Nueva noche de botellón en Blasco Ibáñez. Otra más después de una semana intensa en la que estos actos se han celebrado de manera recurrente en las zonas de fiesta de Valencia. Días atrás, ni las tormentas ni la más que evidente bajada de temperaturas registrada en apenas 24 horas frenaron la salida de cientos de jóvenes al entrono de la plaza Honduras, donde todos ellos se concentran para beber. Pero estas agrupaciones de jóvenes han dejado un rastro de suciedad en los parques de la ciudad. Botellas de cristal tiradas, bolsas de plástico desmadejadas y vasos de tubo o de cubalitro rotos han tapizado una de las islas centrales a la altura de Honduras esta mañana. Y así todos los días. Y hasta en otras zonas de la ciudad porque los vecinos de Benimaclet también han denunciado el escándalo nocturno en la plaza: "Así no se puede vivir".

Así ha quedado la isla central de Honduras, en València, después del botellón. Levante-EMV

Riesgos sanitarios y molestias a los vecinos

Estas celebraciones están prohibidas por la normativa municipal y autonómica, que no permiten consumir bebidas alcohólicas en la vía pública. Pero, además, ponen en riesgo no solo a los participantes en plena pandemia de coronavirus por el incumplimiento de las mínimas medidas de seguridad sino también suponen un grave perjuicio para el descanso de los vecinos de las zonas en las que se convocan. Por ello, la convocatoria y participación en estos botellones, y según el borrador de la nueva Ordenanza de Convivencia de València, conllevará multas de entre 750 a 3.000 euros para los participantes o convocantes.