El frío y la lluvia no pueden con el supersábado de fallas

València vive uno de sus fines de semana más grandes de estas fallas

Charangas, orquestas y verbenas inundan la ciudad en un sábado con mal tiempo

Tardeo en el primer supersábado de Fallas 2024

Eduardo Ripoll

Claudio Moreno

Claudio Moreno

El mal tiempo y el frío que azota hoy València no está empañando la fiesta fallera de este supersábado del 9 de marzo. Si esta mañana miles de personas se han acercado a disfrutar de la mascletà a la plaza del Ayuntamiento con el abrigo y el paraguas, esta tarde, las verbenas de las fallas están llenas de gente disfrutando del tardeo clásico de estas fiestas.

Ambientes y charangas con paraguas

Claudio Moreno

Durante la mañana, numerosos vecinos y vecinas de muchos pueblos de la C.Valenciana han decidido celebrar igualmente el disparo de polvora mojada. Los paraguas han puesto la nota de color en este día gris y la charanga 'telotocotó' han calentado la mascletà con clásicos populares como "tírate de la moto" o el estribillo "lololó" del Seven Nation Army de los White Stripes.

Tardeo prefallas 2024

“Me siento en un buen momento, solo era cuestión de tiempo”. El verso le pertenece a Nebulossa pero podría ser tranquilamente el eslogan del tardeo fallero. El fiestón vespertino llegó hace poco a la vida de las comisiones y le ha faltado tiempo para consolidarse como uno de los hitos en el programa de estos días. El día ha amanecido lluvioso, la primera nieve se ha dejado notar en la Comunitat Valenciana y el frío ha tomado la capital. Da igual: el tardeo ha vuelto a reventar la ciudad.  

La zona más concurridas en las prefallas de 2024 ha sido el céntrico eje de Plaza del Mercat, Bolsería y sobre todo Plaza del Negrito, donde el tardeo ya es costumbre en cualquier época del año. Muchos chavales con la cerveza de calentamiento previo a la verbena nocturna, no tantos falleros arracimados con sus llamativas parkas.

Verbenas en València en el primer supersábado de Fallas

Verbenas en València en el primer supersábado de Fallas / Fernando Bustamante

“Nosotros no somos falleros. Somos folloneros", bromeaba en la Plaza del Tossal un grupo de ocho veinteañeros de Canals, Catarroja y Ontinyent. Llevaban desde las 11 de la mañana dando vueltas, eran las 18 horas y aún les quedaba algo de mecha por quemar. “Iremos a algún acto fallero más y luego no aguantaremos demasiado, porque mañana queremos venir a la mascletà. Queremos vivir la fiesta pero sin liarla”, decía Álvaro con un mantra de autoconvencimiento. 

“Nosotros no somos falleros. Somos folloneros"

Uniformados de azul iban Ana, María y Hector, de la falla Abu Masaifa de Xativa. Habían llegado con toda su falla a la mascletà, charanga incluida. La lluvia les caló durante el mediodía pero el tardeo lo cura todo. “Nos hemos metido en una cochera pero al final nos hemos mojado. Da igual. No nos para nada. Somos falleros”, decía Ana, estudiante de Medicina en València. 

Una fiesta más local

En la Plaza del Negrito estaba Félix con antiguas compañeras de Ingeniería Química. Estaban eufóricas porque aquello, el tardeo de prefallas, es un día especial. “Nosotras somos más de 15 y nos reunimos todos los años este fin de semana. Me encanta porque hay más gente local. El finde fallero se explota demasiado. Yo vivo en Russafa y el próximo fin de semana me tocará irme. Este aprovecho: las prefallas son las verdaderas fallas”, resolvía el conquense de 32 años. 

En el mismo punto caliente –el termómetro rozaba los diez grado pero faltaría sumar la graduación etílica– estaba Juan con sus amigos, todos cuarentañeros. Como cada año, los asistentes al tardeo se reparten por edades. En Negrito subía la media. Y también llamaba la atención la ausencia de ambientación musical. “A mí me parece bien, porque esto debe ser un infierno para quienes vivan en la plaza. De todas formas aún estamos en prefallas”, recordaba el valenciano. “Es cierto que el próximo finde habrá más valencianos esquiando y más turistas en Fallas, pero a mí me gusta igual. La ciudad se transforma, es estupendo”, celebraba Juan.

Verbenas en València en el primer supersábado de Fallas

Verbenas en València en el primer supersábado de Fallas / Fernando Bustamante

En el mismo punto caliente –el termómetro rozaba los diez grado pero faltaría sumar la graduación etílica– estaba Juan con sus amigos, todos cuarentañeros. Como cada año, los asistentes al tardeo se reparten por edades. En Negrito subía la media. Y también llamaba la atención la ausencia de ambientación musical. “A mí me parece bien, porque esto debe ser un infierno para quienes vivan en la plaza. De todas formas aún estamos en prefallas”, recordaba el valenciano. “Es cierto que el próximo finde habrá más valencianos esquiando y más turistas en Fallas, pero a mí me gusta igual. La ciudad se transforma, es estupendo”, celebraba Juan. 

Cerca de allí, en la Plaza del Mercat, Alberto servía bebidas frenéticamente como responsable de la Falla Llanterna-Na Robella. Cervezas a 4,50 euros. Cubatas a 7. Cubalitros a 15. Como el resto de fallas de tardeo tenían licencia para funcionar de 17 horas a 22 horas. Y se reconocía incapaz de estimar una recaudación. “Cada año varía. Este año ha venido menos gente que el año pasado porque nos ha salido mal tiempo”, lamentaba. 

Nebulossa pone la banda sonora

Desde el fondo de la plaza pinchaba una sesión de corte pachanguero un veterano de los platos, Rafa Marco, desde el año 89 ganándose la vida con la mesa de mezclas. “Tengo 52 tacos y llevo unos diez en esta falla. La música que pongo es para todos los públicos, esto es como una boda. A mí me gusta el techno, pero me tengo que retener”, confesaba el dj con Samb Adagio de Safri Duo en su altavoz, quien además regalaba otros dos datos a la crónica. El “Zorra” de Nebulossa será la banda sonora de estas Fallas –en el balcón del ayuntamiento antes de la mascletà sonó ‘Ay Mamá, Benidorm Fest sigue patrocinando la alegría de media España– y en una jornada como pinchadiscos de tardeo se pueden cobrar unos 250 euros. 

Verbenas en València en el primer supersábado de Fallas

Verbenas en València en el primer supersábado de Fallas / Fernando Bustamante

Y a kilómetro y medio de allí, en Palleter, a los pies de la superilla de la Petxina, un tardeo más humilde congregaba a un público disidente. Sonó “Dime” de Beth. Sonó “Ni tú ni nadie” de Alaska y Dinarama. Y sonó, como no, el “Zorra” de Nebulossa. “Nosotras hemos venido hasta aquí porque se supone que es una fiesta LGTBI”, decían Daniela, Lucía y Guadalupe, manchegas y estudiantes de Psicología en València. “Nos ha sorprendido que hay gente muy adulta y no tanta del colectivo. Después iremos a Patraix con la Orquesta Montecarlo, pero mientras tanto hacemos botellón aquí. Somos estudiantes, es decir: pobres”.