Las Fallas 2024 finalizan con una 'cremà' que no quería acabarse

El ciclo de la fiesta finaliza con una «cremà» de larga duración que pone el colofón a unas jornadas complicadas, cuando no críticas

El armazón de madera de la falla municipal aguanta durante muchos minutos antes de sucumbir

Cremà de la falla municipal de las Fallas 2024

Foto: G. Caballero | Vídeo: Levante TV / Levante-EMV

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Parece que fue ayer cuando ardió la «Cardioversió Valenciana», aquella falla del corazón de vareta. Pero no: el tiempo vuela y lo que ayer volaron al cielo fueron los «coloms», una falla municipal que pasa a los libros y catálogos de historia, aunque sin la sensación de haber sido una falla memorable aunque, eso sí, se marchó con dignidad. Ante la mirada de María Estela, de la corte y del palco, en el que acudieron la alcaldesa María José Catalá, el presidente Carlos Mazón, la delegada del Gobierno Pilar Bernabé y la ministra Diana Morant.

La falla municipal tuvo una cremà larga, tanto como el castillo, que le estuvo acompañando durante mucho tiempo, cuando ya era una tea. Primero ardió el «colom» que estaba en alto. Por cierto, con algo de humo negro, que una cosa es que el material sea ecológico y otra que arda y eche residuos. En cualquier caso, las llamas fueron altas y nítidas y se pudo ver la destrucción paulatina del arte efímero, en el que las alas resistieron bastante y, una vez peladas de lo modelado, mantuvieron una bella composición, con las alas, ahora ya de madera, resistieron durante bastantes minutos. Había mucha carpintería y eso dilató la quema hasta que las torres no pudieron resistir más, aunque para entonces ya habían finalizado incluso los himnos.

Acababa la «cremà» municipal, que no las de la ciudad. Para cuando la madera seguía ardiendo se seguían escuchando castillos previos al final de una falla por aquí, otra por allá.

Ahora falta por ver qué depara el futuro en cuanto al tipo de monumento que se plantará y con qué criterios se juzgará. Se empezará a saber pronto.

La cremà infantil

La cremà infantil fue muy original. «Llegir en Verd» ardió con llama limpia pero previamente, Mediterráneo había organizado un espectáculo pirotécnico divertido, con todo tipo de efectos laterales y hasta desde el cielo.

Después vino lo de siempre: las fotos a pie de falla, los abrazos, también algunas sonrisas -para las mayores, el momento verdaderamente malo es la mascletà del 19- y el final de camino a unas Fallas 2024 que lo mejor que han podido hacer es sobrevivir a su propio gigantismo. Durante la jornada del 20 deben quedar retiradas las churrerías y las carpas. Hay que limpiar los casales y, en nada, volverá a hablarse de Fallas.