De Puçol a la tierra del vino para conocer su historia

El 20 de mayo, 60 amigos del Club de Historia Puçol viajaron a Requena para disfrutar de sus monumentos, su gastronomía y su patrimonio. Fue la última visita guiada mensual de este curso, una actividad que ha llenado un autobús cada mes… aunque la directiva ya prepara el nuevo desafío para el próximo curso: un fin de semana completo en un lugar más allá de la Comunitat Valenciana.

Tras cubrir todas las plazas para viajar a San Mateo, Moixent, Montesa, Llíria, Mora de Rubielos y Culla, la última salida mensual del Club de Historia Puçol este curso fue a Requena… nuevamente con el autobús completo.

De la mano del personal de la Oficina de Turismo, la mañana se centró en La Villa, la zona delimitada por la antigua muralla medieval donde se concentra la mayoría de los monumentos de Requena: la fortaleza, calles, plazas, las iglesias del Salvador y Santa María… un paseo tranquilo, documentado y con buen tiempo.

No se puede pedir más… o quizá sí.

Toda la riqueza etnológica de Utiel-Requena

Divididos en dos grupos de 30, los participantes realizaron dos visitas más completas: el Palacio del Cid, que contiene el Museo del Vino y una atractiva leyenda que lo convierte en el lugar donde se firmó la boda de las hijas del Cid con los infantes de Carrión; y, paralelamente, las Cuevas de la Villa, un recorrido bajo la plaza medieval para comprobar cómo cada vivienda tenía su propia parcela bajo tierra, usada como almacén o para preparar su propio vino… sin duda la estrella de la población.

El recorrido por las tres plantas del Museo Municipal puso punto final a una mañana intensa, pero sin prisas: arqueología, etnología y un claustro inolvidable formaron parte de ese cierre del menú matinal.

En los hangares junto a la A-3

Aunque para menús el bufé libre que disfrutaron en el Aeródromo El Rebollar. Sí, ese que hemos visto muchas veces al pasar por la A-3, aunque es difícil imaginar lo que esconden sus hangares, las múltiples propuestas que ofrece al visitante ocasional, que hasta puede animarse a pilotar una avioneta o un ultraligero.

Hubo tiempo por la tarde para las compras (imprescindible los detalles y la gastronomía en cada lugar que visita el club), aunque también para disfrutar a fondo de la iglesia del Salvador, la única abierta al culto en la actualidad, con sus restos góticos visibles bajo la inevitable capa barroca y con un campanario que hizo las delicias de los que se animaron a subir.

Finalizan los viajes con autobús en mayo, pero aún queda una última cita porque en junio el Club de Historia Puçol dedica dos actividades al Corpus Christi de Valencia: el jueves 1, a las 20 horas, una charla en La Barraca con 11 ponentes y numerosos vídeos originales; y el domingo 11, mañana y tarde, la visita a las actividades programadas en la capital… eso sí, para disfrutar de esta propuesta no hace falta ni autobús ni inscripción previa.