La fallas monográficas toman la calle para erigirse en altavoz de los derechos sociales

Los monumentos dedicados íntegramente a la visibilización del colectivo LGTBI o las luchas contra la violencia machista o el calentamiento global empiezan a ganar terreno frente a las fallas más localistas con batiburrillo de ideas y personajes

Falla Dr JJ Domine Port en apoyo a la huerta y contra la especulación urbanística

Falla Dr JJ Domine Port en apoyo a la huerta y contra la especulación urbanística / Francisco Calabuig

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Las fallas monográficas de temática social están de moda. Cada año se ven en más calles, un monumento con una figura central dedicada a un tema concreto, generalmente la visibilización de un derecho, una minoría oprimida o un problema global, y el resto de ninots en la misma línea completando el relato de la falla. Incluso los carteles y a veces hasta la infantil. Todas las fichas a un mismo número. 

El monumento multicolor y «atrapalotodo» con diversidad de personajes sigue siendo predominante en las categorías grandes, pero a partir de Primera B hacia abajo los remates empiezan a ser heterodoxos y la temática social gana peso en el repertorio de ninots

Estas fallas prescinden de la ornamentación excesiva para contar una historia de un solo golpe de vista. «Al ser más pequeñas suplen la economía de medios con un discurso más directo e impactante. Sobre todo se ve en fallas experimentales. En las grandes sigue ganando el totum revolutum», explica Gil-Manuel Hernández, miembro de l’Associació d’Estudis Fallers y de la Falla Arrancapins. 

Falla San Vicente de Paúl-Diputada Clara Campoamor contra la demonización estética de las mujeres

Falla San Vicente de Paúl-Diputada Clara Campoamor contra la demonización estética de las mujeres / Francisco Calabuig

Precisamente es Arrancapins la falla social por antonomasia y una de las que suele cerrar el foco sobre un tema en particular. Este año plantean un bosque como metáfora del concepto de resiliencia. Un sitio donde refugiarse, resistir y plantear alternativas. Un lugar lleno de árboles y plantas diversas, algunas problemáticas en el imaginario ideado por esta falla siempre valiente y provocadora. Por ejemplo, entre otros árboles metafóricos se verá uno dedicado a las mujeres asesinadas por la violencia machista y otro dedicado a los niños muertos por los bombardeos de Israel en Gaza

La temática antibelicista también se ha colado este año en la Sección Especial de la mano de Almirante Cadarso-Conde Altea, donde el artista Toni Pérez ofrece, bajo el lema ‘La raó de la desraó’, una pertinente falla con la diosa de la guerra en el centro y Charles Chaplin en la película «¡Armas al hombro!» junto al símbolo de la paz coronando el monumento

Almirante Cadarso-Conde Altea dedica su monumento al antibelicismo

Almirante Cadarso-Conde Altea dedica su monumento al antibelicismo / Francisco Calabuig

Es la tendencia. Los conflictos universales roban espacio a la sátira municipal. La crítica al vecino o al negocio de barrio pierde fuelle frente a la visibilización de las minorías -transversal a todos los países del mundo- y la reivindicación de los Derechos Humanos en toda su magnitud. Las fallas son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se abren al mundo y amplían la mirada. 

El beso lésbico tiene continuidad

Así, en los últimos años el aficionado a la ruta de monumentos habrá visto temáticas recurrentes. Una es la falla LGTBI. El beso lésbico de Raúl Martínez «Chuky» en Torrent abrió una puerta por la que este año han entrado varios artistas. El proyecto con más escaparate se llama «Mamá, soy gay», una obra autobiográfica de Mario Gual que trata explícitamente el tema en la exigente Primera A. De este modo, la fiesta de 2024 dará un salto cualitativo importante a la hora de visibilizar el arco iris en la plástica fallera.

«Chuky» también es autor de «CO», un proyecto para la Falla Dr. Sanchis Bergón-Turia con «la finalidad de dar visibilidad a un tema social que nos rodea a todas las personas, la salud mental», según explican en la propia comisión. El trabajo ha sido desarrollado de la mano de la Asociación para la salud Integral del enfermo mental (ASIEM) para concienciar a la sociedad sobre algo que figuras como el baloncestista Ricky Rubio también están contribuyendo a normalizar. 

Falla Dr. Sanchis Bergón-Turia dedicada a la salud mental

Falla Dr. Sanchis Bergón-Turia dedicada a la salud mental / Francisco Calabuig

Algunos artistas falleros que venían de trabajar la obra convencional se van orientando hacia la temática social, un terreno fértil y abierto a la experimentación. Es el caso de Chucky, pero también de Julián Vicente García, autor de tres proyectos conmovedores. En la Falla Valle de Laguar-Padre Ferris montará una obra dedicada a un tabú. «El suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no natura en España y cada año, desde 2008, las cifras anuales no dejan de aumentar. En 2021, 4003 personas se suicidaron, la cifra más alta desde que se tienen datos. Hablar del suicidio no lo fomenta, lo que mata es el silencio», dice la leyenda de la falla. 

Fallas más provocadoras

El mismo artista plantará en la Plaza del Patriarca esta noche -apura para no exponerse al vandalismo- una obra llamada «El Cuento de la criada». El conjunto es explícito y sugestivo; una criada de cinco metros y medio y debajo la violación de una mujer sin rostro. Y en la Falla San Vicente de Paúl-Diputada Clara Campoamor instalará un edificio con cuatro bustos de mujeres, que en realidad son la misma con diferentes peinados y, en base a ellos, diferentes consideraciones. La mujer fallera es una mujer apreciada pero a la misma mujer con peinado punk se la tacha de drogadicta y sin pelo se la califica de loca.

Reivindicación de la diversidad sexual, visibilización de las enfermedades menos frecuentes -también de la discapacidad, dado que la Falla Castellón, Segorbe y Adyacentes se centra en el deporte- o denuncia del machismo en todas sus formas. El arte efímero ha encontrado diferentes nichos temáticos con los que remover conciencias, pero hay una cuestión capital en plena Capitalidad Verde Europea: la reivindicación del ecologismo y el cincelado sobre material inflamable, preferiblemente sostenible, de la amenaza que supone el cambio climático. Las fallas más verdes. 

Falla la Nova d’Orriols propone un monumento LGTBI

Falla la Nova d’Orriols propone un monumento LGTBI / Francisco Calabuig

En este sentido, la Falla Dr. J.J. Dómine-Port presenta un proyecto del artista Manolo García Lleonart, de título «L’asfalt no es menja», con la figura destacada de una excavadora cuyo brazo representa el poder económico. Este se levanta imponente sobre un gran bloque de cemento, destruyendo a su paso una parte importante de la huerta. Es decir, del patrimonio y la identidad valenciana. El medio natural como dique de contención del calentamiento global se vence tras el envite de la máquina voraz

Y más allá de las alusiones difusas de l’Antiga de Campanar al cambio climático, en la mencionada Capitalidad Verde Europea no podía faltar una falla dedicada a tal responsabilidad. La Falla Els Generals mete a los humanos en jaulas y saca las plantas a la calle para que recuperen -con cierta violencia- el terreno que poco a poco se les ha arrebatado. 

Amar al poeta o a uno mismo, dos formas de querer

Hay diferentes formas de tematizar el amor en las fallas de València. Un ejemplo, la comisión de Plaza de la Reina, Paz y San Vicente, «Tio Pep» montará L’Abraç, un cariñoso homenaje al poeta Vicent Andrés Estellés por su centenario. La ilustradora Virginia Lorente y el artista fallero Ricardo Alcaide han hecho posible un proyecto cuyo concepto habla sobre la cercanía que transmite la obra del poeta a las personas que la leen y la releen. El abrazo de Estellés esta también el amor a la vida, la cultura, la identidad y la tierra valenciana. Y también hay mucho amor en Mestre Bellver-Mariano Ribera, una entrañable falla dedicada al autocuidado y  realizado por la artista valenciana Pepitagrilla, seudónimo de Iris Moreno.