Olmos de laboratorio de Alaquàs para recuperar paisajes de Teruel

El Centro de Recursos Forestales del Ministerio de Medio Ambiente logra clonar ejemplares de esta especie sanos, que se están colocando en plazas y calles de poblaciones de la provincia aragonesa

Uno de los olmos plantados en municipios de Teruel.

Uno de los olmos plantados en municipios de Teruel. / Acacia

Ubicado en una finca agrícola lindante con la zona industrial, el Centro nacional de recursos forestales de Alaquàs, uno de los cuatro que gestiona el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, es una instalación desconocida para el municipio y la comarca. No obstante, desde hace décadas, un equipo de profesionales lleva a cabo en sus instalaciones diferentes proyectos de investigación de relevancia.

Uno de ellos es el «Programa español de conservación y mejora de los recursos genéticos de los olmos ibéricos y la obtención de individuos resistentes a la grafiosis». Este tipo de árboles, característicos de la España rural desde hace siglos, experimentó una fuerte regresión a mediados del XX, a causa de la enfermedad.

No obstante, en Alaquàs se desarrolla un proyecto en el que, a base de hibridaciones y otras técnicas, se logró clonar una decena de ejemplares sanos y ahora se producen para que vuelvan a calles y plazas. Gracias a este programa y la acción de la Asociación de Amigos y Amigas de los Árboles de Teruel (Acacia), más de un centenar de ejemplares se han plantado en algunos espacios públicos de esa ciudad y en numerosas poblaciones más pequeñas, lo que contribuye a recuperar un paisaje desaparecido.

Uno de sus componentes, Luis Miguel Berzal, es agente mediambiental de la Confederación Hidrográfica del Júcar que, en otros tiempos , trabajó de forestal. Por su profesión actual, supo del proyecto de recuperación de los olmos y de la posibilidad de solicitarlos. Por ello, contactó con el ministerio donde accedió a los requisitos: tienen que pedirlos ayuntamientos o entidades sin ánimo de lucro, y han de colocarse en espacios públicos.

Ejemplar colocado en Cedrillas.

Ejemplar colocado en Cedrillas. / L-EMV

A partir de ahí, la asociación planteó esta posibilidad a diversos municipios y asesoró a los ayuntamientos para que realizaran los trámites. Y el resultado ha sido que olmos jóvenes del centro de Alaquàs y, en principio, sanos, ya presiden muchos núcleos como Manzanera, Allepuz, Fuentes de Rubielos, Mora de Rubielos, Alcalá de la Selva, Cedrillas, El Pobo o Cuevas Labradas, entre otros. También Acacia gestionó su llegada al barrio de la Fuenfresca de Teruel.

«Por el momento, parecen olmos fuertes aunque será a medio plazo cuando podremos evaluar si cogen la enfermedad o si sobreviven», explica Luis Miguel Berzal, a quien le apasionan estos árboles lo que embellecen los paisajes y su calidad de sombra cuando alcanzan gran porte. De los casi 120 que han llegado de Alaquàs a Teruel, han muerto muy pocos por distintos factores. Acacia lleva, en parte, el recuento porque supervisa su estado y alerta a los consistorios si detecta alguna necesidad.

Desde el siglo XVII "o antes"

Berzal recuerda que la figura del olmo definió el paisaje de los territorios de la Corona de Aragón (y otros puntos del estado español) a partir del siglo XVII, e incluso antes, cuando se realizó la gran plantación. De entonces quedan pocos ejemplares localizados. Uno de ellos está en población castellonenca de Navajas. El otro se conserva en Alobras, en Teruel. De ahí la importancia del programa del centro nacional de recursos forestales situado en Alaquàs.

Olmo plantado en Mora de Rubielos.

Olmo plantado en Mora de Rubielos. / Acacia

El componente de Acacia anima al consistorio de Alaquàs productor a solicitar también ejemplares para espacios ajardinados. «Este plan consiste en que solicitas los árboles, el centro los concede y la entidad o institución tiene que desplazarse a los ellos. Pero en el caso de Alaquàs, teniendo el centro allí mismo, el ayuntamiento podría pedir algunos y plantar los en espacios emblemáticos. Y lo mismo para los pueblos cercanos», propone el ecologista.