Una asociación de Alfafar demandará a Adif por los pitidos de más de 200 trenes diarios

La asociación «Por el soterramiento» adjuntará en la denuncia los partes médicos con cuadros de ansiedad e insomnio de residentes de la zona - «A partir de las 4 de la magrugada ya empiezan a pasar y además del ruido tiembla toda la casa»

Pancarta en contra del ruido generada por los pitidos de los trenes en el paso a nivel de Alfafar.

Pancarta en contra del ruido generada por los pitidos de los trenes en el paso a nivel de Alfafar. / A.A.

Pilar Olaya

Pilar Olaya

«Llegaremos hasta donde tengamos que llegar, pero así no se puede vivir». Así se expresa Vicente, uno de los residentes que tiene la desgracia de vivir al lado del paso a nivel de Alfafar y que ha sumado una causa más a la reivindicación histórica del soterramiento de las vías: el exceso de ruido ocasionado por los pitidos de los trenes a su paso por el paso a nivel.

Un problema insufrible que ha provocado que unas 70 personas del vecindario estén formando una asociación bajo el nombre «Por el soterramiento en Alfafar, Benetússer y Sedaví» con el principal objetivo de demandar a Adif por no promover la eliminación del paso a nivel y el soterramiento de las vías.

Para ello cuentan con el respaldo del Ayuntamiento de Alfafar que les asesorara jurídicamente y les está ayudando, por ejemplo, en la medición de decibelios y en otras acciones pactadas en las periódicas reuniones mantenidas. La próxima la tienen el 4 de abril.

Pitido de un tren cuando atraviesa el paso a nivel de Alfafar.

Acudir al juzgado es el último recurso después de haber agotado otras opciones que siguen sin respuesta como la presentación de 5.000 firmas en el Congreso por parte de los ayuntamientos de Alfafar y Sedavi o las reuniones mantenidas con Adif, la última el pasado mes de enero, donde se acordó la construcción de un paso subterráneo, pero con el compromiso firme del Ministerio de iniciar el expediente de soterramiento.

No se ha producido ningún movimiento al respecto; el silencio sigue reinando en la administración, pero no en el paso a nivel Alfafar, donde hay más ruido que nunca. «Hasta conocemos la clase de pitidos que hay. Uno, el peor es el que parece la bocina de un barco; otro es un pitido más suave, y luego hay un tercero que apenas molesta y sería el más indicado", aseguran.

"Hay veces, que parece que los maquinistas al ver las pancartas pitan más fuerte», explica este vecino en referencia a los carteles que hay colgados en los balcones de las viviendas próximas al paso a nivel, con lemas como "SOS Pitidos", o el más explícito: «maquinista modera tus pitadas».

Pancartas en los balcones de las fincas anexas al paso a nivel de Alfafar.

Pancartas en los balcones de las fincas anexas al paso a nivel de Alfafar. / L-EMV

Los maquinistas, sin embargo, han asegurado a estos vecinos que no pueden dejar de pitar. Una señal con una «S», situada en el paso nivel, es la que obliga a los conductores de trenes a «dar el silbido de atención», según reza la normativa. 

«Hemos hablado con algunos maquinistas y nos dicen que están obligados a pitar, porque si se produce algún accidente y no lo han hecho, eso puede acarrear problemas graves. Otra cosa es la forma en la que pitan», explican.

Unos pitidos que comienzan a las 4 de la madrugada y no tienen fin. Se han llegado a contabilizar hasta 270 trenes en un día, «y no solo el ruido de las bocinas, yo vivo en un quinto y cuando pasa un tren de mercancías parece un terremoto».

Esto ha provocado que en la demanda judicial que ya están elaborando vayan adjuntados partes médicos de cuadros de ansiedad e insomnio derivados por el paso de trenes.

«Las pantallas son un muro»

Las «víctimas» además tienen que escuchar el típico, «pues no haberte ido a vivir ahí». «Yo cuando vine a vivir en el 98 apenas pasaban cuatro trenes y me vendieron la moto que este paso se iba a eliminar que ya había un proyecto. Me lo creí y ahora no puedo irme porque ¿quién me va a comprar un piso en estas condiciones? Estamos atrapados».

La empresa pública Adif, que gestiona las infraestructuras ferroviarias estatales, intentó instalar contra ese ruido un sistema de pantallas, algo que fue paralizado por seis municipios de l’Horta Sud al considerar, al igual que piensan los vecinos,  «que sería tener un muro de entre tres y cinco metros de altura". "Si las vías ya suponen una barrera que parten Alfafar , imagínate con las pantallas», insisten.

En cuanto al paso subterráneo, la solución transitoria pactada por los ayuntamientos con el Gobierno, esta plataforma también considera que es «pan para hoy y hambre para mañana, porque eso hará que el ministerio desista en el soterramientos de las vías, que es la única solución real», concluyen.