De Berlín a l'Horta Nord: estudiantes alemanes diseñan el futuro de Vinival

Un docente valenciano coordina a sus alumnos de la Berlin International University en un proyecto que incluye un viaje de tres días a Alboraia

Los usos concebidos por los universitarios para las bodegas 'soviéticas' van de la biblioteca, al mercado o al complejo hotelero

Los estudiantes alemanes pasean por el entorno de las Bodegas Vinival

Los estudiantes alemanes pasean por el entorno de las Bodegas Vinival / L-EMV

Claudio Moreno

Claudio Moreno

La huerta de València guarda una joya arquitectónica de aire soviético y retrofuturista. Se trata del antiguo emplazamiento industrial de Bodegas Vinival en la Playa de la Patacona de Alboraia, un edificio de 14 metros de altura y 3.800 m2 , diseñado por los arquitectos Luis Gay y José Antonio Hoyos Viejobueno e inaugurado en 1969. Tras décadas en uso para la producción, embotellado y distribución de vino, la actividad de esta planta cesó en 2008. Y 15 años más tarde un grupo de estudiantes de la Berlin International University ha asumido el reto de diseñar propuestas de posibles usos futuros para las Bodegas Vinival.

El proyecto ha sido exhibido esta semana en la Casa de la Cultura de Alboraia y tiene trascendencia por el momento urbanístico de la zona. El llamado “Kremlin de Alboraia” –estructura de silos rojizos– se concibe como eje dinamizador de un nuevo barrio para el que Metrovacesa proyecta más de 1.000 viviendas. Sin embargo, en la última década y media, estos terrenos solo han funcionado como polo de degradación, suciedad e inseguridad; de modo que los vecinos de la Patacona plantearon en algún momento acabar con este problema por la vía rápida: demoliendo las bodegas. 

Los alumnos de la Berlin International University revisan el plano original de las bodegas

Los alumnos de la Berlin International University revisan el plano original de las bodegas / L-EMV

Ese fue el motor creativo de Javier Martín, valenciano de 39 años y profesor de Arquitectura Interior en la citada universidad alemana. “El edificio siempre me pareció intrigante. Leyendo las noticias vi que un movimiento vecinal abogaba por su destrucción, algo que me llamó muchísimo la atención y me disgustó, por lo que pensé que sería interesante resaltar su valor arquitectónico haciendo un proyecto con mis estudiantes. En ese momento empecé a investigar, entré en contacto con gente del Ayuntamiento de Alboraia y Metrovacesa –dueños del edificio y el suelo– y a partir de ahí propusimos a los alumnos que idearan ‘Futuros Posibles’ para las Bodegas Vinival”. 

El docente de la privada Berlin International University y su colega John Tubles seleccionaron a doce alumnos de final de grado de Arquitectura Interior y una alumna de segundo año de máster para que proyectaran intervenciones en el inmenso espacio diáfano que encierra la cáscara de ladrillo. Durante tres días de marzo visitaron Alboraia y conocieron el contexto social y paisajístico de la zona, de la huerta a la playa, para ver cómo dialogan las bodegas con su entorno. Metrovacesa les abrió las puertas del edificio y el consistorio de la capital de la chufa les enseñó los planos originales. Y de vuelta a Berlín se pusieron manos a la obra. 

Las bodegas convertidas en jardín interior

Las bodegas convertidas en jardín interior / L-EMV

Como resultado, los universitarios alemanes han propuesto un total de nueve ideas de diferentes temáticas, que entroncan con las necesidades del futuro barrio. Su profesor las agrupa en cinco bloques: algunos proyectos se han centrado en la posibilidad de integrar espacios culturales, como una gran biblioteca de estética nórdica. Otros han escogido opciones más volcadas en lo artístico, tales como museos y talleres de experimentación. También los hay que van en direcciones educativas o de investigación, pensando en la conexión de la Universidad Politécnica de València o las posibilidades de la huerta. Otros han optado por el deporte y el wellness con una gran piscina interior. Y algunos han recurrido a la carta del turismo y el desarrollo hotelero. Independientemente de su ubicación próxima a la playa de la Patacona, el propio edificio ya suscita interés entre los turistas; quedó acreditado en la última edición del Open House Valencia 2023 siendo el conjunto arquitectónico más visitado del festival. 

Dos hilos conductores atraviesan los ‘Futuros Posibles’ diseñados por los estudiantes: la agrupación de un uso principal y otros complementarios gracias la versatilidad del espacio –allí cabe desde un mercado de barrio hasta un jardín interior–de la exposición– y la exigencia de sostenibilidad. Además, Javier Martín aporta una última idea para abrochar el proyecto: “Yo considero que es un edificio con un potencial muy grande para Alboraia y todo el área metropolitana de València. Espero que sea para la gente y no se momifique, porque en ocasiones los edificios con cierto valor arquitectónico terminan convertidos en reliquias turísticas. Nada de eso: este edificio que tiene que traer vida nueva al barrio”.

Los alumnos imaginan una piscina en las bodegas

Los alumnos imaginan una piscina en las bodegas / L-EMV

Mientras eso ocurre Ayuntamiento y Metrovacesa negocian el detalle de un PAI que prevé construir, con las bodegas como plaza central, un millar de viviendas repartidas en 14 bloques de hasta 11 plantas. Un nuevo barrio de unos 3.000 residentes integrado en la Patacona y constreñido por las vías del tren, la V-21 y el mar Mediterráneo.