Marina García cierra el primer día de la ofrenda... a las tres y media de la madrugada

La fallera mayor infantil es la última en depositar su ramo a los pies de la Mare de Déu

El desfile, que ya llegó a la plaza con retraso, aún duró una hora más

Los Miles y miles de valencianos y valencianas han participado hoy en el primer día de la ofrenda de flores de las fallas 2024, pero el mundo fallero la ha estado esperando a ella: a la fallera mayor infantil de València 2024, Marina García. Ella ha sido, como marca la tradición, la última en entregar sus flores a la Virgen de los Desamparados ya bien entrada la madrugada. El primer día siempre suele ser el "día largo" de la ofrenda y la coincidencia del desfile con el domingo, en una ciudad aglomerada, ha hecho que la ya de por sí larga jornada se haya retrasado hasta esta hora.

Eso no ha impedido que la representante de todos los falleros infantiles haya vivido una ofrenda repleta de emoción, acompañada por sus 12 compañeras -y amigas- de la corte de Honor. El privilegio de ser las embajadoras del mundo infantil les han brindado hoy un regalo único, que muy pocas falleras puede vivir: cerrar la ofrenda de flores y hacerlo en el interior de la Basílica; un momento que, seguro, recordarán como uno de los más especiales del reinado, el sueño que están viviendo, y también de sus vidas.

Los tiempos marcan que Marina y el resto del séquito debía haber salido a la una de la madrugada, un horario ya de por sí largo (le toca el llamado "día largo" porque participan más comisiones). Si a esto se le añade el retraso acumulado, encontramos la entrada en la plaza a las dos y media. Pero a esto hay que añadir una hora más del protocolo que se cumplimenta en la Basílica. De esta manera, el himno de España, remate habitual del festejo, terminaba a las tres y media de la madrugada

Recorrido eternizado

El desfile se hizo, también por este motivo, casi en la intimidad, con una cantidad muy limitada de espectadores a lo largo del recorrido- y, sobre todo, en la Plaza de la Virgen, donde en otras ocasiones se acumula una verdadera muchedumbre alrededor del recinto vallado.

Era de esperar porque, así lo denominaban ellos mismos, la jornada de ayer era la tormenta perfecta también para la Ofrenda. Las peores condiciones para celebrarla. Por una parte, la desbordada participación, que ya se intuía cuando se constató que el censo fallero se disparó en las últimas semanas. Si a eso se añade que era domingo y, por consiguiente, era más fácil vestirse, y que fueran más los falleros y falleras que tomaran parte, la riada humana se multiplicaba.

Pero es que, además, el inicio ya partió con retraso y no debe extrañar porque al centro no le dio tiempo a disolver las multitudes que acudieron al disparo. Por eso, los primeros -la falla Pie de la Cruz- entraron en la plaza ya con minutos perdidos sobre el horario. Y, por si fuera poco, el de ayer fue el «recorrido largo»; es decir, el que tiene más participantes.

La consecuencia inmediata fue que, entrada ya la noche, los retrasos acumulaban más de una hora de tiempo perdido. Y además, la comitiva fue extremadamente larga, especialmente las entidades invitadas, incluyendo un desfile una por una de las juntas locales en pleno.

Prueba de todo esto es que, a lo largo de la tarde y noche, no se produjo ningún "parón" sensible; es decir, el flujo de comisiones fue constante. A pesar de lo cual, las previsiones se desbordaron.

Miles de falleros pasan por la plaza

Nada más entrar a la plaza de la Virgen, Marina ha levantado su mirada hacia el cadafal, completamente renovado y restaurado para estas Fallas. Con su recorrido por la plaza, rodeada de los miembros de su comisión, la falla Tamarindos, ha podido disfrutar del manto de color rojo que los miles de falleros y falleras han tejido, con la ayuda de los "vestidors", a lo largo de esta primera jornada de ofrend