La nieta de Isabel y Luis fue, hace más de veinte años, una de las primeras niñas que alcanzaron la condición de «turqueta», los cautivos que se encomiendan a la imagen de la Virgen de la Merced en Algar de Palancia. Una tradición centenaria muy apreciada por los vecinos. Esa misma niña lo recordaba ayer, y también rememoraba «aprender a recorrer las calles de Algar en bicicleta. Y sobre todo, he aprendido la suerte de tener un pueblo como es Algar». Esa niña, ahora superados los 25 años y que la vida ha llevado por mil caminos, fue recibida ayer de vuelta con todos los honores. Es Carmen Martín Carbonell, la fallera mayor de València, que regresó para protagonizar algunas de esas escenas que sólo pueden producirse en los pueblos y que sólo puede generar la fallera mayor con su incontestable magnetismo. No eran las fiestas patronales, que son en septiembre. Pero no hacía falta. Era, simplemente, la llegada de la fallera mayor. Suficiente como para crear una fiesta. Para ella y para la corte se organizó una jornada, con misa, firma en el Libro de Honor, balcón municipal, y callejeo por las coquetonas calles de un lugar donde lo que más pasa es que casi nunca pasa nada.

84

Búscate en la Gala Fallera 2022 Germán Caballero

Presumen de haber tenido durante una temporada a un joven Sorolla haciendo turismo rural y del que dejó un paisaje, un retrato de la virgen de la Merced y apuntes de la vida de la época, barberos y toros. El cronista oficial aseguraba refiriéndose a Carmen que «vuestra visita también se recordará toda la vida en nuestra historia». Banda de música, pirotecnia, personas mayores aplaudiendo y niños saludando. Hasta se les abrió la cancela de la presa, una obra de ingeniería que tienen a gala y que encañona tierras de pinada y silencio.

44

Ofrenda Fallera Mayor València 2022: Carmen Martín luce pletórica con su Corte ante la Mare de Déu Germán Caballero/JM López

68

La vida de la Fallera Mayor de València 2022, Carmen Martín Carbonell, en imágenes Moisés Domínguez / Fotos: archivos de Levante-EMV, falla Poeta Alberola-Totana y familia Martín Carbonell

Algar es a Carmen lo que las cercanas Altura y Segorbe a Rocío Gil, Cullera a Marina Civera o Gandia a Raquel Alario. «A veces nos sorprendemos de cómo es nuestro destino, ya que una decisión cambia la vida de la persona. Y una de esas decisiones de un hombre nacido hace 93 años es el responsable de que estemos todos juntos hoy. Mis abuelos se conocieron en este maravilloso pueblo y crearon una familia. Enseñaron a mi madre y a mi tía a disfrutar de la esencia de vivir en un pueblo, donde todos formaban parte de una gran familia porque se vivía en la calle». La calle, el pueblo, que encaló fachadas porque venía la fallera mayor. La nieta de Isabel y Luis.