Beniparrell compra al Arzobispado el ala norte del claustro de las Carmelitas

El claustro del convento de las Carmelitas del siglo XVIII, ya es por fin de Beniparrell. Este viernes por la mañana el alcalde, Voro Masaroca, ha comprado el ala norte , la única parte que le faltaba de esta construcción, y que era propiedad de la Iglesia tras habérsela cedido el Barón Luis Escrivá de Romaní. No ha sido fácil. La compra ha estado bloqueada desde 2020 al descubrirse una carga en el registro que obliga a pagar a los descendientes del barón en caso de obtenerse ganancias con cualquier tipo de negociación sobre esta propiedad.

Después de varias acciones realizadas desde el Arzobispado, tras contactar con una quincena de los descendientes vivos del Barón, se determinó que esta carga se había quedado obsoleta en el tiempo y por tanto no tenía efectividad. Tras solventar este obstáculo, el consistorio y arzobispado han firmado la compraventa de esta ala norte del claustro que ocupa 52 metros cuadrados de un lateral de la planta baja y del primer piso de la Iglesia de Santa Bárbara de Beniparrell.

En concreto el consistorio ha pagado al Arzobispado 58.000 euros, que según comenta el alcalde, se va a destinar a reparar la cubierta de la Iglesia de Santa Bárbara que está muy deteriorada y a renovar el sistema eléctrico.

“Con la firma del contrato, ya por fin vamos a poder iniciar las obras de rehabilitación del claustro, y poder poner en valor probablemente el elemento patrimonial más importante que tiene Beniparrell”, señala Masaroca.

El consistorio quiere empezar cuanto antes las obras de rehabilitación. Para ello tiene una subvención de 90.000 euros de Diputación concedida en 2017, y otra de conselleria de 150.000 euros, de las cuales ya se ha entregado el 30%.

Han pasado ya más de 16 años desde que el ayuntamiento descubriese este tesoro escondido. Fue en 2007 cuando el Ayuntamiento de Beniparrell decidió comprar una de las casas pegadas a la Iglesia después de que su dueño pidiera demolerla, y comprobar que en su patio guardaba este tesoro patrimonial que debía ser protegido, de hecho fue declarado BRL. El claustro ocupa desde el ala norte de la iglesia, donde estaba la antigua Casa Abadía hasta el patio de una segunda casa que finalmente compró también el consistorio.

La primera intención era abrir a la plaza del pueblo, llamada plaza del Barón, este edificio de estilo neoclasicista que data del siglo XVIII, tirando la fachada de la casa. Pero unas catas arqueológicas sacaron a la luz restos de la antigua Casa Abadía que también se deben proteger.

«Estamos muy contentos por tener ya en propiedad el claustro del convento. Ya es hora de que los ciudadanos disfruten de una parte del patrimonio local que hasta hace bien poco ni siquiera sabían que existía», señala el alcalde, quien admite que esta edificación se encuentra muy deteriorada y es necesario poder actuar cuanto antes.

De gran valor

El valor patrimonial de este elemento del siglo XVIII traspasa las fronteras locales, puesto que este claustro de Beniparrell pertenecía al considerado como segundo convento de la orden Carmelita Calzada más importante de la provincia, por detrás del Carmen de Valencia. Además, aunque el claustro del convento es similar al de otros de la zona, presenta arcos escarzanos, una particularidad que le diferencia del resto según los expertos.

Se trata de una edificación de doble altura con cinco arcos por planta en cada una de sus caras, siendo el elemento constructivo que más daños ha sufrido, por el desuso y que precisa labores urgentes de intervención. La galería del piso bajo se cubre con bóvedas de arista. Abre el patio por una arquería compuesta de cinco arcos de medio punto, separados por dobles pilastras dóricas, ahora cerrados con albañilería. La galería del piso superior se cubre con bóveda de cañón con lunetos para la abertura de los huecos recayentes al claustro. En la actualidad los vanos están cegados o disponen de pequeñas ventanas de carpintería de madera.

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