciones o de que la gente no lleve mascarilla. Y yo confío en la responsabilidad de la gente».

Recordó además, que falta levantar el veto a las agrupaciones musicales. «Esa normativa está pendiente de cambiarla». Y que, en el cogollito de la ciudad, lo justito. «En la plaza del Ayuntamiento, además de la falla, no va a haber mucha actividad. Seguimos manteniendo el toque de queda y a la una, todo el mundo en su casa».

Junta de seguridad casi al final

A final de mes también habrá una junta local de seguridad entre el Ayuntamiento y los mandos de Policía Local, Policía Nacional, unidad adscrita a la Generalitat y Guardia Civil para definir el dispositivo de seguridad entre el 1 y el 5 de septiembre. «Vamos a tomar las medidas que siempre se toman en Fallas. Puede haber algún problema; no lo dudo, pero lo resolveremos», aseguró Ribó.

El delicado traslado de la cabeza de la falla Grabador Esteve

El delicado traslado de la cabeza de la falla Grabador Esteve Vídeo de Germán Caballero

Empiezan a llegar las grandes

Y en la calle, Sueca-Liteterato Azorín en Sección Especial y Grabador Esteve-Cirilo Amorós en Primera A son las dos primeras fallas de gran tamaño que han aparecido, acompañadas de otras de secciones inferiores. La gran mayoría, siguiendo el turno establecido en Feria València en la que, con una cadencia de, por lo menos, dos horas, se van distribuyendo. Entre las de menor entidad, el artista Arturo Vallés tuvo trabajo, con varias de sus obras ya en la calle.

La de Grabador Esteve tiene un especial significado, porque ha sido, durante este año y medio, el símbolo de Feria València. «Es un caso aparte... este mundo del arte» estuvo a la vista de todo el mundo, incluyendo el busto de la chica, la auténtica imagen del confinamiento de los monumentos. Además, es una falla que fue «desplantada». Que sufrió, pero que se consiguió desmontar y que ahora precisa de días por delante para que toda ella vuelva a ensamblarse. El artista, Francisco Giner, protagonizó escenas de emotividad al volver a ver llegar las piezas (con las que hubo que tener mucho cuidado por las ramas de los árboles que había en el camino).

Sueca-Literato Azorín, por contra, procedía directamente del taller de Vicente Llácer. El otro éxodo que se producirá desde ya. Quinientos y pico días después.